La capital de Jalisco conmemora una letal serie de estallidos que mató a 206 personas y dejó heridas a más de 1,400 en 1992
Las explosiones de 1992 afectaron 14 kilómetros de calles en Guadalajara (El Informador/Cortesía)
GUADALAJARA (CNNMéxico) — La potente explosión levantó por los aires, destrozado, al camión urbano. Ana Lilia Ruiz Chávez, una de las pasajeras, de 59 años, no recuerda qué sucedió en ese momento. Se lo explicaron después: mientras circulaba el autobús, el colector bajo tierra estalló por la gasolina que fluía en sus entrañas desde hacía más de 24 horas. Voló todo: personas, casas, negocios, vehículos. Todo.
Las calles de Constitución y 20 de noviembre fueron de las más afectadas. Así lucen en la actualidad (El Informador/Cortesía)
Ruiz Chávez perdió el conocimiento. Cuando despertó, manos solidarias la rescataban entre los escombros del drenaje. Por las lesiones le amputaron una pierna. ¿Cómo salió disparada del autobús y cayó entre los restos del colector? Hasta ahora, 20 años después, no lo sabe.
Los daños alcanzaron 126 manzanas. Un día antes de las explosiones , los vecinos habían alertado a las autoridades sobre el intenso aroma a gasolina (El Informador/Cortesía)
Ese día, 22 de abril de 1992, Guadalajara enfrentó la peor tragedia que haya sufrido por una explosión. Poco después de las 10 de la mañana se registraron 10 estallidos en el colector oriente de la ciudad. Uno tras otro, en minutos, sorprendieron a los vecinos del Sector Reforma, de los cuatro en los que se dividía la ciudad. El barrio más dañado fue Analco, ubicado al oriente de Guadalajara.
Las explosiones arrasaron 14 kilómetros de calles y fincas aledañas. Los daños alcanzaron 126 manzanas. Murieron 206 personas y más de 1,400 resultaron lesionadas, como Micaela Morales Gutiérrez, ama de casa de 65 años de edad, quien resultó gravemente herida y que, dos décadas más tarde, dice que camina con dolor porque en lugar de columna vertebral carga "fierros" que le colocaron en diversas intervenciones quirúrgicas.
El 21 de abril, los vecinos habían alertado a las autoridades sobre el intenso aroma a gasolina y los gases que brotaban de las alcantarillas, según testimonios recogidos en notas periodísticas. Bomberos y empleados de la dependencia que administra el agua y el drenaje comprobaron los altos niveles de explosividad. Personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) también rastreaba el colector.
Luego del incidente, el 30 de abril, el entonces gobernador Guillermo Cosío Vidaurri solicitó licencia al Congreso del Estado, que en apenas diez minutos se la autorizó. En su lugar fue designado como gobernador interino Carlos Rivera Aceves.
Ahora, Cosío Vidaurri, de 82 años de edad, trabaja como notario público y participa en el PRI.
A pesar de que damnificados, políticos —entre ellos el actual gobernador del estado, Emilio González Márquez, quien entonces era un militante recién ingresado al Partido Acción Nacional (PAN)— académicos y organizaciones ciudadanas señalaron a la paraestatal como la responsable de que miles de litros del combustible se introdujeran al drenaje, nunca fue acusada penalmente. Tampoco se comprobó legalmente la responsabilidad de alguno de sus funcionarios.
Una investigación realizada ese año por la Procuraduría General de la República (PGR), a cargo de Ignacio Morales Lechuga, exoneró a Petróleos Mexicanos (Pemex). En noviembre de 1992, en reunión con miembros de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, el fiscal declaró que no se habían encontrado elementos que le permitieran fincar responsabilidades penales ni a personal de Pemex ni a particulares.
Las autoridades reportaron que 206 personas perdieron la vida y más de 1,400 resultaron heridas (El Informador/Cortesía)
Luego de la declaración del procurador quedaron libres bajo fianza, tras casi ocho meses de cárcel, nueve funcionarios inculpados de las explosiones, cuatro de ellos empleados de Pemex y el entonces presidente municipal de Guadalajara, Enrique Dau, quien está al frente de la Fundación Colosio de Jalisco.
Vista de las calles, 20 años después (El Informador/Cortesía)
Estos funcionarios fueron acusados por homicidio imprudencial, lesiones imprudenciales, daños en propiedad ajena, ataques a las vías generales de comunicación y violaciones a la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.
En el proceso penal a los inculpados de las explosiones se hizo referencia también a los informes de alta explosividad que tenía una de las dependencias, Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado.
