18/07/2014
Llovieron cadáveres en un pueblo ucraniano tras el derribo del avión Una ciudadana ucraniana sufrió en su casa por la destrucción de la aeronave de Malaysia Airlines. Un cuerpo en la cocina.
Cuerpos, pedazos de metal, partes de equipaje y otros restos “llovieron” en un área agrícola ucraniana a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia luego de que el vuelo MH17 de Malaysia Airlines fuera derribado sobre el este de Ucrania. Uno de los cadáveres atravesó el techo de la casa de una ciudadana ucraniana, Irina Tipunova, en el tranquilo pueblo de Rozsypne. "Abrí la puerta y vi gente cayendo. Uno cayó en mi huerto", comentó la testigo a Reuters.
"Hubo un sonido ensordecedor y todo comenzó a temblar. Luego empezaron a caer objetos desde el cielo", explicaba Tipunova, una jubilada de 65 años, frente a su casa. Añadió: "Y luego escuché un estruendo y ella aterrizó en la cocina, el techo estaba roto”. Cuando estaba siendo cuestionada por la periodistael cuerpo desnudo de una mujer yacía aún dentro de la vivienda junto a una cama; no había retirado aún el cadaver pues estaba esperando que los expertos llegasen para hacerse cargo de la situación.
A unos 100 metros de la casa de la jubilada ucraniana había decenas de cuerpos en los trigales donde el avión cayó el jueves. La parte delantera del aparato se estrelló en medio de un campo de girasoles a un kilómetro de la casa de Tipunova. En sus alrededores se esparcieron restos, cuerpos o partes de ellos yacían en el terreno.
Según las declaraciones de los trabajadores de emergencia, se hallaron la mayoría de los cuerpos, algunos de ellos casi intactos y otros, por el contrario, destrozados. Los cadáveres se habían empezado a apilar de forma más o menos ordenada pero otros yacían justo donde cayeron. El lugar fue marcado con palos con tela blnaca clavados en el suelo.
Fuente: http://www.perfil.com/internacional/Llovieron-cadaveres-en-un-puebl...
Los cuerpos 'llovían' sobre los pueblos de Ucrania tras el derribo del avión de Malaysian Objetos de los pasajeros esparcidos por el suelo. Objetos de los pasajeros esparcidos por el suelo. Efe Reuters Actualizado: 18/07/2014
Primero fue la fuerte explosión que hizo temblar los edificios, después empezaron a 'llover' los cuerpos. Uno de los cadáveres cayó a través del techo de la casa de Irina Tipunova, justo después de que el vuelo MH17 de Malaysia Airlines explotase en el este de Ucrania, en un pueblo donde los separatistas pro rusos luchan contra las fuerzas gubernamentales.
"Hubo un ruido, parecido a un aullido, y todo comenzó a vibrar. Empezaron a caer objetos del cielo", cuenta la pensionista de 65 años frente a su casa de ladrillo gris. "Oí un rugido, y ella aterrizó en la cocina, el techo estaba roto", dice mostrando el agujero y con el cuerpo desnudo de la mujer aún dentro de la casa.
A unos 100 metros de la vivienda de Tipunova, docenas de cuerpos yacen en los campos de trigo sobre los que se estrelló el jueves el avión derribado con 298 pasajeros a bordo. Todavía visiblemente afectada por la experiencia, la mujer asegura: "el cuerpo sigue aquí porque me han dicho que tienen que venir los expertos a por él". Otra joven vecina de la zona que ha preferido no dar su nombre asegura que salió corriendo de su casa nada más escuchar la explosión: "abrí la puerta y vi a gente caer del cielo, una persona cayó en mi huerto".
Claveles rojos y bolsas de plástico
No eran sólo cuerpos lo que caía. Trozos de metal, maletas y otros objetos se estrellaron contra el suelo de este área agrícola, a unos 40 km de la frontera rusa. La parte delantera del aparato cayó en un campo de girasoles, a un kilómetro de la casa de Tipunova. Escombros, cuerpos y partes de cuerpos estaban esparcidos por toda la zona.
Los equipos de rescate aseguran que han encontrado la mayor parte de los cadáveres, algunos de ellos prácticamente intactos, otros mutilados. Algunos han sido amontonados en un mismo punto, pero otros continúan en el mismo lugar en el que cayeron, identificados con palos colocados en el suelo. Varios cuerpos han sido envueltos con bolsas de plástico, casi transparente, cuyas esquinas se sostienen con montículos de tierra o piedras. Sobresalen piernas bajo las bolsas y han colocado un clavel rojo sobre una de ellas. Entre los fallecidos había muchas mujeres y niños, el cuerpo de un chico de 10 años aún yace junto a la cabina del piloto cubierto por una bolsa.
24 horas después de que el avión fuera derribado, la escena era un caos. Zapatos, medicamentos, maletas vacías, ropa... esparcidos sobre los campos. En un esfuerzo por limpiar algunas zonas de la catástrofe, los restos de cuerpos han sido retirados de las carreteras, llenas de baches, junto con restos del fuselaje y las alas del avión con el rojo y el azul del logo de la compañía. Los trabajadores de emergencias, pocos el jueves, han llegado el viernes y han instalado dos grandes tienda de campaña. Periodistas y residentes de la zona deambulan sin restricciones a través de las cenizas y los restos carbonizados.
Los rebeldes, con uniforme de combate, han seguido nerviosos los procedimientos. Kiev les ha acusado de derribar el avión, acusación que han negado y se han comprometido a no interferir en la investigación internacional que se está llevando a cabo. El constante sonido de morteros y disparos en la distancia sirve como recordatorio del conflicto entre los separatistas y las fuerzas del Gobiernos, que tratan de sofocar la revuelta contra Kiev que dura ya tres meses.
Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2014/07/18/53c938baca474147348b...
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