El Ayuntamiento de Madrid tendrá que indemnizar con 111.400 euros a la familia de un miembro de Bomberos de la capital que murió como consecuencia de un cáncer generado por la exposición durante varios años al amianto que contenían diversos útiles del equipamiento del Cuerpo.
Así lo determina una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), del 14 de febrero pasado, que desestima la apelación que presentó el Ayuntamiento a una sentencia previa de un juzgado madrileño el 7 de junio de 2011 que daba la razón a la familia de la víctima. Según la sentencia apelada, la víctima murió el 15 de junio de 2009 "a consecuencia de un mesotelioma y que dicha patología tuvo su origen en la exposición al amianto como consecuencia del desempeño de su trabajo en el Cuerpo de Bomberos".
Es la primera vez que el Ayuntamiento de Madrid es condenado a pagar una indemnización por la muerte de un bombero tras una exposición prolongada al amianto, un material que contenían diversos equipos y materiales utilizados de forma habitual por los miembros del Cuerpo de Bomberos municipal.
El fallo tiene en cuenta la declaración de los peritos médicos que concluyeron que la presencia de amianto por asimilación bronquial era el origen del mesotelioma que veinte años después padeció el bombero. Según estos expertos, esta enfermedad puede permanecer latente entre 20 y 40 años. Además, aseguraron que el bombero falleció a consecuencia de la exposición al amianto, y que había una relación directa inequívoca.
El bombero afectado falleció en 2009, tres años después de su jubilación. La familia, que ha preferido no hacer declaraciones a los medios de comunicación, presentó una reclamación al Ayuntamiento de Madrid, que rechazó acordar la indemnización solicitada, por lo que la familia acudió a los tribunales.
El fallo resalta que el servicio de bomberos de Madrid disponía de equipamiento que contenía amianto desde 1972 hasta 1985. No obstante, las manoplas con amianto no fueron retiradas del servicio hasta 1991.
El abogado de la familia en el caso, Gonzalo Martos, destacó la importancia de esta decisión judicial de cara a otros casos similares: "La sentencia es importante porque ha habido otros muchos bomberos que estuvieron en contacto con el amianto, y sabemos al menos de un caso en el que una familia se le pasó la fecha para reclamar las responsabilidades". Este letrado explicó también que el fallecimiento del funcionario municipal se produjo a consecuencia del mal funcionamiento de la Administración: El Consistorio facilitó al Cuerpo de Bomberos durante décadas material que contenía amianto, a pesar de que se sabía el daño que producía en la salud".
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