María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada, conocida popularmente como la Esperanza Macarena o, simplemente, la Macarena, de la que toma su nombre del barrio de la Macarena (Sevilla) y no al revés como se suele creer, es una advocación mariana venerada en la basílica de la Macarena, ubicada en el barrio sevillano de San Gil.
La Basílica de María Santísima de la Esperanza Macarena, también conocida popularmente como la Basílica de la Macarena, es un templo católico situado en el número 1 de la calle Bécquer, en el barrio de San Gil perteneciente al distrito Casco Antiguo de la ciudad de Sevilla (España).
La venerada Imagen de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena es una talla anónima que se viene atribuyendo a diversos escultores del siglo XVII.
Se cuentan por decenas las hermandades que la veneran como Titular dentro y fuera de nuestras fronteras y multitud de reproducciones de su Imagen preside altares en templos de los más recónditos lugares, especialmente en Hispanoamérica.
La hermandad culmina una «necesidad histórica» al instalar en el camarín un sistema anti incendios de última generación equiparable al de los grandes museos
Dos horas de protección contra el fuego incluso en caso de que un incendio de pavorosas dimensiones asolara la Basílica. La integridad de la Virgen de la Esperanza, imagen de universal devoción, está hoy más garantizada que nunca. La hermandad de la Macarena ha culminado una «necesidad histórica», existente prácticamente desde los tiempos de construcción de la actual Basílica, con la instalación en el camarín de la Virgen de un sistema de protección contra incendios «de última generación» que garantiza, en caso de un fuego severo, tiempo más que suficiente para la llegada de los servicios de extinción.
Desarrollado Mogasur S.L., empresa de referencia del sector en Andalucía, el sistema instalado en el camarín de la Esperanza emplea la tecnología anti incendios más avanzada que existe reuniendo en una misma estancia «una triple protección», y todo ello sin menoscabar la espiritualidad e intimidad del habitác***. «La prioridad ha sido crear un búnker en torno a la Virgen de la Esperanza», señala el director técnico comercial de Mogasur, Manuel Sorrentino, creador del sistema contra incendios que protege a una de las devociones más importantes de la ciudad.
Fue en el año 1974 cuando la junta de gobierno de Eduardo Miura instaló una puerta como medida de protección contra el vandalismo y el fuego dotada de las medidas de seguridad propias de aquella época. «Cierto es que para su época, era algo innovador, pero con el paso del tiempo aquel histórico portalón se había quedado un poco obsoleto al carecer de las propiedades que hoy se exigen de compartimentación y resistencia al fuego», explica el técnico de Mogasur.
El primer paso consistió en desmontar ese portalón y rellenarlo de «materiales intumescentes» que, junto con su estructura y chapado de acero, además del tratamiento en todo el mecanismo, ofrecen ahora una resistencia y estanqueidad óptima ante un posible incendio. Este portalón se ha conectado de forma automática al nuevo sistema de detección para que, en caso de un conato de incendio, las puertas se cierren automáticamente. «Antes era el capiller el que debía accionar el cierre de las puertas». Además, en el acceso al ante-camarín de la Virgen se ha instalado una puerta cortafuegos para mantener a salvo la compartimentación y estanqueidad de la estancia donde se encuentra la imagen, mientras que en la zona de acceso desde el triforio también se ha colocado una cortina cortafuegos.
El nuevo sistema de detección emplea una doble tecnología mediante detectores «ópticos» de humo, por un lado y, «térmicos», de otro, sensibles estos últimos a cualquier cambio de temperatura, explica Sorrentino. Amén de estos sensores de detección con supervisión permanente, el interior del camarín ha incorporado otro doble sistema de protección y actuación que reúne la tecnología contra incendios más avanzada. De esta forma, en la azotea de la Basílica, sobre el camarín de la Virgen, se ha instalado un sistema de presión diferencial y otro de extinción automático mediante agua nebulizada que se podrían en marcha en caso de incendio.
PUERTA EI ANTE CAMARÍN
Así, si se declara un fuego en la Basílica, inmediatamente y de forma automática el portalón subiría y se cerrarían todas las puertas. El camarín quedaría cerrado herméticamente. Se activaría entonces el sistema de sobrepresión, también llamado de presión diferencial, para que, mediante aporte de presión de aire se evite la entrada de humo en el interior del camarín. Si el incendio fuera realmente severo y el fuego, el calor y las llamas empezaran a entrar dentro del camarín, a partir de ese momento se paralizaría el sistema de sobrepresión y se activaría el de extinción automático mediante agua nebulizada, cuya eficacia ante la acción del fuego es inmejorable.
