¿Cuál es el significado de gestión?

Marcos Salvador Rodríguez Núñez. Licenciado en Turismo y Maestro en Administración Pública. Docente de la Universidad Autónoma de Chiapas y en la Universidad del Valle de México, Campus Tuxtla.

El conocimiento de la administración, en la actualidad surge un nuevo término “gestión”. De manera imprecisa la mayor parte de las veces, éste se confunde o se interpreta confusamente sólo como el quehacer sin fines propios, sino como tareas de fácil cumplimiento que no requieren de mayor preparación.

Para comprender el término, es necesario precisar que significa gestión. De acuerdo con Julia Mora, se entiende por gestión:

“… el conjunto de diligencias que se realizan para desarrollar un proceso o para lograr un producto determinado.”

En el sentido de este concepto, la gestión es de ámbito directivo, por lo que es el proceso que debe asumir el líder de una organización para lograr los objetivos planteados por una organización en particular. La misma Julia Mora, considera una versión más actualizada, o como ella misma considera, más gerencial:

“… una función institucional global e integradora de todas las fuerzas que conforman una organización.”

El origen etimológico de la palabra, es proporcionado por Ariel Rementeria, que establece que gestión proviene del latín gestio, término que aduce a la acción de administrar. Es decir, una actividad profesional que busca establecer los objetivos y medios de su realización, sin embargo, requiere de que se precisen la organización de sistemas, se elabore una estrategia de desarrollo e incluir la ejecución de la gestión de personal.

A este respecto, el propio Rementeria señala que:

“En el concepto gestión es muy importante la acción, del latín actionem; que significa toda manifestación de intención o expresión de interés capaz de influir en una situación dada. El énfasis que se hace en la acción, en la definición de gestión es la diferencia que se tiene con el concepto de administración. La gestión no es considerada una ciencia disciplina. Podemos considerarla como parte de la administración, o como un estilo de administración.”

Sin embargo, para Emilio Albi, José María González-Páramo y Guillem López, la gestión tiene un sentido más profundo que el propuesto por Rementeria, toda vez que sostienen las características de proceso, así como que se sustenta en un marco legal previamente establecido, definiendo a la gestión como:

“… un conjunto de reglas y decisiones dirigidas a incentivar y coordinar acciones, cuyo carácter público está condicionado a que persiguen metas colectivas y se desenvuelve en el marco de unas restricciones jurídico – políticas peculiares.”

Por su parte, Peter Aucoin, establece que la gestión ha reemplazado a la administración, en el sentido de que implica una aproximación más activa, práctica, con énfasis en la estrategia, el liderazgo, establecimiento de prioridades, visión y misión, el fomento a la innovación, asumir los riesgos por la actividad, promueve el desempeño e invita a ser más emprendedor.

Refiriendo a Hughes, citado por Hammon y Mayo,  sostiene que durante la década de 1980, los gobiernos estaban convencidos de que el sistema tradicional de la administración pública – en comparación con el sector privado – no articulaba una forma efectiva de gestión de los servicios públicos, por lo que empezaron a introducir cambios. Entre estos dos puntos temporales empezó la llamada aproximación de la gestión.

El propio Hughes, supone que un antecedente directo del uso de la gestión es el Informe Fulton[1] publicado en 1968 en Gran Bretaña. Este informe reflejaba una clara preocupación en relación a las capacidades de gestión de los servicios públicos. Se recomendaba que el sistema debiera abrirse, empleando a gente fuera del sistema público en todos los niveles  y desmantelando estructuras excesivamente rígidas y las barreras a la movilidad interna.

De esta forma, concluye que el supuesto de la gestión establece que es el saber hacer no sólo el hacer, a lo que se enfoca, es decir, mejora la relación gobierno – ciudadano como una analogía a la empresa – cliente.

Puede entonces determinarse, a partir de lo expuesto, las diferencias existentes entre la administración pública y la gestión pública, tal como se sugiere en la tabla (1).

 

Tabla (1). Diferencias entre administración y gestión.

Enfoque Objetivo Orientación Aplicaciones
Administración Ø  Aplicación mecanicista de conceptos administrativos tradicionales.

