Foto: Miembro de La Hermandad de Bomberos
DNDA EXPTE. 824654
Articulo del Comandante Mayor (R) Edgardo Ignacio SALVEMINI
Ex Jefe de Bomberos Voluntarios VUELTA DE ROCHA
INTRODUCCIÓN
El conocimiento del origen de nuestras Instituciones, las circunstancias que lo rodearon y los esfuerzos de los pioneros, conforman nuestro Acervo Histórico; ello nos da una identidad y consecuentemente un Espíritu Institucional, de ahí la importancia de saber de donde venimos y por que nos mantuvimos en el tiempo, fundamentando nuestro presente y así poder planificar el futuro; algunos problemas, tienen antiguo origen, si no conocemos las causas, será difícil plantear las soluciones, esto nos servirá para fundamentar posturas y así afianzar con nuestros hechos los cambios para una mejor organización institucional.
Cada uno de nosotros, hereda la Identidad de sus padres, hasta adquirir con el tiempo la propia, muchas veces un apellido tiene importancia en el contexto social, decimos fulano el hijo de tal, y la conducta de nuestros antecesores puede abrir o cerrar puertas, a veces en forma justificada y otras no.
La breve reseña histórica, abarca a las distintas organizaciones públicas y privadas, que actúan y actuaron en el ejido de nuestra Ciudad, algunas han desaparecido, de las cuales se pudo encontrar información, hasta nuestros días; haciendo mención, además, de algunas entidades del interior.
Se verá sintéticamente, la gestión de los principales Jefes y los distintos proyectos que se presentaron para formar Cuerpos de Bomberos, aportando datos biográficos de algunos de los Fundadores, a su vez, se analizará etapas transcurridas y finalmente se sacará las conclusiones sobre lo leído y poder analizar las ventajas y desventajas del sistema.
BREVE CONCEPTO DE HISTORIA
A fin de poder abordar el tema enunciado, primeramente diremos que la historia es: …la narración verídica y cronológica de los hechos del pasado, conformada a su vez por distintas subdivisiones, como ser, a modo de ejemplo, la Leyenda, que es la transmisión de los hechos por parte de los involucrados, a otros, a través de generaciones y por ende se va deformando y tiene que ver más con lo popular que con lo científico.
La historia, se nutre de documentos, escrituras, objetos, fotografías, dibujos, filmaciones y acude a las ciencias auxiliares como la arqueología, la antropología, laboratorios de distintos tipos, etc., para afianzar su estudio y lograr la mayor credibilidad sobre los hechos que le toque investigar y plasmar en libros u otros métodos de almacenamiento, los sucesos ocurridos en distintos tiempos por la humanidad.
La historia, también puede subdividirse en Historia Universal, Historia Nacional, Historia Política, Historia Económica, Historia Militar, clasificándose a su vez por la actividad del investigado, su profesión, familia, país, ciudad, etc.
Cotidianamente en cada actividad la historia nos da ejemplos y muchas veces no percatamos que la estamos haciendo, por ejemplo, Historia Clínica, toda persona afiliada a una obra social o sistema de salud, sea pública o privada posee una carpeta con sus antecedentes, de salud, vacunas, enfermedades contraídas, etc., Historia Laboral, es requisito indispensable, para acceder a un trabajo, detallando experiencia anterior, lo que llamamos “Curríc*** Vitae”.
La Historia Institucional, se genera en las instituciones desde su fundación, con sus trabajos, partes, estadísticas y demás; para nosotros en el tema específico de Bomberos, nos interesa principalmente las intervenciones profesionales, las actas de Comisión Directiva y los Libros de Guardia, agregando como Historia Personal en el plano mencionado, los datos que se asientan en el legajo personal de cada Bombero, actualizándolo cada vez que fuera necesario,
Todo es historia, cualquier hecho o suceso desde el preciso momento que ocurre pasa a formar parte de ella, cuya consecuencia trascenderá en forma
inmediata, o no determinando si será motivo de investigación histórica y su inclusión volcando esta, como habíamos dicho, en contenedores, para luego consultarlos, o pasará a ser una simple anécdota para sus protagonistas.
