Vecino narra últimos minutos de bombero asesinado
El hombre buscó auxilio entre sus vecinos
RIO GRANDE. - Con lágrimas y voz quebrantada, Fernando Torres y su esposa, Ilea Maysonet contaron cómo trataron de auxiliar al bombero Edgardo Rivera Osorio, quien murió ayer al recibir un disparo de dos sujetos que aparentemente intentaron robarle en su residencia.
“Yo estaba aquí en ese momento cuando la esposa de mi cuñado, que vive al frente de él, vino donde mí y me dijo que él estaba herido. No pude hacer nada porque parece que el disparo le perforó un pulmón”, relató.
A solo pasos de la residencia de Rivera Osorio, que hoy en la tarde se mantenía solitaria, Torres contó que el bombero caminó hasta la casa de al frente y ahí se desplomó.
“Se levantó la camisa y ahí cruza (la calle). Se vio que estaba herido”, relató Toledo.
Adujo que aunque la Policía llegó a la calle 11 de la urbanización Rio Grande States, donde se produjo el fatal incidente, no auxilió al hombre, de 42 años.
“Como el guardia no hacía nada más que escribir, lo montamos en el carro”, sostuvo.
“Él me decía ‘Fernan me muero. Fernan me muero. Me falta el aire’. Yo le pregunté quién había sido y me dijo ‘Fernan un atraco’ y no le seguí preguntando”, contó Toledo, quien el domingo pasado compartió con el bombero mientras corrían motora.
En el intento de salvarlo, no lograron ni llegar a la PR-3 en dirección al hospital más cercano, sostuvo. “Cuando íbamos saliendo por el solo, ahí se fue. Ahí llegó la ambulancia, me paré y le dije a los paramédicos que le dieran ‘shock’ eléctricos a ver si lo podían revivir. Pero ya era demasiado de tarde”, dijo Torres.
“A mi esposo se le murió en las manos porque mi esposo iba atrás (en el auto) con él ayudándole”, relató Maysonet mientras las lágrimas recorrían sus mejillas. “Él era un gran ser humano. Llegó hasta la casa de mi hermano, que fue el primero que lo socorrió. Pero ahí se desplomó”, continuó la mujer.
La esposa de Rivera Osorio, a quien no identificó, no se encontraba en la casa al momento del atraco. “Cuando llegó se encontró con todo el revolú”, destacó Torres.
“Ella está destrozada y las nenas (también)”, dijo.
Las hijas del bombero, que se desempeñaba en la estación de bombas de Loíza, tienen 21 y 11 años, comentó Torres.
“Era una familia súper humilde. De ese hombre nadie puede hablar mal. Nadie porque era una persona súper humilde. No hay palabras para describir a esa persona. No tenía un no para nadie. Las puertas de su casa se las abría a to’el mundo. Siempre estaba contento, haciendo chistes. Su frase era ‘me la doy, humilde. Me la doy”, contó entre sollozos.
Al momento de recibir el mortal disparo, Rivera Osorio se encontraba en su residencia lavando una motora. Toledo contó que dos sujetos se le acercaron y le informaron del asalto.
“Ellos (los asaltantes) aparentemente venían buscando las armas de fuego. Él tenía portación de arma. Él forcejeó con uno de los asaltantes”, afirmó Torres.
Dijo que los asaltantes llevaron al bombero al interior de la residencia luego de “encañonarlo”.
“Y ahí estuvieron como por 15 a 20 minutos. Le revolcaron el cuarto”, contó Torres, quien sostuvo que el mortal disparo se produjo en las afueras de la residencia luego de que el bombero enfrentara a uno de los asaltantes.
“Yo vi el vídeo de lo que pasó”, reveló para de inmediato añadir que las cámaras de una de las residencias cercanas grabó el atraco.
“Ellos pasaron varias veces, lo vieron senta’o y se pararon más abajo. Vinieron caminando”, agregó.
De inmediato, dijo que los vecinos esperan por la Policía para entregar el vídeo.
Al momento, el silencio arropaba la calle, que según algunos vecinos se caracteriza por su tranquilidad. Pero esa misma tranquilidad es la que ha dado espacio a que se reporten otro delitos, dijo Héctor López.
“A mí me han dicho mucho de robos. Él (Rivera Osorio) era tremendo ser humano”, dijo López, quien al llegar anoche a la urbanización se topó con el tumulto producto del asesinato del bombero.
Cidmarie Rosario, otra residente en la misma calle, reconoció que teme por su seguridad.
“Sí porque uno está siempre solo aquí. Esto siempre está así (tranquilo)”, afirmó luego de revelar que trabaja con la esposa del bombero a quien ayer le dio el pésame.
Fuente: http://www.elnuevodia.com/noticias/seguridad/nota/vecinonarraultimo...
Bombero asesinado forcejeó con los maleantes
Recibió un disparo al resistir el robo domiciliario en Río Grande
Por ELNUEVODIA.COM
La víctima prestaba servicio en el Parque de Bombas de Loíza. (GFR Media)
La División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) del área policiaca de Fajardo trabaja en la identificación de los dos individuos que asesinaron a un bombero en medio de un robo domiciliario que este intentó resistir durante la noche de ayer, miércoles, en la urbanización Río Grande Estates, según informó la Policía.
De acuerdo con la pesquisa preliminar, a eso de las 9:45 p.m., las autoridades recibieron una llamada a través del Sistema de Emergencias 9-1-1, en la que se alertaba sobre una persona herida de bala en la calle 2 de la referida urbanización, en Río Grande.
Los vecinos intentaron transportar al herido al hospital y, cuando salieron de la urbanización, se toparon con la ambulancia. Cuando los paramédicos le tomaron los signos vitales, lo declararon muerto. La víctima fue identificada como Edgardo Rivera Osorio, de 42 años, quien laboraba en la estación de bomberos de Loíza.
El director del CIC del área de Fajardo, teniente Carlos Nazario, explicó que Rivera Osorio se encontraba en la marquesina de su residencia mientras llegaba la hora de salir a cumplir con su turno de trabajo a las 11:00 p.m. cuando dos individuos que estaban caminando por la acera entraron de súbito.
“Lo encañonan y bajan la puerta corrediza de la marquesina”, detalló Nazario.
Los investigadores establecieron que los delincuentes estuvieron en el interior de la casa durante unos 10 minutos y que se robaron prendas que estaban guardadas en la habitación matrimonial y la billetera de Rivera Osorio, la cual solo contenía documentos personales.
Transcurridos los 10 minutos, se abrió la puerta de la marquesina y se observó a Rivera Osorio forcejeando con uno de los individuos y se escuchó el disparo que lo alcanzó en el pecho, contó el teniente. El dúo de ladrones logró huir.
Indicó que Rivera Osorio guardaba en su cuarto un arma de fuego para la que tenía su licencia de portación al día, pero que no consiguió utilizarla para defenderse. Los maleantes no se la robaron. Tampoco pudieron abrir una caja fuerte cuyo contenido se desconoce, según el jefe del CIC.
Nazario agregó que la víctima logró caminar hasta la casa de uno de los vecinos para buscar ayuda y se desplomó.
El funcionario reafirmó que los investigadores están trabajando intensamente en esta pesquisa para identificar a los asesinos.
En lo que va de año, han ocurrido cuatro asesinatos, cinco menos que los reportados a esta fecha durante el año pasado.
Fuente: http://www.elnuevodia.com/noticias/seguridad/nota/bomberoasesinadof...
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