 

Ø  Diseñar políticas

Ø  Tradicional

 

Ø  Carácter político más que racional.

Ø  Formulaciones teóricas.

 

Ø  Funciones pasivas orientadas al statu quo.

Ø  El alcance e impacto de sus decisiones es global.

Gestión v  Acción o práctica social profesional.

 

v  Aplicación efectiva de herramientas y técnicas administrativas.

v  Agresiva.

 

v  A la acción y a la solución creativa de problemas.

v  Carácter político y racional.

v  Prácticas concretas.

 

v  Contexto innovador.

v  Técnicas modernas.

v  Reflexión sistemática de la práctica profesional.

v  El alcance e impacto de sus decisiones es de acuerdo a la red establecida, pero enfocada globalmente.

Así, para José Juan Sánchez (2006), gestionar significa conducir los asuntos de alguien y, también, ejercer autoridad o mando sobre una determinada organización. Ambos significados se podrían aplicar al concepto de administración: administrar los asuntos de un tercero y administrar el buen funcionamiento de una organización.

Según Carlos Paramés (1974), en español dicho vocablo ha sido usado como sinónimo de administración, o, más generalmente, como una parte de la misma.

De modo que el gestor es un procesador, un hacedor de acciones. Inclusive la gestión se concebía como algo que apunta exclusivamente al funcionamiento de esa administración y tenía un matiz de actividad secundaria y subordinada. Sin embargo, desde la década de los ochenta, gestión comenzó a ser usada como antónimo de administración

Fuentes de información:

Albi Emilio; González-Páramo José M.; y López Casanovas Guillem (1997)Gestión Pública. Fundamentos, técnicas y casos. Barcelona, España. Editorial Ariel, S.A. s/e

Aucoin Peter (1997). Fundamentos de la Administración y Gestión Públicas.Material docente preparado para el Diplomado de Administración Pública. Centro de Estudios de Economía y Planificación.MEP. Cuba.  Enwww.eleconomista.cubaweb.cu. Consultado el 01 de febrero de 2008.

Hammon Michael M. y Mayo Richard T. (1999). Teoría de la organización para la administración pública. Fondo de Cultura Económica. 1ª. Edición. México. p. 51 Paramés Montenegro Carlos (1974).  Introducción al Management: un Nuevo Enfoque de la  administración Pública. Madrid. Escuela Nacional de Administración Pública.

Mestre Jean-Louis (2002). Administración, justicia y el derecho administrativo. Título original: Administration, justice et droit administrative.Artíc*** publicado en Annales Historiques de la Révolution Française. No. 328. Edición en Internet www.ahrf.revues.org.document608.html. Consultado el 27 de abril de 2007.

Mora Julia. “Transformación y gestión curricular”. En: Universidad de Antioquia (1999). Memorias Seminario Taller Evaluación y Gestión Curricular, Colombia. En www.iteso.mx ITESO (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente). Consultado el 08 de abril de 2007.

Rementeria Piñones Ariel. Universidad de Santiago de Chile. Citado en:www.biblioteca.idict.villaclara.cu. Instituto de Investigación Científica y Tecnológica de Cuba.  Consultado el 08 de abril de 2007.

Sánchez González José Juan (2006). Gestión pública y Governance. México. Instituto de Administración Pública el Estado de México. 2da. Edición.


[1] El Comité Fulton (nombrado así en honor a su primer presidente Lord John Scott Fulton), estaba encargado de diseñar un plan de cambio del Servicio Civil británico. Apuntaba a la disolución de las divisiones de Organización y Métodos, y su reemplazo por una unidad destinada a contratar consultores del sector privado para efectuar una especie de auditoría permanente del sector público, así como la creación de una unidad llamada Civil Service Departament (CSD), quien tendría a su cargo la selección y el reclutamiento del personal, teniendo como misión el intercambio constante entre funcionarios y consultores, y la incorporación de agentes formados en la actividad privada con experiencia en management. Este departamento, tenía que enviar funcionarios a capacitarse y a cumplir misiones en consultoras, y a su vez contratar consultores para la realización de tareas públicas.