HISTORIA DE LOS PRIMEROS “VIGILI DEL FUOCO “
En la antigua Roma de Julio Cesar, Marco Licino Craso era una de las personas mas ricas de la ciudad, su riqueza provenía de los bienes raíces y el alquiler inmobiliario, pero la curiosa historia le atribuye aun mas merito de haber sido el organizador del primer servicio contra incendios de Roma, para asegurar que sus bomberos tuvieran siempre trabajo, también organizo las primeras brigadas de “incendiarios” de las que se tiene referencias en la historia.
Pero estos curiosos bomberos eran controlados por Craso, que ambicioso y cruel, no daba orden de apagar el incendio si el dueño del territorio o construcción, no lo vendería a precio de rente en ese instante. Así la gente prefería ganar el dinero de la venta injustamente, que obtener una casa o parcela destrozada. Esto fue una de las muchas obras avaras hechas por Licino Craso.
Sin embargo el primer cuerpo de bomberos, cuya organización le acredita para llamarse como tal funciono en Roma durante el primer siglo antes de Cristo. Este fue organizado en el año 22 por el emperador Augusto Cesar y se componía de seiscientos esclavos a los que llamaban “VIGILES”. Este sistema de esclavos bomberos, funciono hasta seis años después de Cristo cuando
Augusto reorganizo el cuerpo de Bomberos, creando un departamento mejor entrenado y organizado, mas a tono con las necesidades de Roma. Este departamento de Vigiles dio esplendidos resultados hasta la caída del imperio romano.
ESTRUCTURA JERARQUICA DE LOS VIGILES ROMANOS
Los incendios en Roma eran frecuentes. Una ciudad densamente poblada, con mucho material inflamable (paja, madera, telas, etc.) callejuelas estrechas pobladas de quioscos y para hacerle frente, unos cuantos esclavos situados en puntos estratégicos de la ciudad con baldes de agua. Las consecuencias eran terribles, así era el Cuerpo de Vigilis que hoy podemos llamar el primer cuerpo de bomberos profesionales de la historia.
Los AQUARI ( aguadores ) transportaban el agua en cadenas humanas.
Los SIFFONARII (sipohs ) arrojaban el agua con bombas de mano
Los UNCINARII con unas lanzas provistas de ganchos se sujetaban a los techos y paredes en llamas.
Este Cuerpo de Bomberos, es el Primero que se conoce históricamente en el mundo, seguidamente pasamos al desarrollo de la Historia de los Bomberos en la Ciudad de Buenos Aires.
RESEÑA HISTORICA DE LOS BOMBEROS
DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Buenos Aires, iba creciendo edilicia y demográficamente, pero se hallaba muy retrasada en materia de prevención y lucha contra incendios, con respecto a Europa y otras ciudades de América, donde, regían antiguas normas coloniales para evitar la propagación o las causas de los incendios, y muy frecuentemente se utilizaba pirotecnia para festejar diversos eventos, los siniestros eran combatidos por la tropa de los distintos cuarteles, personal de la policía y vecinos.
Con la carencia de elementos y la falta de un cuerpo especializado para luchar contra el fuego, era muy difícil tener éxito en dominar el siniestro, que muchas veces terminaba consumiendo todo a su paso, se fueron sucediendo muchos de ellos hasta que queda plasmada la necesidad de crear un Cuerpo de Bomberos.
PRIMER INCENDIO REGISTRADO EN LA CIUDAD
La primera referencia que hemos hallado con respecto a incendios, se encuentra registrada en los libros de acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires. El día 22 de Febrero de 1643, estuvo en peligro de quemarse gran cantidad de libros, documentos y demás papeles de propiedad del Ayuntamiento, que se hallaban en poder del Escribano del Cuerpo Don Pablo Núñez .
Este se encontraba de licencia en el Perú, desde hacia algunos años y los tenía depositados en su casa particular, como se acostumbraba en aquella época, la casualidad evito que se perdiera la documentación, pero dio lugar a que los miembros del Cabildo adoptaran medidas para restituirlos a las casas capitulares. Al mismo tiempo dispusieron la adopción de precauciones para cuando los referidos papeles se encontraban en su poder.
