LA OBESIDAD, SUS RIESGOS.
Aporte del Sr. Jorge Riquelme (enfermero profesional) para la Campaña “Enfermedades Prevalentes Obesidad y Tabaquismo” organizada por “La Hermandad de Bomberos” del Sr. Cristian Pompei y “EFOCIR” (Proyecto Fénix) del Sr. Gerardo Crespo.
Sin duda uno de los más nocivos flagelos que nos trajo el siglo XXI, tal como lo define la organización mundial de la salud, es el “síndrome del hombre quieto”. O dicho de otra manera; el tristemente famoso “Sedentarismo”.
El mismo es el resultado de una serie de elementos que han ido conformando la cultura de este nuevo hombre , que tiende a arraigarse en la sociedad desde la niñez, perjudicando la salud de las personas, sin distinción de género, edad, situación geográfica, clase social, nivel educativo o cultural.
Toda la ingestión de energía (medida en kilocalorías [calorías]) proviene de los alimentos que se ingieren y luego consume el organismo para satisfacer sus necesidades, la ingestión de estas calorías en una persona no tendría que superar las necesidades funcionales de su organismo (el metabolismo, la actividad física, el efecto térmico del alimento y el crecimiento).
Lamentablemente en este tiempo, la suma de estos factores son las principales causas de aumento de peso que silenciosa y paulatinamente se transforman en la patología que posee la mayor cantidad de enfermedades asociadas y conlleva potencialmente factores de riesgo con impacto directo sobre nuestra salud, nuestra calidad de vida y al mismo tiempo acortan nuestra esperanza de vida.
Cuando la obesidad se convierte en severa disminuye enormemente la cantidad y calidad de vida de los pacientes. En Argentina, aproximadamente el 60% de los varones y el 75% de las mujeres de 25 a más de 70 años, no realizan prácticas de ejercicios regulares. (Fuente: Secretaría de Turismo y Deporte de la Nación).
Como la obesidad es una enfermedad crónica, sus síntomas se desarrollan gradualmente a lo largo de los años. En sus etapas iniciales, la obesidad dificulta la marcha, produce dolor de rodillas, de espalda, cansancio y falta de aliento.
Se reduce, por lo tanto, la capacidad para la realización de las labores de la vida diaria: caminar, subir escaleras, ponerse las medias, atarse los zapatos, problemas en el aseo personal, alcanzar objetos de estantes altos, dificultades en las relaciones sexuales, etc.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias, si esta enfermedad persiste?
Si la obesidad severa persiste pueden aparecer enfermedades potencialmente mortales, como:
> Diabetes tipo 2.
> Hipertensión.
> Artrosis.
> Ciertos tipos de cáncer.
> Colesterol elevado.
> Apneas del sueño.
> Enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio y/o trombosis cerebral, muerte). entre otras.
En esta etapa de obesidad severa, los objetivos de pérdida de peso difícilmente se alcanzan con las medidas habituales para perder kilos (alimentación, ejercicio, empleo de fármacos para la obesidad) ya que son menos efectivas cuanto mayor es el peso de la persona.
Mortalidad
El riesgo de fallecer prematuramente por diversas enfermedades aumenta a medida que lo hace el IMC.
Además, cuanto mayor es la duración de la obesidad, mayor es el riesgo de muerte prematura.
Cada año, miles de personas fallecen por causas directamente relacionadas con la obesidad.
Hay un aumento de la tasa de mortalidad directamente relacionado con el aumento de peso: en personas cuyo peso está un 50% por encima del peso promedio, el riesgo de una muerte prematura se dobla en comparación con las personas no obesas.
El siguiente cuadro muestra como se mide el estado de la persona a través del índice de masa corporal (IMC: estatura x2, / peso)
Disminuir unos cuantos kilos puede ser beneficioso para mejorar muchas de las enfermedades asociadas a la obesidad (comorbilidades) pero en la obesidad severa, unos pocos kilos puede no ser suficiente y en cuanto se recupera parte o todo el peso perdido, las comorbilidades vuelven. La clave está en mantener el peso perdido a largo plazo, durante años.
Pudimos apreciar que hace la comida en excesos y el sedentarismo en nuestros cuerpos...pero ahora veamos que sucede con el organismo de nuestros Bomberos mientras cumplen su tarea.
Sigamos esta secuencia sencilla secuencia:
> ingerir más alimentos del que nuestro cuerpo necesita nos genera un excedente de calorías.
> la falta de ejercicio no permite que se queme este sobrante y entonces se traslada por el torrente sanguíneo, depositándose dentro y fuera de nuestras arterias y órganos.
> nuestro corazón que es el encargado de hacer llegar esa sangre a todas nuestras células, es obligado a un sobre-esfuerzo (causa principal de muertes de Bomberos en USA) debido a que la sangre ya no es liquida y liviana, sino espesa y pesada por la gran cantidad de grasa y lípidos que transporta.
Pero que pasa si además le agregamos a nuestro cuerpo el peso extra de tener que cargar un traje estructural, cubrirnos con la monja, verdugo o esclavina, el casco, las botas, el peso de tener y jalar una línea de mangueras, trepar escaleras, arrastrarse, sostener la presión que genera la emergencia, el stress y además soportar altas o altísimas temperaturas!
Si seguimos la lógica de esta secuencia la respuesta puede ser fácil aunque no agradable, simplemente nuestra “bomba” cardiaca se saturara, elevara su presión y “reventara” literalmente hablando, las consecuencias posibles pueden ser dos:
IAM (infarto de miocardio), potencialmente mortal, tal como lo marcan las estadísticas de bomberos “caídos” en acción o ACV (accidente cerebro vascular) que se produce por la ruptura de alguna de nuestras “líneas” orgánicas (venas, arterias, arteriolas) que traerá incapacidades permanentes en nuestro sistema nervioso central.
