El Estado delega en los Bomberos Voluntarios la responsabilidad de cuidar nuestras vidas pero no acompaña con recursos suficientes esta misión. La situación es crítica.
A través de un comunicado firmado por miembros de su comisión directiva, la Asociación de Bomberos Voluntarios de San Martín de los Andes puso en conocimiento de la comunidad que la prestación de servicios, que por delegación del Estado tiene a su cargo, "se encuentra seriamente comprometida debido a una insostenible depreciación del aporte económico que recibe a través de la tasa de contribución municipal".
Si bien la institución lleva adelante tratativas para modificar esta situación, y las mismas han tenido un cierto grado de avances, el panorama para los próximos meses es incierto.
Momentáneamente se ha tomado la decisión de suspender todo servicio que no sea calificado como de "emergencia", sin que se dejen de evaluar otras medidas de posible implementación a futuro.
"La Asociación hará los esfuerzos necesarios para garantizar los servicios básicos de seguridad y emergencias, y se mantendrá informada a la población del desarrollo de la situación".
Precisiones
Tras la lectura del comunicado, miembros de la Comisión Directiva y responsables máximos del cuartel brindaron detalles de la situación que atraviesa Bomberos.
"El piso crítico de lo que necesitamos para mantenernos operativos -considerando un crecimiento cero- alcanza los 100 mil pesos mensuales, cifra que no incluye amortizaciones, mantenimiento ni reposición de equipos. Estamos recibiendo unos 55 mensuales. Sólo podemos brindar servicios de emergencia, suspendiendo todas las otras acciones que no comprometen vidas y bienes de la población". (Pablo Chatruc, presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios de San Martín de los Andes)
Lo suspendido abarca un 30 por ciento de las prestaciones habituales e incluye, por ejemplo, escoltas y rescate de animales o de vehículos varados.
La situación originada por la actividad volcánica ha determinado un mayor desgaste en los equipos y la inversión de muchas horas/hombre en tareas no vinculadas a la emergencia.
Los equipos estructurales se encuentran vencidos, en algunos casos rotos. Esto supone riesgo para los bomberos. "Los americanos dicen que estos equipos tienen una vida útil de 5 años y nosotros nos seguimos manejando con algunos del año 98" (Ricardo Rivera, jefe del cuerpo activo).
"Mucho de nuestro equipamiento para rescates de altura está vencido en su vida útil. Los propios fabricantes recomiendan descartarlo" (Chatruc).
"Nuestro día a día es complicado. Sólo en vestimenta, el equipamiento de un bombero cuesta 7 mil pesos. Pedir que la gente cubra eventos complejos sin el equipo adecuado es difícil. Uno sufre un poco, porque la vida del bombero es lo más importante. Si esto sigue así llegará el momento en que no podamos prestar servicios de emergencia. Estamos cerca de eso. Hace falta una contribución seria del Estado" (Rivera).
Los aportes que realiza la provincia son inconstantes y no pueden ser tenidos en cuenta para cubrir costos operativos. "Cada tanto llega algo, y lo mismo pasa con Nación. Lo que mandan sirve para tapar algunos agujeros, nada más" (Chatruc).
"Hoy estamos prendidos fuego. Así lo sufrimos y vivimos" (Martín Comesaña, segundo jefe del cuerpo activo).
Hay prevista una reunión con miembros del ejecutivo y el legislativo local. "Las medidas que tomemos tendrán relación directa con las respuestas que recibamos por parte del Estado" (Chatruc).
http://www.lavozdelosandes.com/nota.php?sec=48&id=1530
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