PRIMERA BOMBA DE INCENDIO LLEGADA AL PAIS
Los Sres. Juan Bleumstein y La Roche, propietarios de un molino a vapor en la calle Balcarce, entre Santa Clara (Alsina) y Restaurador (Moreno), regresan de su viaje a Europa y presentan una nota al Gobierno, solicitando permiso para instalar una fabrica de agua destilada , propuesta que no fue tratada por el gobierno de Rosas.
El Sr. Bleumstein, el 12 de agosto de 1849, procedente de Francia trae una bomba de incendio,con destino a su establecimiento y ofrece al Jefe de Policía, Don Juan Moreno, los servicios de la misma para cuando sea menester, aporte que el Jefe no habría de desperdiciar, en innumerables siniestros que asolaron la Ciudad por esa época .
El 28 de octubre de 1849, a las 04:30, de la mañana se declara un incendio en la fabrica de muebles de Juan Strubu , en la calle Representantes 156, ante la magnitud del siniestro y la precariedad de medios contra incendios que se contaba, se solicita la bomba de los Sres. Bleumsteim y La Roche, que de inmediato concurre al lugar para colaborar con la Policía y vecinos en la extinción del fuego, como tantas veces veremos en los partes de incendio, que ocurrían en nuestra Ciudad, todavía indefensa, sin Cuerpos de Bomberos ni elementos de otras reparticiones que auxiliaran a los vecinos, razón por la cual la Policía y soldados, militares de todas las jerarquías, gobernantes y vecinos que
actuaban como improvisados Bomberos, hacían lo que podían para luchar contra el voraz elemento.
PROYECTOS DE CREACIÓN DE CUERPOS DE BOMBEROS
El primero de ellos fue presentado por el Sr. Pittaluga, se presento a la Municipalidad ofreciendo crear una Compañía de 40 Bomberos, pero no fue tomado en cuenta.
En 1862 el Sr. Pablo Montravel, presenta al Jefe de Policía un proyecto, donde ofrece crear y dirigir una Compañía de 30 Bomberos, 12 permanentes y18 auxiliares, para servir 3 bombas en varios puntos de la Ciudad, a lo que se sumaran 2 propuestas mas, la ultima ofrecía formar una Compañía de 40 Bomberos, 16 fijos o Activos y 24 Auxiliares, dándole la Policía las bombas que poseía que al finalizar el contrato devolvería, ninguno de estos proyectos fueron tomados en cuenta por la Municipalidad, a quién corresponde por Ley Orgánica, la formación de los Cuerpos de Bomberos.
La Compañía de Seguros La Unión Americana, también presento propuestas para la creación de Cuerpos de Bomberos para los 18 barrios de la Ciudad incluidos La Boca y Barracas, tampoco fue considerado.
La Policía elevo a la Municipalidad los proyectos que le fueron presentados, por entender está, que era de competencia municipal, debido a la Ley ya nombrada, que era de ocuparse de los servicios contra incendios.
El 27 de diciembre de 1862, el Gobierno declaro, “ Correspondiendo este asunto por su naturaleza a la Municipalidad de la Capital, pase a ella este expediente, pase a ella para su resolución definitiva.” Fdo. Gdor. Mitre, Mtro. Rawson.
En 1863 el Sr. Timoteo Sanyer presenta a la Municipalidad, un proyecto para crear un Cuerpo de Bomberos el que encara el problema en forma completa.
El citado proyecto pretendía formar 20 Compañías, con una bomba en cada Cuartel de la Ciudad, para lograr que en 20 minutos hubiere 8 bombas atacando cualquier incendio que se declare, en cualquier barrio de Buenos Aires.
El proyecto estaba muy bien elaborado y acertado para la época, como era de imaginar la Municipalidad no lo atendió.
El 13 de septiembre de 1865, un incendio en Belgrano y Chacabuco donde muere un Sereno y resultan heridas varias personas, el Jefe de Policía se dirige al Ministro, informando el hecho y entre otras consideraciones dice, “Estas desgracias, son muy frecuentes y hacen notable la inercia y el olvido de la
Corporación Municipal que a varias insinuaciones del infrascripto, no tiene nada dispuesto para tales casos.”, y agrega “La Municipalidad tiene 1 Ingeniero, carros aguadores, cuadrillas y elementos que jamás aparecen con su concurso.”