El gobierno federal y Pemex aportaron 331 millones de pesos que administró un patronato para pagar indemnizaciones y ayudas a 10,000 personas, según reveló en noviembre de 1993 su presidente, el exalcalde de Guadalajara, Gabriel Covarrubias.
Ese año, el patronato informó que los recursos se destinaron a indemnizaciones de fincas, vehículos, menajes de casas, contenidos de comercios con daños parciales o totales; a familiares de personas fallecidas, a lesionados por invalidez parcial o permanente; ayudas para enganches de viviendas o rentas, entre otros rubros.
¿Cómo llegó la gasolina al drenaje?
La versión de la PGR tras los peritajes fue que concurrieron "numerosos factores y no solo la rotura del poliducto Salamanca-Guadalajara"; entre esos factores, en voz de Morales Lechuga, estaban una obra del Tren Eléctrico Urbano y el "montaje inadecuado" de un tubo de agua sobre el poliducto.
20 años después, el mayor Trinidad López Rivas —en 1992 director de los bomberos tapatíos y ahora titular de la Unidad Estatal de Protección Civil y de Bomberos— afirma que jamás ha conocido los resultados de las investigaciones.
En tanto, están pendientes 11 demandas de damnificados, entre las cuales piden que se incluyan a 14 personas más como lesionadas, que se indemnice a las familias de seis personas fallecidas después de 1992 a consecuencia de sus heridas, que se apoye con vivienda a 12 familias y que se coloque el monumento en memoria de las víctimas, a que se comprometió el gobernador interino Carlos Rivera Aceves, entre otros puntos.
Ana Lilia Ruiz Chávez, que como damnificada organizó a un grupo de lesionados en la asociación civil Abril en Guadalajara, dice que a 20 años de distancia aún no se les hace justicia a los heridos. "No les ha importado todo el dolor que hemos padecido", lamenta. Este domingo recordará a las víctimas de la tragedia con una misa y una caminata.
Fuente: http://mexico.cnn.com/nacional/2012/04/22/las-dudas-por-las-explosiones-de-guadalajara-continuan-20-anos-despues
El Occidental
22 de abril de 2012
Víctor Manuel Chávez Ogazón
Guadalajara, Jalisco.- A 20 años la herida no cierra. Aun cuando la historia es desconocida para las nuevas generaciones, ni los heridos ni los sobrevivientes la olvidan, tampoco aquellos que atestiguaron las explosiones del 22 de abril de 1992.
Hoy domingo se cumplen dos décadas de la tragedia tapatía. Y el sentimiento que queda es que no hubo justicia.
Varios fueron los procesados, pero ningún culpable. Y si todo señala a Pemex, quedó en eso, sólo en un hecho que ha juzgado la historia.
Y es que cómo olvidar los constantes llamados de auxilio de los ciudadanos que fueron desoídos por las autoridades. Desde dos días antes empezaron los llamados que indicaban la presencia de combustible no sólo en el drenaje, sino también en el agua potable.
La cantidad de gasolina vertida sobre el drenaje, más allá de la "teoría del hoyito", era impresionante al grado que impregnó mantos freáticos como los localizados debajo del edificio sede de EL OCCIDENTAL.
Sin embargo, no hubo acciones preventivas a fondo. El problema creció conforme pasaron las horas y cuando los valientes bomberos de Guadalajara levantaron tapas del drenaje para limpiar -oxigenando además la fórmula explosiva- bastó un chispazo para que sobreviniera la fuerte explosión, según una de las teorías vertidas en el expediente que se llevó en el Juzgado Sexto de Distrito en materia Penal.
Después de las 10:00 horas empezó la cadena de explosiones que acabaron con 11 kilómetros de calles. La calle de Gante prácticamente fue borrada de mapa, la más afectada y donde más víctimas hubo.
Murieron 210 personas, casi 500 heridos y 15 mil personas sin hogar. El daño económico estimado es de entre 700 y mil millones de dólares. Son cifras, pero detrás de cada persona sin vida hay una historia... una tragedia.
Cómo olvidar el caso del trabajador que laboraba en torno a un poste y murió ahí. Su pequeño hijo, que lo acompañaba por estar de vacaciones de Semana Santa, sobrevivió al quedarse dentro del auto.
O el caso del ama de casa que subió a lavar y al momento de la explosión cayó en una azotea contigua. Su hermana y su pequeño hijo murieron sepultados en su casa.
La familia que perdió a tres de sus pequeños o el joven que vio morir a su padre y su hermano dentro del negocio de la familia. Sólo se salvó porque salió a la calle y abordó un auto para repartir unas refacciones.
