Una casa ubicada en Posta de Yatasto 1390 quedó prácticamente destrozada a causa de un incendio que se desató en horas de la mañana de ayer. El domicilio pertenece a una mujer de 24 años de apellido Ortiz, quien reside con sus cuatro hijos menores y un hermano. Este último y una bebé de un año y medio de edad tuvieron que ser internados en el Hospital Lucio Molas.
El siniestro se inició alrededor de las 10.30. Según fuentes policiales, uno de los niños, de seis años, se encontraba jugando con un encendedor en una habitación de la casa en compañía de su hermano de tres años y sus dos hermanas mellizas, de un año y medio de edad. Su madre y su hermano, de 13 años, se encontraban acostados en un cuarto contiguo.
Aparentemente, el pequeño prendió fuego con el encendedor un colchón y desató la catástrofe: las llamas se esparcieron por las sábanas y progresivamente ocuparon toda la habitación, quemando un ropero y un televisor. La madre se percató de la situación y pudo escapar de la vivienda con una de las bebés y el niño mayor, pero el humo y el calor le impidieron regresar para sacar a la otra bebita, al niño de tres y al adolescente, que quedaron atrapados. Rápidamente, los vecinos se comunicaron con el Comando Radioeléctrico y se acercaron para auxiliar a la desesperada mujer.
Cuando la autobomba del Cuerpo de Bomberos llegó, el barrio estaba sumido en el caos. Los vecinos corrían con baldes y mangueras y algunos valientes ingresaban a la casa en llamas, pero el humo tóxico impedía que penetraran a la habitación donde se inició el fuego. El niño de tres años fue hallado por los rescatantes en el pasillo que conecta la cocina con las habitaciones y fue llevado al exterior, donde una patrulla policial lo cargó y lo trasladó al hospital. El pequeño fue hallado boca abajo en el suelo, pero una vez fuera de la casa se recobró.
En tanto, el hermano de Ortiz se encontraba atrapado en la otra habitación donde previamente estaba acostado, cuya única entrada era a través el fuego o por una ventana enrejada. A causa del humo el joven perdió el conocimiento y los vecinos, como no podían llegar por el interior de la vivienda, arrancaron la reja de la ventana y pudieron sacarlo.
Sin embargo, la bebita todavía estaba adentro.
Un valiente muchacho de apellido Guala entró a la habitación incendiada, encontró a la niña y la salvó de morir calcinada.
Según informaron fuentes del Hospital Lucio Molas, el muchacho de 13 años había respirado mucho humo y tuvo que ser internado en el ala de terapia intensiva, pero estaría fuera de peligro. En tanto la situación de la bebita es más complicada y estaría muy grave.
Fuentes: http://www.eldiariodelapampa.com.ar/
http://www.laarena.com.ar/
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