“Mas que todo la Municipalidad debiera, haber ya formado el Cuerpo de Bomberos que es una necesidad urgentísima en nuestro país y es bastante deshonroso que no se haya organizado, siendo quizá una triste excepción en las Repúblicas Americanas”.
En febrero de 1868, otra vez el Sr. Montravel, se dirige a la Municipalidad para que financie un Cuerpo de Bomberos con 150 hombres, 1Comandante, 1 Teniente, 1 Subteniente, 6 Sargentos, 12 Cabos, 1 Cabo Furriel, 1 Médico y 127 Bomberos, dividida en 6 Cuarteles, 4 en la Ciudad, 1 en La Boca y 1 en Barracas, contiene además detalles del accionar operativo y reglamento respectivo. Pese a lo bueno del proyecto que preveía un contrato por 20 años, no se dio curso al mismo.
Montravel poseía una bomba a brazo y utilizaba algunos hombres de la para entonces desaparecida Compañía La Unión Americana; acudía a los incendios y los propietarios según las circunstancias les pagaban algunos pesos por su trabajo.
El Gobernador Alsina, en su mensaje del 1º de mayo de ese año decía “…la preocupación del gobierno y enumera los problemas con los que se combaten los incendios y agrega, “….dándole a la Municipalidad su Ley Orgánica, la atribución de establecer el servicio de Bomberos, y no pensando aquella Corporación hacer uso de aquella para llenar una necesidad cada vez más apremiante, el Poder Ejecutivo os pedirá autorización oportunamente para organizar una Compañía de Bomberos, bajo la inspección inmediata del Gefe de Policía.”
La Municipalidad, en su Memoria de ese año dice que debido a la falta de recursos no permite la creación de Cuerpos de Bomberos, pero autorizo a constituir un Directorio del Cuerpo de Bomberos, que se trata de organizar entre
los vecinos, presentado a la Legislatura por el Sr. Montravel. Como vemos fueron en vano los intentos de este señor y otros que hacia mas de 4 años
intentaba sin suerte, se forme un Cuerpo de Bomberos.
Mientras tanto la Policía y las primeras Compañías de Bomberos seguían trabajando con innumerables dificultades como se describe a continuación.
PRIMERA COMPANIA DE BOMBEROS “LA UNION AMERICANA”
En el año l862, una cantidad de comerciantes, bajo la dirección de Juan
Brughera, fundaron una sociedad de carácter mutual, dedicada al rubro
de seguros contra incendios y a los fines de defender los intereses de sus asociados, formaron una Compañía de Bomberos, que fue puesta bajo el mando de Emilio Landois, y secundaba Eduardo Real, integraban el núcleo de oficiales y bomberos de los cuales pudimos saber se llamaban Chamouset, Fontana, Bernardi, J. Calabresi, Jn. Calabresi, V. Rossi, Bugni, Russo, Berni y Borela.
Esta compañía presto importantes servicios, siempre en colaboración con los elementos que aporta la Policía y los vecinos, pero debido a problemas de ín-dole económico se disolvió al no conseguir apoyo de las autoridades, al igual que otros particulares presentó proyectos interesantes y muy acertados para creación de Cuerpos de Bomberos en los distintos puntos de la Ciudad, pero la Municipalidad, que debido a su Ley Orgánica, debía organizarlos, poco hacía, para cumplir con esta rama tan necesaria del servicio público. Los proyectos presentados, las desgracias cada vez más frecuentes producidas por el fuego, dejaron plasmada en el ánimo de todos la impostergable creación de un Cuerpo de Bomberos, que seguramente los hombres de La Unión Americana constituyeran la base de un buen plantel, para el futuro Cuerpo.
Estos hombres demostraban en cada siniestro sangre fría y capacidad suficiente hasta que en noviembre de 1864, dejo de funcionar.
