LA POBRE RESPUESTA DE MÉXICO EN TURQUÍA
Hablar de la respuesta humanitaria en situaciones de desastres mayores o emergencias como lo es el caso de Turquía, per se es un escenario complejo; sin embargo, sí podemos tomar ciertos referentes que, a lo largo del tiempo se han ido gestionando, tanto a nivel internacional como en el contexto nacional, para realizar una respuesta más organizada.
A nivel internacional tenemos el IEC que es la acreditación internacional como grupo operativo de Búsqueda y Rescate en Estructuras Colapsadas, éste pertenece a INSARAG, que es el Grupo Asesor Internacional de Operaciones de Búsqueda y Rescate, mismo que pertenece a OCHA, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios; a nivel nacional, en México, tenemos el Mecanismo de Acreditación Nacional USAR. Estos dos procesos permiten tener una respuesta organizada desde la planificación hasta la movilización, operación y desmovilización; es así que, en una situación de un desastre como el de Turquía, las cosas debieron funcionar de acuerdo a estos estándares; sin embargo, la realidad nos muestra algo sumamente diferente.
En el caso del desastre en Turquía podemos observar, en primer término, una respuesta tardía por parte de México, ya que los organismos internacionales, desde las primeras 8 horas solicitaron asistencia de todos los países para poder responder al desastre por la magnitud del mismo; sin embargo, México responde a este llamado de auxilio 18 horas después de lo que establecen los protocolos.
Al momento que se establece el equipo para dar la respuesta, se esperaría que designara alguno de los 5 ya certificados ante este mecanismo nacional de acreditación USAR, (los acreditados al día de hoy son la Unidad Estatal de Protección Civil de Jalisco, Cruz Roja Mexicana, el Heroico Cuerpo de Bomberos de Guadalajara, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas de la Ciudad de México y equipo ERIED de la SEDENA), -mismos que han demostrado su capacidad logística, técnica y operativa para trabajar de forma profesional bajo estándares internacionales; ninguno otro equipo lo ha hecho-, entonces, cuando conforman este equipo de pronto se tienen 25 elementos de ERIED, 15 elementos de Cruz Roja, 37 elementos de SEMAR y el restante elementos que no están acreditados, que no están certificados, que no han demostrado su capacidad, jamás se dirá que no saben, pero no han demostrado de manera profesional sus capacidades.
Se conforma el equipo operativo, se desplaza al lugar del incidente y, al desplazarse lo hacen en un avión militar de transporte de personal (747), el cual no tiene las capacidades para movilizar todo el soporte logístico (equipo), es así que el personal no lleva lo necesario, tal como ropa de abrigo, alimentos, campamento, agua, herramientas suficientes y necesarias, sólo llevan picos, palas y carretillas, cosas que son necesarias, pero que es posible conseguir en el sitio, no así los equipos de corte, penetración, o de búsqueda técnica, los cuales son absolutamente necesarios para ese tipo de situaciones; entonces, el resultado que tenemos es un grupo limitado, aunque, en total fueron 150 personas, únicamente los 25 ERIED y los 15 de Cruz Roja son personal acreditado ante el gobierno de México como especialistas en rescate.
Además del equipo, humano y tecnológico, es necesario contar con inteligencia adecuada del lugar al que se va a operar (¡es logística básica!), condiciones de transporte, meteorológicas, geopolíticas y de seguridad para la delegación. Por la falta de esa información de inteligencia, al llegar, pues no había la preparación para las condiciones meteorológicas, por ejemplo, en las que se tenía que operar, dando como resultado que uno de los perros especializados en labores de rescate, muy, mucho muy lamentablemente, muriese de frío.
En resumen:
Existe una operación de emergencia en la cual México cuenta con 5 equipos que han demostrado bajo estándares internacionales que tiene la capacidad de responder, de los cuales al menos pueden contar 200 rescatistas profesionales acreditados y de los cuales sólo envió 40, dejando 110 lugares para personas que no tenían capacidades ni certificación.
Evidentemente, la respuesta fue limitada, las condiciones logísticas que prevalecieron no fueron suficientes, dando como resultado la muerte de uno de los elementos de la delegación.
El tipo de intervenciones en las cuales se pudo participar fue limitado por la falta de personal y equipo especializado.
Si tomamos como referencia a otros equipos internacionales que llevaban logística correcta, que operan bajo los estándares correctos, se pudieron haber realizado más rescates de personas vivas. El tema es llegar en el momento correcto, con el equipo correcto, con la logística correcta para hacer las operaciones de la forma correcta.
Muchos estarán de acuerdo conmigo en que México tiene capacidades de respuesta de muy alto nivel, personal y equipos con certificación que no necesitan andar haciendo colectas o “boteando” para el pasaje de turismo de desastres; sin embargo, la respuesta a peticiones de auxilio o de ayuda humanitaria no puede ser por ocurrencias o por el cumplimiento de órdenes vacías. No.
Lo preocupante, es que hace sólo 5 años y medio sucedió en México una situación similar, y no aprendemos, carajo. No hay capacidades de liderazgo, ni de organización en el orden federal para la selección de equipos de respuesta, ni en los otros dos órdenes de gobierno… Los tomadores de decisiones están más atentos a temas más vanos que a realidades necesarias para la protección de la gente, y esa desatención, cobra vidas.
México pudo hacer más por Turquía. Y quizá, Proteo hubiera regresado con otra misión en su historial.
Dr. César Orlando Flores Sánchez.
FUENTE:
Flores Sánchez.
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