Media hora es lo que tardaron los bomberos del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA), de la Asociación Sociocultural Bombeiros de Galicia, en sacar del Buraco do Inferno de Ons a un herido que se había caído por esta sima, que tiene cerca de 50 metros de profundidad y da directamente a unas piedras y al mar. En total ocho expertos llegados de toda Galicia pusieron a prueba ayer sus habilidades en un simulacro en esta sima con una complejidad extrema y que contó también con la colaboración del Servicio de Guardacostas de Galicia. "Las cosas salieron muy bien, porque tardamos menos de lo previsto. Eso sí, sin los puntos de anclaje previos tardaríamos unos 20 minutos más", explicó tras el rescate el presidente de la asociación profesional, Miguel Pazos.
Desafiando al oleaje, el mal tiempo e incluso el cierre de los servicios regulares del barco, los bomberos especializados en rescate en altura llegaron a la isla buenense el martes, para verse cara a cara por primera vez con el Buraco do Inferno, sobre el que tantas leyendas circulan. Ayer llegaron bomberos de Santiago e integrantes de la ONG "SOS Emergencias Uepas" -con sede en Vigo y que actuaron en catástrofes como el último terremoto de Turquía- para comprobar de primera mano el protocolo de actuación, así como investigadores de la Universidade de Vigo. Acudieron en el barco "Delfín Primero" de la empresa Cruceros Rías Baixas con base en Portonovo. También asistió el concejal del gobierno de Bueu, Fidel Castro.
Tras llegar a la sima con un pequeño tractor con remolque sobre las 10.45 horas, comenzó el rescate. El que hacía de herido fue el primero en bajar. Los bomberos instalaron un sistema de anclajes ayudándose de una grúa polipasto y de un tractel manual que permitiría el ascenso del rescatador con el herido y la camilla.
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En primer término bajó un bombero para reconocer el terreno, localizar a la víctima y valorar su estado. Bajó acompañado de una línea guía para facilitar el descenso del segundo rescatador con la camilla. Y es que la complejidad de la zona no se encuentra tanto en la profundidad de la garganta, sino en sus condiciones. "La cavidad de abajo -por la que entra el agua y el viento- provoca un efecto chimenea que hace rotar la camilla, con la cuerda guía la pudimos estabilizar para ascender sin peligro para el herido", explicó Felipe Aguete, bombero natural de Bueu que se encargó de subir al herido. La lluvia apenas hizo su aparición y la previsión del viento contemplaba rachas de 23 kilómetros por hora, aunque fue en aumento a medida que avanzaba la operación.
A las 11.02 engancharon la camilla al sistema de cuerdas y arneses y apenas siete minutos después ya estaba descendiendo. Media hora más tarde el rescatador regresó a la superficie en una operación lenta, debido al recorrido pequeño del tractel en el que se alternaban dos bomberos. Una vez que el cuerpo del herido estaba en la superficie fue necesaria la actuación de seis personas para superar la valla de piedra que delimita el Buraco do Inferno, ubicado en el extremo sur de Ons.
Con el herido en la camilla, aguardaron a la llegada a la isla del helicópetro Pesca 1, con base en Vigo. Un efectivo de Guardacostas de Galicia le dio desde tierra la maniobra de aproximación. El piloto maniobró para ponerse con el frontal en contra del viento, lo que facilitó su estabilidad en el aire. Sobre las 12.07 un efectivo de Salvamento se descolgó por una cuerda guía hasta tierra y escenificó el ascenso del rescatado en la camilla para poner rumbo al continente con el herido a las 12.15 horas.
Primera experiencia
Los bomberos del GERA, entre los que se encuentran los hermanos de Bueu Emilio y Felipe Aguete, explicaron tras la operación que es la primera vez en la que realizan un simulacro en esta sima de Ons. "Nunca actuamos con esta altura pero sí en simas y paredes verticales a lo largo de toda Galicia", desvelaron.
El presidente de la Asociación Bombeiros de Galicia señaló que los rescates de este tipo que más se producen en Galicia tienen relación con accidentes en los pozos domésticos. Los participantes en el simulacro alertan también de que la caída directa desde el Buraco do Inferno es sobre piedras, y no sobre el mar, por lo que las posibilidades de rescatar a un posible herido con vida son remotas.
Consiguieron coordinarse para actuar en casos emergencias similares con la mayor rapidez y sin cometer errores, gracias al permiso concedido por parte de Parques Nacionales. El despliegue provocó también el interés de algunos residentes en Ons que se acercaron a la zona para presenciar tanto el rescate como la llegada del helicóptero.
Cerca de las 18.00 horas los efectivos estaban de regreso en el muelle de Portonovo.
Fuente http://www.farodevigo.es/portada-o-morrazo/2014/09/18/bomberos-baja...
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