CAYETANO CAZON DISPONE 10 VIGILANTES PARA BOMBEROS
Buenos Aires, seguía por entonces indefensa y sin contar con un cuerpo de Bomberos del estado municipal, que debía por ley crearlos, es por ello que el Jefe de Policía Cayetano Cazón en 1866, destina 10 Vigilantes para con el material escaso que cuenta la repartición se ocupen de extinguir incendios.
Estos hombres con la precariedad de elementos con que contaban, escasa preparación, eran ayudados de muchas formas por comerciantes y vecinos facilitando ropa y herramientas que veían con simpatía el nuevo Cuerpo, que sin
duda era una necesidad impostergable por el crecimiento que la urbe había tomando como la sucesión de incendios que ocurrían con frecuencia.
En estas condiciones era materialmente imposible que tuvieran éxito en la lucha contra el fuego, los pobres hombres tenían que transportar el pesado mate- rial a mano sin saber la dirección exacta del siniestro, llegando muchas veces
cuando el voraz elemento lo había consumido todo.
ENRIQUE O´ GORMAN CREA LA COMPAÑIA DE VIGILANTES BOMBEROS
Vista la indefensión de la ciudad ante el flagelo del fuego, el nombrado Jefe de Policía a pesar del convencimiento de la facultad de la Municipalidad de ser el organismo facultado por la Ley Orgánica, para crearlo solicita autorización al Gobierno y el 2 de enero de 1870 crea la Compañía de Vigilantes Bomberos, valiéndose para ello de 30 hombres que en su mayoría habían pertenecido a los Cuerpos de Bomberos de Europa o América.
Esta incipiente formación estuvo a cargo del Sargento Roveaud, secundado por los Cabos Agüero y Roberto, estando estos hombres por número y experiencia muchas veces en mejor condiciones de prestar servicios que los dispuestos por Cayetano Cazón en su primer intento.
JEFATURA DE LUIS ALBINO MANSILLA 1º JEFE FUNDADOR
Con el fin de organizar la Compañía el Jefe O´Gorman designa como Oficial Encargado a Luis Albino Mansilla, teniendo uno de sus primeros siniestros de magnitud el 9 de marzo de 1870, a raíz de un violento temporal que azoto a Buenos Aires que arranco árboles y arrojo barcos sobre la ribera, en La Boca resultaron afectadas lanchas y casas de Badaracco y Cichero, el Cuerpo debutaba en un siniestro de proporciones.
El Jefe de Bomberos comienza a desplegar una intensa labor, a pesar de los pocos recursos que cuenta, impartiendo instrucción técnica, militar como medio de mantener la disciplina y facilitar los movimientos de conjunto.
Dispone servicios de prevención en los teatros de la Ciudad, solicita mejoras de prevención en los mismos, dispone personal para cubrir las salas, inspecciona frecuentemente los teatros destina para ello 1 Sargento 2º; 3 Cabos y 20 Bomberos.
Solicita elementos y logra facilidades para mejorar el servicio, consigue que el gobierno destine $ 17.500 para compra de materiales. Logra $ 9.000 para la reparación de las bombas que estaban muy deterioradas por el uso.
En 1871 la fiebre amarilla causa desolación y muerte en la Ciudad, la Policía y los Bomberos se destacan en los servicios prestados durante la epidemia.
El material sigue siendo escaso y anticuado, pero el trabajo de los Bomberos es apreciado por la población y apoyado, además de su lucha contra las llamas cumplen otras funciones que no son las propias recargando permanentemente su trabajo, lo que será una constante en la vida del Cuerpo.
Solicita nombramiento de Oficiales, ya que la diversidad de servicios y funciones que debían realizar requería de la supervisión de más de un Oficial.
Crea el primer Reglamento Operativo, para determinar la tarea de cada funcionario o Cuerpo debía hacer en casos de incendio, a saber los policías, carros aguateros, la prohibición del Comisario de Sección, de interferir en la
tarea del Cuerpo de Bomberos, que solo acatará las ordenes de sus Jefes, palabras mas o menos lo que conocemos en la actualidad como forma organizada del accionar operativo conjunto.
Diseña un secadero para mangas, pide permanentemente materiales y aumento de plazas para el Cuerpo, acorde a la complejidad del servicio a prestar.