¿Pero cómo actúan ambos sistemas? El director técnico comercial de Mogasur lo aclara: «El sistema de sobrepresión trata de crear una presión en el interior del camarín diez veces superior a la que hay en el exterior. Con esto conseguimos que, ante la acción de un fuego severo en el exterior del camarín, tanto por la parte del retablo mayor como por zonas aledañas, se evite la entrada de humos y de gases calientes en el interior de la propia estancia de la Virgen. Por su parte, el sistema de agua nebulizada es un sistema de extinción mediante micropartículas de gotas de agua que humedecen el habitác*** y los materiales, consiguiendo desacelerar la velocidad de combustión de los propios materiales y terminando de apagar el fuego por ahogamiento».
AGUA NEBULIZADA
Cabe destacar que este sistema de agua nebulizada no moja, ni deteriora ni afecta a la imagen, sino que refresca el ambiente y desacelera al cien por cien la acción de fuego hasta extinguirlo. La particularidad de este sistema de extinción es que utiliza el agua dividida en gotas de tamaño inferior a 1.000 micras. De esta manera, se produce el enfriamiento del fuego, el desplazamiento del oxígeno por parte del vapor generado y la atenuación del calor radiante. Explica Manuel Sorrentino que este sistema de extinción se suele instalar en zonas como archivos históricos, museos y exposiciones valiosas. «Si se pusiera un sistema de extinción con rociadores convencionales, el agua terminaría apagando el fuego, pero también daño de paso a las obras de arte, libros y archivos históricos, cosa que no ocurre con el agua nebulizada, cuya acción se limita a extinguir el fuego».
Sentencia y Rosario
CORTINAS CORTAFUEGOS SENTENCIA Y ROSARIO
Los trabajos para reforzar la seguridad del templo y de sus sagrados titulares contra posibles incendios no se han limitado exclusivamente al camarín de la Esperanza. De igual forma, los altares del Señor de la Sentencia y de la Virgen de Rosario han sido dotados de sendos sistemas de detección de incendios mediante detectores ópticos analógicos inteligentes, con actuación directa y maniobra con la central de incendios. En su interior poseen cortinas resistentes al fuego que garantizan la estanqueidad total de los altares y la integridad de las imágenes sagradas.
Asimismo, tanto en la casa de hermandad, como en el museo y la Basílica también se han instalado sistemas de detección y alarmas de incendios de última generación. En esta primera fase de actuación, se han cambiado todos los materiales de revestimiento del interior de las vitrinas del museo de la hermandad por materiales ignífugos, no propagadores de llama. De igual forma, se ha procedido a la interconexión de las centrales de incendios existentes en la casa hermandad y en la Basílica para lograr que el sistema de detección de incendios esté permanentemente vigilado (24 horas durante los 365 días del año) desde la propia hermandad así como en la central receptora de alarmas.
«Una vez ejecutados los trabajos de protección contra incendios en toda la Basílica, el sistema en su conjunto ha sido supervisado por la Jefatura de Guardia del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de Sevilla, a cargo de Jose Joaquín Palma Chávez», refiere el director técnico comercial de la empresa Mogasur.
La hermandad de la Macarena y Mogasur han trabajado desde la premisa de que los sistemas de prevención y protección instalados fueran compatibles en todo momento con el desarrollo normal de la actividad de la corporación, que pasaran inadvertidos y no afectaran a la estética de los espacios, además de no resultar invasivos en el culto ni perturbasen el recogimiento de los fieles que rezan a diario en la Basílica.
Las actuaciones en el camarín, además de respetar escrupulosamente estos criterios, suma uno más: la junta de gobierno, que encabeza como hermano mayor José Antonio Fernández Cabrero, deseaba que la dotación de la máxima seguridad contra el fuego en el camarín no menoscabara la espiritualidad e intimidad de la estancia, donde lo fundamental es el encuentro entre el devoto y la Virgen.
SELLADO CAMARÍN
Un proyecto ideado ‘ex profeso’ para el camarín
FASE FINAL PORTALÓN
José Luis Notario, mayordomo de la Esperanza, se muestra «muy satisfecho» del resultado final del sistema contra incendios instalado en el camarín, ideado ex profeso para esta estancia, y elogia la «sensibilidad y profesionalidad» demostrada por la empresa Mogasur. «Había dos opciones: o modificar completamente la estética del camarín tal como lo conocemos o realizar un proyecto adaptado a las particularidades de esta estancia, que al final es lo que se ha hecho». «Se han pensado y repensado todos los detalles, hasta el color de la pintura más adecuado al revestimiento de madera que habría de llevar la puerta cortafuegos instalada en el ante camarín». Notario explica que con esta actuación sobre el camarín de la Esperanza, a la vanguardia de los sistemas contra incendios de las grandes obras de arte universales, la hermandad culmina «un anhelo perseguido por muchas juntas de gobierno»
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