Articulo de Stella Cistolla / Protección emocional:
"A 31 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS"
Treinta y un años es un largo lapso de tiempo… si fuese la edad de una persona podríamos decir que se encuentra en su plenitud, si lo medimos en el acontecer de una historia seguramente encontraremos la ocurrencia de grandes cambios, pero cuando se trata del transcurrir en el tiempo el aniversario de una guerra se siente en la presencia de la cicatriz abierta en que el olvido no tiene lugar.
Treinta un años de la Guerra de Malvinas e Islas del Atlántico Sur… este humilde artíc*** que comparto con los miembros de La Hermandad de Bomberos, es un sencillo homenaje a los héroes caídos, y a los sobrevivientes y la certeza del claro lugar que deben ocupar los auxilios psicológicos cuando de situaciones extremas se trata, sin lugar a la omisión, ni el desconocimiento, ni la falta de compromiso.
Con respetuosa memoria, participo a Uds. de una reflexión sobre el desamparo, la orfandad, la ausencia de contención y protección emocional que nos enrostra estremeciéndonos con la cantidad de suicidios de ex combatientes de la Guerra de Malvinas, superando -al decir de muchos ya que no se registran estadísticas oficiales- la cifra de los caídos en combate...
Dice Edgardo Esteban (uno de los autores del libro Iluminados por el Fuego): 'Malvinas, diario del regreso no es simplemente mi testimonio de una guerra en la que nunca soñé estar, ni la muerte que tanto espere, ni el dolor que tanto me torturo, ni el miedo que no me dejaba crecer, ni la indiferencia que padecimos después, ni la marginación que aun continua, ni el silencio prudente que me aconsejaron guardar, ni la posguerra que no nos supo entender, puesto que ninguna de esas cosas me hizo perder el amor a la vida.”
"Yo sentía que el drama de lo que vivimos permanecía dentro de nosotros. No hubo políticas de contención psicológica por parte del Estado. A mí me pasó que no podía dormir en un colchón y me tenía que acostar en el piso. O me tiraba cuerpo a tierra cada vez que escuchaba un avión. Al escribir este libro me pareció que incluso por mis propios fantasmas había que trabajar sobre el grave problema de los suicidios."
Mucho tiempo después, tardando más de lo debido la reacción que llevara a una ocupación eficaz de contención, se crearon asociaciones, y servicios de salud, pero las muertes por suicidio ya formaban parte de la dolorosa historia que enluta doblemente.
Ponerse en la piel de quienes sobrevivieron sin la adecuada ayuda y contención, es encontrar depresión, ansiedad, estrés postraumático, y enfermedades autoinmunes. Conjunto que caracterizan un alto índice de suicidabilidad.
El síndrome de estrés postraumático se caracteriza por sentimientos de soledad, pesadillas o gran dificultad para dormir y una tortuosa repetición del evento.
En todos los tratados, encontraremos la categorización de los síntomas divididos en tres:
1. La repetición de la vivencia: recuerdos, pensamientos recurrentes, trastornos del sueño, pesadillas, reacciones físicas y emocionales excesivas asociadas al evento traumático, llegando producirse en los afectados en mayor grado flashbacks o la sensación de que el acontecimiento está sucediendo y alucinaciones
2. Evasión: Es muy común que la persona afectada evite por todos los medios situaciones que le hagan recordar lo sucedido. Este comportamiento puede comprender pensamientos, conversaciones, actividades, lugares o personas que le hagan recordar el evento que inició el trauma. También puede aparecer pérdida de interés y falta de esperanzas.
3. Aumento de Excitación Emocional: dificultades para dormir o despertar, permanecer en estado de alerta o cautelosos sin motivo aparente, dificultad para concentrarse o terminar tareas, incremento de la agresividad con desplantes de rabia, nerviosismo y facilidad para sobresaltarse.
Entre los trastornos más comunes asociados se pueden mencionar los ataques de
pánico, ira o agresividad, abuso de drogas y conductas de miedo extremo o evitación, en
algunos casos hasta vergüenza, y depresión.
Con el mayor de los respetos por los Ex Combatientes, me permito extender la mirada desde estos sucesos dramáticos hacia el llamado de atención que de ello deriva.
Y si lo traumático es la incapacidad de interpretar lo que sucede, no pudiendo elaborarlo ni resolverlo, los respondientes a las emergencias no están exentos de lo que implica la fatiga de combate.
Es por eso que desde casi la creación misma de La Hermandad de Bomberos, en mi caso particularmente, he tenido el honor de pertenecer a este sitio desde donde pude compartir elementos y conceptos que sirvieran al cuidado psicológico de los equipos de 1º respuesta bregando por el cuidado integral del respondiente, poniendo la mirada desde el overol hacia dentro, DEBAJO DEL UNIFORME, como lo he llamado en tantos artículos y capacitaciones que he tenido posibilidad de compartir con Uds.
Valga este sencillísimo artíc***, como una contribución para que líderes de la emergencia, responsables de personal a cargo, jefaturas, extiendan siempre la mirada consciente del cuidado de su gente expuesta a los avatares propios de los escenarios complejos de las emergencias, y sobre todo, en constituir la psicoprevencion como parte de una práctica habitual.
Esa puede ser y es la diferencia. Conservar y preservar la salud integral, la consolidación emocional, el resguardo, para que las conductas de riesgo, o autodestructivas no estén presentes en las filas de hombres y mujeres que exponen su integridad en los escenarios de las emergencias.
Ps. STELLA CISTOLA
2 de abril de 2013
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