Comienza la descentralizacíon , con la instalación del Destacamento en Plaza Lorea (actual calle Luis Saenz Peña ), detrás de la Plaza Congreso.
En 1872, se compone de 1 Jefe, 16 Oficiales y 243 Bomberos y Clases, reclama insistentemente por la instalación de las aguas corrientes en los distintos puntos de la Ciudad.
Como la Compañía de Bomberos, formaba parte del Cuerpo de Vigilantes lo que provocaba burocracia y perdida de tiempo para la administración de personal y para los elevos de informe a la Jefatura de Policía, para pedir elementos u otros menesteres para el servicio, Mansilla convencido de la independencia que debía tener por la especial y diferente función a cumplir, solicita poder dirigirse directamente al Jefe de Policía, petición denegada por una cuestión formal, que el único Oficial Superior estaba a cargo del Cuerpo de Vigilantes, del cual dependía la Compañía de Vigilantes Bomberos, situación que persiste hasta la actualidad donde los Bomberos son una Superintendencia de la Policía, si bien en el plano operacional se logro cierta independencia, pero
sigue sujeto en lo referente a presupuesto, ascensos, prestación de servicios ajenos a la función y a la política institucional que la Jefatura de Policía, le asigne como un escalafón de apoyo de la misma, razón por lo cual ninguno de sus Jefes puede llegar a ser Jefe de la repartición.
En marzo de 1874, adquiere jerarquía de Cuerpo y lo componen 1 Jefe, 1 Ayudante, 4 Comandantes de Compañía, 10 Oficiales Auxiliares, 2 Oficiales. Maquinistas, 5 Sargentos 1º, 18 Sargentos 2º, 12 Cabos 1º, 20 Cabos 2º y 185 Bomberos.
Solicita 10 manuales de infantería de Perea, para la instrucción militar, manda a imprimir 200 ejemplares de Instrucciones para el Cuerpo de Bomberos, que fueron entregados luego de su destitución, constituyendo una de las primeras obras para dar capacitación técnica, demostrando aun mas su capacidad y pericia, como sus condiciones para ver con claridad y visión de futuro las necesidades del Cuerpo que comanda.
Por decreto del 5 de septiembre de 1874, el Oficial Principal Luis Albino Mansilla, es dejado cesante por verse involucrado en un parte por desorden, junto a 2 Oficiales del Cuerpo, en un hecho ocurrido en jurisdicción de la Sección 1º de Policía, incidente poco claro, según lo expresan distintos artículos publicados en las páginas del libro que utilizamos como material para esta
reseña, y donde algunos de los protagonistas de la época dan a entender que se trato de algo armado y rescatan del olvido al personaje que nos referimos.
Sin perjuicio de las razones reales o no, que hayan determinado la destitución de Luis Albino Mansilla, podemos afirmar que fue el 1º JEFE FUNDADOR, de la actual Superintendencia Federal de Bomberos, de la Policía Federal Argentina, quien junto a la visionaria figura de Enrique O´Gorman y el Sargento Roveaud, constituyen sin duda el acervo histórico de los Bomberos de la Ciudad de Buenos Aires.
Luis Albino Mansilla, BOMBERO VOLUNTARIO DE SANTIAGO DE CHILE, sembró la semilla de lo que serian en los años venideros, las organizaciones de Bomberos rentadas o voluntarias que poblaran toda la geografía de nuestra Patria.
JEFATURA DEL CORONEL JOSÉ MARÍA CALAZA
Luego de la destitución de Mansilla , asume como Jefe Julio Mendeville Ayudante del Cuerpo quién continua solicitando más elementos, aumento del número de plazas y mejoras para el funcionamiento del Cuerpo . Sucediéndolo el Capitán Luis Maillard, siendo los sucesivos Jefes en su mayoría militares, a las dificultades propias del servicio, la falta de material adecuado se sumaban las funciones militares y policiales que cumplían, como las distintas crisis institucionales que vivía el país , donde los Bomberos actuaron y sufrieron bajas entre muertos y heridos, como veremos mas adelante.
