Emotivo rescate de Vanesa, la nena que cayó en un pozo y tuvo en vilo al país
Por Gustavo Sarmiento y Ramiro Barreiro
Tiene 3 años. Quedó atrapada a 23 metros de profundidad, en una zona de quintas de Florencio Varela. Permaneció 7 horas en un hueco de 35 centímetros de diámetro, hasta que lograron subirla a la superficie, a las 23.58 de ayer.
Dos minutos antes de la medianoche, después de un dramático rescate, Ruth Vanesa Mamani Calle, una nena de 3 años que siete horas antes había caído en un pozo de 23 metros de profundidad, salió a la superficie. Su madre fue clave para que los rescatistas pudieran izarla en un lazo, a través de un orificio de poco más de 35 centímetros. “Esperá que ya bajo a buscarte”, le decía una y otra vez, y su hija se calmaba y le hacía caso.
Cerca de las 17, mientras jugaba en la quinta que su familia tiene en Florencio Varela, Vanesa pisó una madera que cubría el tubo cementado de una bomba de agua y se desplomó al vacío. Los hermanos y primos que circulaban por el descampado alertaron a sus padres, oriundos de Bolivia, que llegaron desesperados poco después. El predio, utilizado como plantación de verduras, carece de agua corriente, tiene unas diez hectáreas y está ubicado en el barrio Los Pilares, de la localidad de La Capilla.
El primer alivio de los cien integrantes del grupo de rescate fue percibir que la nena se encontraba en buen estado de salud. Gritó y lloró unas horas, y luego menguó su actividad, producto del cansancio. Entre las 20 y las 21, se durmió.
La primera opción para el salvataje fue un arnés con forma de bombacha, llevado por un cable metálico, pero dependía de la posibilidad de la nena de enganchárselo que, sumado a su fatiga, complicaba ese recurso. Se pensó una segunda opción: crear un pozo paralelo que ingrese al hoyo de forma horizontal; y hasta apareció la idea de ingresar a un bombero boca abajo, pero la estrechez del hueco, aún más angosto en el fondo, lo imposibilitaba. “Ni el bombero más chiquito puede entrar”, indicó el Jefe de bomberos, Roberto Tucci.
La nena fue permanentemente monitoreada a través de una fibra óptica que contenía una cámara de video. Así, bomberos, policías y funcionarios pudieron verla moviéndose, agitando sus brazos, mientras escuchaba las palabras de aliento de su madre, Claudia Calle, desde la boca del pozo. Junto al primer cable, enviaron otro con oxígeno, ante la evidente falta de aire del lugar.
El gobernador Daniel Scioli se encontraba en una reunión de gabinete cuando fue informado del accidente. De inmediato, interrumpió el encuentro y se dirigió al lugar. Al llegar, observó a la madre tranquilizando a su hija. “Está por llegar papá”, le decía una y otra vez, buscando animarla y que no se durmiera. Scioli decía: “Es un caso increíble, un pocito… No lo puedo creer. Hay que ver si no tiene algún tipo de lesión por haber caído tantos metros y de esa manera. Que Dios nos ayude”.
La nena era alimentada con agua y mamaderas de leche y estaba vestida sólo con un short y una remera. A medida que avanzaba la noche, a esa profundidad, la temperatura bajaba casi 9 grados.
Las imágenes del rescate, la luz artificial ante la falta de iluminación y la mirada de los funcionarios frente a los monitores en el mismo lugar, rememoraban el reciente rescate de los mineros chilenos. Franco Risso, director de Defensa Civil de Florencio Varela, a cargo del operativo, explicó que “el pozo estaba mal tapado”.
“Es dramática la situación, porque se percibe a través de la cámara que está como extenuada, físicamente a partir de la desesperación, su llanto, así que es difícil tener la colaboración de ella en la bajada del arnés”, remarcaba Scioli. Mientras tanto, la madre alentaba a los funcionarios aclarándoles que “la nena se cambia sola”.
Pasadas cuatro horas, las máquinas excavadoras comenzaron a quitar las remolachas del terreno, pero la perforación paralela conllevaba el riesgo de un desmoronamiento y la pérdida de tiempo. Cerca de la medianoche, un vecino se acercó a ofrecer a su hijo de 12 años para que baje a ayudarla, pero las autoridades lo descartaron. Para entonces, la estrategia de rescate ya estaba elegida: se hizo descender un lazo de donde la nena pudiera sujetarse, manejado por un caño de plástico maniobrándolo de forma tal que ayudara a Vanesa. Tras un par de intentos fallidos, metió los dos bracitos por la soga y se pudo levantarla, en medio de un caos de gritos y peleas entre los rescatistas, todo registrado por la cámara. “Vane, agarrate bien fuerte para que te podamos subir”, le repetía la madre. El llanto de Vanesa se oyó en la superficie a las 23.58, tras dos tensos minutos de ascenso. En seguida, fue trasladada en ambulancia hacia un helicóptero que a la media hora ya la había dejado en el Hospital El Cruce. En la puerta, David Mamani, padre de la nena, dijo estar “muy agradecido a los bomberos, al gobernador Scioli y a todos los que hicieron lo imposible por salvar a mi hija”.
“La nena tiene muy buen estado general, sólo una herida en la ingle y excoriaciones en el cuerpo. Quizás se vaya a su casa esta misma noche”, confirmó a este diario Alejandro Bagato, secretario de Salud de Florencio Varela. Ni bien ocurrido el rescate, Scioli habló ante la prensa y terminó pidiendo el teléfono del vecino que sugirió la idea del lazo, a quien recordaba como “el hombre del chalequito de polar”. /font>
Fuente: http://tiempo.elargentino.com/notas/emotivo-rescate-de-vanesa-nena-...
- La pequeña Vanessa Mamani de tres añitos pasó mRescatan a una niña de 3 años atrapada en un pozo en Argentinaás de siete horas en el fondo del angosto pozo al que cayó por accidente.
- El hecho se produjo en la localidad de Pilares, en un área rural del partido de Florencio Varela, a unos 25 Km al sur de Buenos Aires.
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