Desde un principio se consideró injusto que se procediera contra un ex alcalde de Guadalajara, funcionarios del SIAPA y de mandos medios de Pemex. El tiempo y los tribunales le dieron la razón al quedar todos ellos libres en diciembre de ese mismo año.
Pero fue el procurador general de la República en la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León, Antonio Lozano Gracia, el encargado de dar el "cerrojazo" jurídico al caso cuando en una visita a Guadalajara y a pregunta de EL OCCIDENTAL dio por hecho que al quedar libres los presuntos implicados, ya no había delito que perseguir -así lo dijo- y dio el asunto por cerrado.
Veinte años, la herida abierta y estamos como al principio: sin culpables.
Fuente: http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n2514865.htm
Asociación 22 de Abril en Guadalajara presenta pendientes
Explosiones 22 de abril
Sector Reforma
El 22 de abril debe enseñarse en las aulas: sobrevivientes
La Asociación invita a la ciudadanía a la misa y a los eventos que se llevarán a cabo para conmemorar el XX Aniversario
El resultado son 11 compromisos sin cumplir; después de dos decadas existen 12 personas sin vivienda tras el desastre
GUADALAJARA, JALISCO (18/ABR/2012).-Peticiones sin respuesta, compromisos incumplidos, solicitudes ignoradas, esa es la situación que dio a conocer la Asociación 22 de Abril en Guadalajara, A.C., a 20 años de las explosiones en el Sector Reforma.
Mediante un comunicado de prensa, la organización presidida por Ana Lilia Ruiz Chávez, quien perdió una pierna como resultado de las explosiones, denunció 11 compromisos no cumplidos por las autoridades como incluir 14 afectados al FIASS, indemnización a las familias de seis personas fallecidas después de 1992 y falta de vivienda de 12 compañeros.
También se mencionó la falta de representatividad "real" dentro del Comité Técnico del FIASS, que los servicios médicos "sólo mejoran cuando hacemos presión y/o señalamientos constantes", pendientes en cuanto a prevención de desastres y que aún no se han esclarecido las responsabilidades del caso.
"Algunos dirán que ya es tiempo de olvido. Que deberíamos estar acostumbrados a la situación que grabó en nosotros tal suceso, pero al desaire, al desprecio, a las humillaciones nadie se acostumbra, por eso a 20 años de la tragedia (...) aquí seguimos, manteniendo viva la llama de la memoria, para que no se olvide, porque no se nos ha hecho justicia...", cita el documento.
Asimismo, la asociación informó que el 27 de marzo pasado solicitó al secretario General de Gobierno, Víctor Manuel González Romero que interceda ante el gobernador Emilio González Márquez "a que cumpla con su compromiso".
Por último, se entregó un programa de actividades con motivo del XX Aniversario de las explosiones del 22 de abril en el que se invitó a la ciudadanía a estar en la misa y en todos los eventos organizados por la asociación.
EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI
Fuente: http://www.informador.com.mx/jalisco/2012/370664/6/asociacion-22-de-abril-en-guadalajara-presenta-pendientes.htm
Las Explosiones de Guadalajara, México en 1992 tuvieron lugar en la segunda ciudad más grande de México, Guadalajara y ocurrieron el 22 de Abril de 1992 el barrio céntrico de Analco.
Las explosiones de gasolina en el sistema de alcantarillado ocurrieron poco después de las 10 de la mañana (hora local), destruyendo 14 Kilometros de calles, siendo la calle de Gante la más afectada. Según cifras oficiales, las explosiones mataron a 209 de personas, dejaron casi 500 heridos y 15.000 personas quedaron sin hogar. El daño económico estimado es de entre 700 y 1.000 millones de dólares dólares. El área afectada se puede reconocer en la actualidad por la arquitectura más moderna en las áreas que fueron destruidas.
Cronología de los hechos
Antes de las explosiones:
19 de abril: Vecinos de la calle Gante envían reportes al Ayuntamiento de Guadalajara informando que hay un fuerte olor a gasolina y ésta también salía de las tomas de agua, además salía humo de las alcantarillas.
21 de abril: Trabajadores del ayuntamiento y de la dirección de Protección Civil, tardaron dos días en acudir a la calle Gante para hacer revisiones, encontrándose fuertes niveles de gasolina y otros hidrocarburos, sin embargo se dijo que no era necesaria la evacuación de la zona. Lo cual produjo la pérdida de vidas humanas.
Se registra una temperatura muy calurosa de casi 36 °C
22 de abril:
10:00: Las tapas de las alcantarillas comienzan a botar y columnas de humo de color blanco comienzan a salir de ellas
10:05: Se registran las dos primeras explosiones, la primera en la esquina de laCalzada Independencia y la calle Aldama, y la segunda en el cruce de las calles Gante y 20 de noviembre.
