Ricardo Cuba logró retratar en una imagen el espíritu de los bomberos. El valor de estos hombres que no reciben un sueldo, que muchas veces no cuentan con las facilidades para ayudar a quienes no conocen, y toda esa fuerza que sale de ellos cuando se trata de salvar vidas, podría representarse fácilmente en alas, las mismas que acompañan a Carlos Schmitt en la icónica foto.
Sin planearlo, la obra de Cuba se volvió viral y llegó a pasar fronteras. Usuarios de diversos países han compartido la foto y le han mostrado su gratitud a quienes llaman “ángeles terrenales”, pero, ¿quién es el hombre de la imagen?
Su historia merece ser contada. Se trata de Carlos Schmitt, tiene 32 años y 10 de ellos los ha usado para servir como bombero. Para él, es una tradición familiar, ya que su abuelo, su padre y sus tíos se han dedicado a salvar vidas.
“Me acuerdo que cuando tenía 5 años y vi pasar a los bomberos. Los seguí con mi bicicleta hasta la emergencia. Claro, cuando regresé a mi casa, mi mamá me esperó con un palo”, recuerda entre risas.
Pertenece a la Compañía de Bomberos Internacional 14, de la comandancia de Lima Centro 4. “Hago de todo, soy paramédico técnico en materiales peligrosos, bombero maquinista, manejo las unidades e ingreso a los incendios”, detalla.
Sin embargo, y pese a que se desempeña en más de una función, ocupa la mayor parte de su tiempo dentro de los incendios y manejando los camiones. Pero, no se puede vivir de ser bombero, por lo que Carlos es ingeniero de transportes y agota sus horas del día entre su trabajo y su voluntariado.
“Cuando terminan mis 8 horas de trabajo, salgo corriendo y voy a la compañía. Generalmente, paso 4 o 5 días de la semana en el voluntariado”, dice orgulloso de su labor.
La historia detrás de la foto
En abril del año pasado, un incendio se registró en el Cuartel General de la FAP, en Jesús María. Carlos se encontraba en su trabajo, cuando por su radio escuchó lo ocurrido. Ese día, laboró de amanecida y, apenas salió, tomó un taxi hasta su compañía para manejar la unidad.
“Cuando llegué, reemplacé al maquinista del camión y por momentos ingresé al siniestro”, relata sobre el día en que quedó retratado como un "ángel terrenal".
Incendio en galería Nicolini
Hace cinco días, Schmitt había trabajado de turno tarde y se enteró de lo que ocurría en la galería Nicolini. Saliendo de sus labores, cogió su moto y fue directo al incendio. “Trabajé hasta las 6 de la mañana y luego regresé el domingo por la tarde”, me cuenta, antes de ingresar a su trabajo en el que se deberá amanecer, pues él, ya está acostumbrado a descansar solo 4 horas al día.
FUENTE: https://larepublica.pe/sociedad/889824-carlos-schmitt-el-bombero-co...
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