Todos los videos etiquetados arias (LA HERMANDAD DE BOMBEROS) - LA HERMANDAD DE BOMBEROS 2024-06-15T23:34:18Z http://hermandadebomberos.ning.com/video/video/listTagged?rss=yes&tag=arias&xn_auth=no COLAPSO ESTRUCTURAL: "LA TRAGEDIA DE LOS ALMACENES ARIAS" DEJA 10 BOMBEROS MUERTOS, BOMBEROS DE MADRID - ESPAÑA / Vídeo Destacado de La Hermandad de Bomberos tag:hermandadebomberos.ning.com,2010-04-03:3481697:Video:229584 2010-04-03T00:35:39.490Z Julian Rodrigo Lima http://hermandadebomberos.ning.com/profile/bomberoahumado <a href="http://hermandadebomberos.ning.com/video/mueren-10-bomberos"><br /> <img alt="Miniatura" height="180" src="http://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/2778842360?profile=original&amp;width=240&amp;height=180" width="240"></img><br /> </a> <br></br>El incendio<br></br> El 4 de septiembre de 1987, desde casi todos los puntos de Madrid, pudo verse una gran columna de humo negro. El origen estaba en el corazón de la capital: los Saldos Arias, en el número 29 de la calle Montera.<br></br> Aquel viernes en la tienda trabajaban 65 empleados, de los 126 que componían la plantilla. Atendían a la clientela cuando se vio humo en una caja de… <a href="http://hermandadebomberos.ning.com/video/mueren-10-bomberos"><br /> <img src="http://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/2778842360?profile=original&amp;width=240&amp;height=180" width="240" height="180" alt="Miniatura" /><br /> </a><br />El incendio<br /> El 4 de septiembre de 1987, desde casi todos los puntos de Madrid, pudo verse una gran columna de humo negro. El origen estaba en el corazón de la capital: los Saldos Arias, en el número 29 de la calle Montera.<br /> Aquel viernes en la tienda trabajaban 65 empleados, de los 126 que componían la plantilla. Atendían a la clientela cuando se vio humo en una caja de ropa de la tercera planta. Avisados los bomberos, sofocaron en poco tiempo las primeras llamas. Pero el fuego es traidor, como saben los profesionales que lo combaten; poco después, ardía un cable en la cuarta planta, y los almacenes se convertían en una tea.<br /> Hubo carreras, angustia y gritos, aunque en general las crónicas destacan que la evacuación fue ordenada. «Los responsables de los almacenes advertían que lo importante era salir del edificio, sin preocuparse por el dinero en las cajas», señalaban los periódicos del día. Algunos empleados tuvieron tiempo incluso para bajar al sótano segundo y cambiarse de ropa antes de salir.<br /> La combustión de los materiales que se almacenaban en Saldos Arias provocó una intensa humareda que dificultaba la respiración en la zona. Las llamas crecían sin parar. Pese a trabajar con máscaras, muchos de los bomberos -hasta una treintena a medianoche- resultaron intoxicados.<br /> El fuego se atacó por todos los medios: con mangueras cañón, desde las canastas de las escalas, desde la azotea de los edificios colindantes... Respirar se hacía difícil.<br /> El ambiente<br /> Comienzan a producirse escenas de histeria en el exterior, protagonizadas por personas que buscaban a sus familiares o acompañantes, mientras los almacenes son una jaula de fuego. Hay detonaciones cada rato y enormes bloques de cristal y cemento se desprenden de la fachada. Los huéspedes del hotel Montesol, también evacuado, chapotean con sus maletas entre los ríos de agua que bajan por Montera en dirección a Sol. El fuego va cediendo.<br /> El desplome<br /> Hacia las tres menos cuarto de la mañana, el incendio parecía extinguido. De repente, uno de los sótanos se hunde y arrastra en la caída a los forjados de la parte central del inmueble, muy debilitados por la acción del fuego. El desplome deja atrapados a varios bomberos.<br /> En los primeros momentos, fue difícil concretar cuántos eran los afectados: se sabía quiénes estaban de servicio, pero no los que se habían presentado voluntarios pese a estar en su día libre.<br /> Lucha contra el reloj<br /> Desde ese momento, comenzó una carrera contrarreloj para intentar rescatar con vida de entre las toneladas de escombros a los hombres atrapados.Algunos periodistas que vivieron a pie de calle aquella larga noche la recuerdan como «una espera agónica».<br /> Desde la madrugada del sábado, todas las fuerzas se unen con el mismo fin. Los cascotes se retiran, primero a mano, formando cadenas humanas. No se quiere introducir maquinaria para evitar nuevos desplomes. Al final, se ayudan de una cinta transportadora.<br /> La angustia de las familias de los bomberos va en aumento: esperan en la calle noticias, casi sin atreverse a la esperanza. Otra nota de la crónica del día: «Alguien asegura que ha escuchado gemidos. Se pide silencio. Callan los motores de los vehículos, la escena es sobrecogedora. La mujer de uno de los bomberos sepultados grita que su marido está muerto... Se reanudan los trabajos».<br /> <br /> El desenlace:<br /> A las doce menos diez de la noche del sábado apareció el cadáver del primer bombero: Armando Juárez Dado, 33 años. Quince minutos más tarde, el de su compañero Miguel Azuera, 31 años. En total, dos oficiales, un cabo y siete bomberos perdieron la vida en el siniestro.