El siniestro se produjo cerca de las 7.00 de la madrugada en una vivienda de calle Arteche 1047, donde residía la familia Vargas, presumiéndose que se habría tratado de un cortocircuito, descartándose en principio cualquier intencionalidad en el hecho. El fuego se propagó rápidamente en la vivienda construida en material ligero, tras lo cual el fue se propagó a una segunda vivienda en este mismo predio, logrando escapar varios de los integrantes de la familia de entre las llamas, quienes por esas horas dormían. La familia aseguró que hubo una sensible demora en la respuesta por parte de las unidades de bomberos, ante lo cual al momento de arribo de las primeras autobombas el fuego ya estaba fuera de control. Máxime cuando las primeras autobombas en llegar agotaron rápidamente su abastecimiento de agua, situación en la cual se lamentó la ausencia del camión cisterna Scania, de la División Bomberos de la Policía Provincial, el cual hace meses que espera por un repuesto, y la falta de financiamiento desde la autoridad provincial, hace que permanezca fuera de servicio cuando más se lo necesita. El fuego inmediatamente se propagó hacia el predio vecino, de la familia Haro, en Arteche 1021 donde se encontraban cuatro viviendas que fueron alcanzadas por las llamas, yéndose también para la parte posterior, donde estos predios lindan con el fondo de los terrenos de calle Muñóz 1048 y 1056, donde se emplazaban tres y cuatro casas respectivamente, las cuales también fueron afectadas por las llamas. Caos y ánimos exaltados Allí los integrantes de la familia Vargas, donde se inició el fuego, constataron que uno de sus integrantes, José Luis Vargas de 17 años, no era hallado por ningún lado, lo que comenzó a hacer temer lo peor, mientras algunos vecinos se enfrentaron a policías y bomberos ante la falta de capacidad de operar por la falta de agua y recursos. Entretanto otro de los integrantes de la familia Vargas debió ser hospitalizado con principio de asfixia y varios de los integrantes de la familia también fueron asistidos a causa de las crisis de nervios que protagonizaban en el lugar, en un momento en que todo era confusión. Varias horas después el incendio finalmente pudo ser controlado, constatándose la destrucción total de las viviendas del predio donde se inició todo, mientras un total de trece viviendas resultaron afectadas. En la remoción de escombros finalmente se halló el cuerpo calcinado del joven Vargas de 17 años, que fue la única víctima en un incendio que pudo cobrarse muchas más vida. Familias en la calle Finalmente alrededor de 40 personas integrantes de las familias que quedaron en la calle, ya que muchos dormían y pudieron salir con lo puesto únicamente; fueron alojadas provisoriamente en la iglesia “La Nueva Bendición” de calle Arteche 1068, en la misma cuadra del siniestro. Allí fueron asistidos por personal de la Secretaría de Asuntos Sociales del municipio, que distribuyó las familias entre albergues y el BIM 5 como una solución provisoria, mientras cualquier donativo podrá acercarse a la iglesia mencionada.
Nota: Blog Bomberos 132
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