En un comunicado emitido este martes, el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, indicó que el fraude costó a los contribuyentes "cientos de millones de dólares" mediante un desfalco al sistema federal de beneficios por incapacidad de la seguridad social en Estados Unidos.
Explicó que los cuatro principales acusados son personas que entrenaron a varios cientos de ex policías y ex bomberos para simular supuestas condiciones psiquiátricas, con el fin de obtener beneficios a los que no tenían derecho.
"Durante años, los contribuyentes federales financiaron sin saberlo los estilos de vida de los sospechosos acusados hoy", afirmó Vance. Añadió que el fraude despojó al fondo de incapacidad de recursos destinados a quienes en verdad sufren estrés postraumático, ansiedad o depresión clínica.
La fiscalía aseguró que muchos de los acusados a menudo asentaron en sus solicitudes que rara vez dejaban sus hogares, que no viajaban y que prácticamente no tenían ningún contacto social con familiares y amigos.
Sin embargo, documentos en la corte apuntan a que muchas de estas personas de hecho conducían autos, viajaban por avión, practicaban deportes recreativos y levantaban objetos pesados.
Asimismo, muchos acusados estaban incluso empleados de tiempo completo en firmas de seguridad o empresas de inversión.