LO QUE NO MUERE
(En la tumba de los abnegados jóvenes bomberos Luis Johnson y Rafael Ramírez, voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Santiago, víctimas del cumplimiento del deber.)
I
Al ver desvanecerse, almas sublimes,
Con vuestra juventud rica de dones,
Esa atmósfera azul que os envolvía
De ensueños, esperanzas e ilusiones.
La intensa pena de una amante esposa,
De una madre infeliz el hondo duelo,
Y la angustia del pecho de una virgen,
¡Iba yo a rebelarme contra el cielo!
Al elevar pensativa la mirada
En estos fríos, míseros despojos,
El dolor, en silencio, iba cubriendo
De una nube de lágrimas mis ojos!
Iba a llorar! cuando me hirió la frente
El rayo superior de una luz santa;
Y, eco de Dios, dentro del alma mía
La humanidad me dijo: admira y canta!
“¿Qué son un punto más o un punto menos
En nuestros días siempre fugitivos?
Lo que vale es, viviendo tras la muerte,
Ser la enseñanza eterna de los vivos.”
II
Yo no vengo a llorar! que de los héroes
En el sepulcro augusto no se llora:
La tumba de los héroes no es la noche,
Es del mundo moral radiante aurora.
Vengo a cantar el resplandor de gloria
En que se inunda esta morada triste;
La abnegación que eleva al ser humano
Sobre el ligero polvo que lo viste!
¡Como crecéis, oh víctimas, iguales
En el martirio ayer, hoy en la fama!
La aureola que corona el sacrificio
Inextinguible claridad derrama!
Luchando audaces contra el ígneo monstruo
Por contener su avance y sus furores,
¡Caísteis bajo el muro derrumbado,
Del incendio voraz de los horrores!
Sacrificar su yo, su hogar, su vida
Por la existencia y el hogar ajenos,
¡Eso es morir para elevar cien codos
Su talla entre los grandes y los buenos!
III
Cada vez que el terrorífico elemento
Agite su siniestra cabellera,
Y la brava legión lo ataque osada
Entre las llamas de la ardiente hoguera.
De Johnson y Ramírez inmortales
Se verán gigantescas las figuras
En la encendida pira que enderece
Sus columnas de fuego a las alturas!
Se verán sus imágenes gloriosas
En el aire flotar resplandecientes,
Dando más brío a los viriles pechos,
Mayor coraje a las bizarras frentes!
Yo no vengo a llorar sobre la nada
Que en estos mudos féretros se encierra:
Vengo a cantar el móvil generoso
Que enaltece a los hombres en la tierra!
No se llora en la tumba de los héroes!
Se reverencia a Dios, se admira y canta!
Que el sitio de sus térreos despojos
¡Es de un culto sin fin el ara santa!
SANTIAGO ESCUTI ORREGO
Santiago, 20 de marzo de 1887
Link: http://www.bomberil.cl/poesias.htm