Un bombero de 51 años se dejó la piel para salvar a personas atrapadas en el bloque 11 del sector 8 del Valle, convertido en una trampa de llamas y humo por un incendio originado en el tercer piso. Se dejó la piel. Literalmente. Salió del inmueble con las ropas humeantes, se despojó del mono y, según testigos presenciales, se le desprendieron jirones de piel. Al cierre de esta edición estaba en el hospital con quemaduras de segundo grado. Otro compañero, de 41 años, recibió el alta tras ingresar con heridas leves. Y varios componentes más del cuerpo de extinción de incendios hicieron honor al uniforme que visten para que nadie muriese ayer en el Valle. Arriesgando. Además de a los dos bomberos, hubo que atender a otras once personas por el fuego, el humo y los nervios.
Varios de los rescates se hicieron desde una escala a través de una cortina de humo y llamas. Así sacaron de una cornisa a la altura de un séptimo piso a una mujer de 30 años con un chiquillo de cuatro en los brazos. Y a una anciana de 101 años. «Su hijo, desde abajo, no paraba de dar voces para decir que todavía no había salido», relatan testigos presenciales. A dos ancianos con problemas de oído se les hizo también demasiado tarde para salir por su propio pie, quedaron cercados por el fuego y hubo que sacarlos por los aires. A pie mismo de bloque hubo que atender a muchas personas de las 28 familias del bloque, que salían de sus casas con lo puesto, arrastrando a seres queridos y mascotas, con el miedo reflejado en la cara.
Fallo eléctrico
El incendio comenzó en el 3º D. Allí, indican vecinos del inmueble, viven dos niños menores de edad con su madre y su tía. Fuentes de la investigación consultadas indicaban al cierre de esta edición que aún no se conocían las causas con certeza, pero que los primeros indicios apuntaban a un fallo eléctrico en una zona cercana a donde estaba el televisor. «Sí está claro que se inició en el salón», recalcan. Los propios niños fueron los que dieron el aviso a los pisos más cercanos, relatan los vecinos. «Todo se llenó de humo», indican. Ese piso quedó prácticamente destrozado por las llamas y el humo. A la madre se la llevaron en una ambulancia con una crisis de ansiedad.
El servicio de coordinación de emergencias 112 activó todos los recursos disponibles: 061, bomberos (estaban en otro servicio en la calle Ramón Espantaleón), Policía Local, Nacional (estaban en las inmediaciones haciendo un control), Cruz Roja (con sede justo enfrente del incendio) hospitales y centros de salud. Se activó incluso un helicóptero por si era necesario evacuar a alguien. «La coordinación ha sido muy buena», han destacado profesionales consultados.
Como consecuencia del incendio anoche durmieron en el albergue y en un hotel de Jaén seis familias, un total de 17 personas, quienes no pudieron ayer volver a sus viviendas.
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