Como podrá observarse en una breve y sencilla explicación la obesidad es un serio problema para el común de la gente en el caso del personal de emergencias y en este caso en particular Bomberos y Rescatistas es extremadamente grave si no se revierte y soluciona creo que vale la pena el esfuerzo, si en Bomberos hay vocación de servicio y de querer prestar un buen servicio dudo que no haya voluntad de mejorar este aspecto fundamental de la salud.
Como evitamos este riesgo?
En promedio, la mayor parte (alrededor del 60 %) de nuestra energía se utiliza para el metabolismo básico (que está controlado en parte por la herencia); la actividad física consume alrededor del 25 %, el efecto térmico de la comida cerca del 10 %, y el crecimiento aproximadamente el 5 %. Nuestros organismos cumplen bien la función de equilibrar los excesos a corto plazo tanto en la ingestión de energía como en su consumo, Sin embargo, la ingestión excesiva continua llevará a almacenar energía en forma de grasa (aumento de peso), así como la ingestión insuficiente continua forzará al cuerpo a consumir la energía almacenada (grasa) para obtener las calorías que necesita para funcionar (pérdida de peso).
La pirámide que no debemos olvidar
Consumir alimentos saludables y sanos desde el punto de vista nutricional, teniendo la "pirámide alimenticia" como guía. La mayoría de las porciones de comida provienen de frutas, verduras, pan y cereales, menos de productos lácteos y carnes, y sólo una pequeña cantidad proviene de alimentos ricos en grasas, azúcares procesados y demás carbohidratos.
Fundamental
* Los alimentos deben ingerirse durante comidas regulares. Las comidas deben ser ocasiones placenteras y en momentos cuando se disponga del tiempo suficiente como para comer despacio y darse cuenta de cuándo su apetito ha quedado satisfecho. Nuestro cerebro debe percibir la satisfacción de nuestro organismo…dele tiempo!!.
* Las golosinas y los refrigerios se deben restringir a ocasiones en que realmente se necesita un poco de energía extra y deberían ser tanto sanos como agradables desde el punto de vista nutricional.
* La comida como también las imágenes que hagan pensar en ella se deben quitar del ambiente y sustituir por otros indicios de aumentar el gozo de vivir, tales como afiches sobre ejercicio físico o pasatiempos.
Necesitamos aprender a distinguir entre el aburrimiento y el hambre y, además, a disfrutar de los alimentos que no contengan gran cantidad de grasa ni de azúcar. Algunos estudios revelan que si tales alimentos se restringen de nuestra dieta en forma estricta, perdemos nuestro gusto por ellos y los deseamos cada vez menos.
La segunda estrategia más importante consiste en disfrutar del ejercicio físico. La actividad física, el tenis, la natación, el baloncesto y el atletismo, tienen dos beneficios: queman calorías y pueden disminuir el apetito mientras regulan el “termostato” corporal. Estas son actividades que se pueden practicar de por vida y que toda la familia puede disfrutar.
Consejos útiles:
> Camina en toda oportunidad que se preste para ello; evita los medios de transporte asistidos para las distancias pequeñas.
> Utiliza las escaleras en lugar de los ascensores (como mínimo para descender; si puede, en ambos sentidos)
> Adquiere una mascota o, si ya tienes una, sácala a pasear con regularidad (los animales transmiten energía positiva a la hora de realizar ejercicio y contagian).
> Disminuye la cantidad de horas que estas frente al televisor. Reemplaza esos espacios por caminatas.
Efectúa ejercicios específicos o localizados. Ejemplo: para disminuir el volumen de su abdomen aguántalo hacia adentro lo más que pueda y cuantas más veces puedas durante el día; para fortalecer muslos y las rodillas estira y baja la pierna -estando sentado- entre 10-20 veces con cada pierna; para fortalecer las pantorrillas sube y baja en puntas de pie e intenta superar tu record; etc.
Conclusión.
Una vez que la gente se pone obesa, adelgazar resulta difícil. La mayoría sólo pierden aproximadamente un 10 a un 15 por ciento de su peso, e incluso estas personas suelen volver a engordar después de que dejan sus dietas estrictas, sus ejercicios físicos y sus cambios de conducta.
No obstante, ¡no es imposible! si una persona está motivada para adelgazar y limita la ingestión calórica a la vez que aumenta el ejercicio físico, puede bajar de peso. La ayuda de un nutricionista puede contribuir en tales casos, dado que se puede necesitar una dieta muy baja en calorías (1.000 calorías por día o incluso menos).
Las estrategias para adelgazar se deben comenzar de a una a la vez, de manera tal que la persona y su familia se acostumbren a los nuevos patrones de vida intentar hacer demasiado de golpe suele ser abrumador y contraproducente.
Lo que es más importante, la persona debe reconocer que cualquier pérdida de peso contribuye a la buena salud, y que adelgazar se debe hacer en forma paulatina y llevará tiempo.
Las pequeñas pérdidas de peso se deben festejar como un gran paso hacia la recuperación de tu salud!!
George Riquelme
- Enfermero Universitario, Matricula 62331
- Especialidad en Paciente Critico en ARM, Terapia Intensiva de Adultos, complejidad nivel VIII, Hospital. Castro Rendón, Neuquén
- Estudiante de 2ª año en la carrera de licenciatura en Enfermería, Universidad de Maimonides.
- técnico en PHTLS 2005-2008-2011.
- técnico ITLS 2005-2008-2011.
Miembro de la Brigada de Emergencias del Yacimiento de Total Austral en Aguada San Roque, Provincia de Neuquén.
El Sitio La Hermandad de Bomberos agradece al Sr. Instructor Internacional Gerardo F. Crespo el haber colaborado con este Articulo.
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