Los tornados son clasificados como tormentas convectivas severas. Una tormenta clasificada como severa implica que causa enormes daños materiales, lesiones y muertes. El término convectivo se refiere a flujos verticales de aire.
En la atmósfera, los flujos de aire húmedo ascendente pueden conducir a tormentas desde leves a severas y cuando los flujos ascendentes se intensifican por efectos termodinámicos (condensación del vapor de agua y liberación de calor latente), se habla entonces de una inestabilidad atmosférica. El calor latente está contenido en las moléculas de vapor de agua y se libera cuando el aire húmedo ascendente se enfría y condensa. Y el calor liberado calienta el aire en sus alrededores; el aire caliente tiende a subir succionando aire húmedo de abajo. Este proceso se intensifica formando nubes que pueden desarrollarse hasta convertirse en tormentas. Por lo que este escenario puede ser tan intenso que hay formación de granizo, rotación del sistema de nubes y se crean las condiciones para la formación de tornados.
Las condiciones más favorables para la formación de tornados son el choque de masas de aire caliente y húmedo por un lado y aire frío y normalmente más seco por el otro. Este fenómeno atmosférico ocurre muy a menudo en las partes central y sur de los Estados Unidos de América, con aire húmedo y caliente proveniente del Golfo de México, que choca con aire frio y más seco procedente del norte.
El mecanismo local de surgimiento de un tornado es extremadamente complejo, pero factores determinantes son la formación de remolinos en cierto modo recostados sobre el suelo y condiciones de inestabilidad que pueden llevar el remolino a una posición vertical. No obstante que se ha avanzado mucho en la predicción de ocurrencia de tornados, se desconocen aún aspectos que permitan predecir si se desarrollará un tornado o no a un tiempo y posición dados. Aunque localmente acontecen tormentas que pueden ocasionar inundaciones, vendavales y deslaves, las tormentas más severas en esta escala local son los tornados. En contraposición a las tormentas locales, están los huracanes que se forman en escalas de centenas a miles de kilómetros.
COMPOSICIÓN. Los tornados son remolinos con vórtices que varían de 200 a más de mil metros, con velocidades del viento que superan los 25.8 m/s (92.9 km/h) (Centro de Predicción de Tormentas, USA). A partir de este valor hay una clasificación, llamada escala de Fujita, que divide actualmente en seis niveles la intensidad de los tornados: F0 (64-116 km/h), F1 (117-180 km/h), F2 (181-253 km/h), F3 (254-332 km/h), F4 (333-418 km/h), F5 (419-512 km/h).
La región del mundo con mayor incidencia de tornados es Norteamérica (USA, Canadá, México). El número de tornados por año es mucho mayor en USA que en Canadá y en México. Es importante mencionar que los tornados pueden ocurrir en países como Inglaterra, Alemania, China, Japón y prácticamente en todos los continentes del mundo. Estadísticas del Centro de Predicción de Tormentas (USA) indican que en los años 2012, 2013 y 2014 ocurrieron 938, 907 y 888 tornados respectivamente. Todo esto con cuantiosos daños materiales y pérdidas de vidas humanas.
En México no se está consciente de que el fenómeno de tornados puede ocurrir de 15 a 20 veces por año en diversas partes del país. En la Figura 1 se muestra un mapa indicando los lugares donde han ocurrido tornados en los últimos 10 años (Macías Medrano, J. M. y A. Avendaño García, 2014; León Cruz J.F., 2014). Es importante destacar que las delimitaciones geográficas por cadenas montañosas parecen determinar dominantemente la ocurrencia de tornados en México. En la Figura se observa que la mayor parte de los tornados ocurren a lo largo del Eje Neovolcánico, en la Sierra Madre Oriental y en la parte sur de la Sierra Madre Occidental. Esto sugiere que las condiciones orográficas de México presentan condiciones diferentes para la formación de tornados. Esto indudablemente constituye un tema de enorme interés científico.
A diferencia de México, país montañoso por excelencia, en los Estados Unidos los tornados ocurren en su gran mayoría en las grandes planicies que tiene ese país. Puesto que el número de tornados no es despreciable en México (ver Figura 2), en el marco de una tesis de maestría y doctorado, se ha iniciado en el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica A.C. (IPICyT) una investigación sobre las condiciones meteorológicas en que ocurren los tornados en México y el papel jugado por su compleja topografía. Estos fenómenos meteorológicos extremos deben ser investigados aplicando idealmente un sistema de observación meteorológico (radares por ejemplo en las zonas donde más ocurren) y la modelación matemática.
En este sentido, el grupo de trabajo en el IPICyT considera que México debe iniciar y tener la ambición de desarrollar modelos numéricos propios para la investigación de la dinámica de tornados y otros temas climáticos relevantes.
Referencias
Macías Medrano, J. M. y A. Avendaño García (2014). "Climatología de tornados en México", Investigaciones Geográficas, Boletín, núm. 83, Instituto de Geografía, UNAM, México, pp. 75-88, doi:10.14350/rig.35726.
León Cruz, J. F. (2014). Percepción del riesgo y expresiones de vulnerabilidad ante tornados: el caso de Huescalapa, municipio de Zapotiltic, Jalisco. (Tesis de Licenciatura). Universidad de Colima, Colima, México.
Fuente: http://www.cronica.com.mx/