Federalizada la Ciudad de Buenos Aires, pasan a depender de las autoridades de la Nación, Ministerio del Interior siendo designado Jefe el Sargento Mayor José María Calaza, con fecha 15 de marzo de 1881 quién conducirá el Cuerpo en forma férrea y vigorosa, hasta su fallecimiento ocurrido el 28 de julio de 1913.
La gestión de Calaza significo para el organismo el impulso tenaz y sostenido que necesitaba para afianzarse en toda la Ciudad con la instalación de destacamentos, aumento permanente de su dotación, de los medios técnicos que para el crecimiento demográfico y edilicio de la época requería. Haciendo realidad la ansiada descentralización comenzada por Mansilla, con el destacamento Lorea, prestigiando con su accionar al Cuerpo en el país y en el exterior donde visita distintos países de Europa, Estados Unidos, estudiando la
organización de los cuerpos de bomberos y representando al nuestro en la reunión de Jefes de Bomberos realizada en Francia.
En 1888 no prospera un proyecto para que el Cuerpo de Bomberos de la Capital, pase a revistar como Infantería de Línea, sujeto a reglamentos particulares y disciplina militar, dependiendo en tiempo de paz del Ministerio del Interior y de Guerra y Marina en caso de conflicto bélico, de todas formas se implanta la militarización, para mantener la disciplina interna, como forma mas adecuada para la misión específica.
La descentralización comenzó con pequeños destacamentos en las Comisarías equipadas con elementos menores para que acudan de primer auxilio hasta que llegaran los refuerzos del Cuartel Central. Luego seguirán la compra de los terrenos y la edificación de los Cuarteles en todos los puntos de la Ciudad, el arribo en 1888 de la bomba flotante con destino a la Estación Fluvial en el Barrio de la Boca del Riachuelo.
Llegan distintos materiales de importancia comprados en el exterior, haciendo cada vez más eficaz la labor de los Bomberos, cosa que es motivo de elogio de la población.
La vigorosa labor del Coronel Calaza no se da respiros, escribe distintos libros sobre prevención de incendios en teatros, requiere de las autoridades la instalación de las aguas corrientes en toda la urbe, mejoras que faciliten la lucha contra el fuego, reformas de los reglamentos internos, etc.
Durante su carrera brillante el Coronel Calaza, que ingreso como soldado al Cuerpo, escalando de grado en grado hasta llegar a comandarlo, sufrió lesiones de distinta gravedad por actos de servicio y el pueblo de Buenos Aires lo vio infinidad de veces dirigiendo las maniobras, ingresando en los incendios primero por donde luego pasaran sus Bomberos, haciendo derroche de coraje hasta el agotamiento de sus fuerzas, estando al frente del Cuerpo hasta su muerte.
El Coronel Calaza, fue ascendido a Coronel de Infantería de Línea, por sus servicios destacados prestados a la Ciudad y a la Nación por una ley votada por el Congreso Nacional, acto de reconocimiento y justicia merecida.
Calaza, de una fuerte personalidad y carácter como todo ser humano con virtudes y defectos, debió afrontar varios juicios, tuvo una actitud de rechazo a los Bomberos Voluntarios a tal punto que por informes presentados, ante las autoridades, motivo la prohibición de funcionar a los Bomberos Voluntarios de
La Boca, con argumentos retorcidos y alejados de la verdad, como veremos cuando tratemos específicamente el conflicto planteado en esa ocasión, y su
solución en beneficio de la verdad y del bien común.
Sin perjuicio de lo dicho, analizando su obra, su figura, el prestigio y recia personalidad al frente del Cuerpo, no es exagerado que en su época decir
Calaza era decir Bomberos, y que sin duda con su muerte se iba un pedazo del Cuerpo de Bomberos de La Capital.
Este material me fue enviado a mi correo por el Autor el Comandante Mayor (R) Edgardo Ignacio SALVEMINI – Ex Jefe de Bomberos Voluntarios VUELTA DE ROCHA / Es su propiedad intelectual y el Sitio La Hermandad de Bomberos solo cree interesante compartir este material con sus Miembros a fin de que cada uno luego valore a su manera esta recopilación historica que muestra un enorme trabajo de investigación. Esta es la primera parte de la entrega del material recibido.
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