10:06: Se recibe la primera llamada en el 060.
10:08: Tercera explosión, un autobús de la ruta 333 pertenenciente a la empresa Alianza de Camioneros Jalisco A.C.(hoy Tutsa) es proyectado por los aires, en la esquina de Gante y Nicolás Bravo.
10:12: Cuarta explosión, ésta se registra en la Av. González Gallo.
10:15: Trabajadores de fábricas ubicadas a los largo de la Av. González Gallo comienzan a ser evacuados.
10:16: Comienzan a llegar cuerpos de rescate y voluntarios a las zonas afectadas por las explosiones.
10:23: Quinta explosión, ocurre en el cruce de Gante y Calzada del Ejército.
10:29: El barrio de Mexicaltzingo es evacuado.
10:31: Sexta explosión, se registra en el cruce de las calles 5 de Febrero y Río Bravo.
10:43: Séptima explosión, esquina de calles Gante y Silverio García.
11:00: Continúan llegando más cuerpos de rescate a zonas afectadas.
11:02: Octava explosión, ésta ocurre en el cruce de Av. Río Nilo y Río Bravo.
11:03: Las colonias Atlas, Álamo Industrial, El Rosario, Quinta Velarde, Unidad Modelo Fraccionamiento Revolución y el centro del municipio de Tlaquepaque, son evacuadas.
11:16: Últimas dos explosiones registradas, una en el cruce de Río Pecos y Río Álamo, y la otra en González Gallo y Río Suchiate.
Después de las 12:00: Ante el miedo de que ocurran más tragedias, personas de toda el área metropolitana comienzan a destapar las alcantariilas, para en caso de haber gases, estos salieran.
01:38: Se les informa a los habitantes de colonias como Zona Industrial, 18 de marzo, Fresno, 8 de julio, Ferrocarril, La Nogalera, Morelos, Echeverría, Polanco, 5 de mayo y Miravalle, que estén alertas ante cualquier evento que pudiera ocurrir.
Después de las explosiones:
25 de abril: Pánico en las colonias 5 de Mayo, el dean, Echeverría y Polanco, bomberos piden que no se encienda ningún tipo de flama, debido a un fuerte olor a gas, pero después se confirmó que fue una fuga en una tubería de Pemex.
El entonces Presidente Municipal de la ciudad Enrique Dau Flores, no consideró que fuera necesaria la evacuación de la zona, aunque posteriormente los resultados de una investigación en el desastre arrojaron que había causas de la tragedia:
- Tubos de agua nuevos, hechos de cobre revestido de zinc, fueron emplazados cerca de una tubería de acero perteneciente a Pemex. La humedad de la tierra hizo que los metales tuvieran una reacción electrolítica, que eventualmente ocasionó la corrosión de ésta última, creando un agujero que provocó que la gasolina se fugase al subsuelo y en la tubería principal municipal.
- Ese alcantarillado fue construido en forma de "U" para que la ciudad pudiera ampliar su sistema de tren ligero. Sin embargo, el sistema de alcantarillado se construye generalmente en cuesta, de modo que la gravedad mueva la basura acumulada con mayor facilidad. Pero para que el diseño funcionara, un sifón invertido fue colocado de modo que los líquidos pudieran empujarse contra gravedad. Pero el diseño tenía sus fallas. Mientras los líquidos eran bombeados con éxito, los gases no y los gases de gasolina se acumularon, y una chispa era suficiente para desencadenar la explosión.
El metal que choca con más metal puede producir chispas, aun cuando una boca de tormenta es acomodada de nuevo en su lugar. En consecuencia, los funcionarios del Gobierno del Estado y funcionarios de Pemex se culparon unos a otros. Hubo gente que pensó que una compañía fabricante de aceites de cocina tiraban hexano por el desagüe, un líquido inflamable similar a la gasolina, pero posteriormente ésta versión fue descartada. Hubo detenciones de numerosas personas presuntamente implicadas en la omisión detonante de la explosión. Sin embargo, al final toda esa gente fue exonerada y en la actualidad no hay persona alguna que purgue condena por causa de esos hechos.
Éste hecho, fue el detonante para que el entonces Gobernador del Estado, Guillermo Cosío Vidaurri dimitiera de su cargo y fuera reemplazado por Carlos Rivera Aceves
LA HERMANDAD DE BOMBEROS RECORDANDO LAS EXPLOSIONES DEL 22 DE ABRIL EN GUADALAJARA, MÉXICO
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