Nueve familias perdieron sus enseres en el incendio que a las 06:45 de ayer consumió las cuatro casas en las que vivían. El sinistro ocurrió en el cerro Santa Ana, callejón Santo Domingo, en el centro de Guayaquil.
Isabel Real, una de las damnificadas, relató que estaba durmiendo cuando observó que la casa que alquilaba, construida de caña, se estaba quemando.
“Algo me hizo levantar y grité que me estaba quemando y lo que hice fue sacar a mis dos hijas”, contó Real.
Los gritos de la mujer alarmaron a su hermana Wendy y al esposo de esta, Omar Noboa, quienes vivían en la planta baja de la vivienda.
“No alcanzamos a sacar nada, solo a los niños”, dijo Noboa, quien es aspirante a bombero. “Enseguida llamé a la institución a reportar la novedad, parece que todo fue por un cortocircuito”.
Moradores trataron de apagar las llamas, pero estas tomaron fuerzas y consumieron también los bienes de Serafín Coello, de 66 años, y su esposa Ana Sánchez. Ellos habitaban en la planta baja de una casa mixta, contigua a la de las hermanas Real. Arriba de ellos vivía Elertrudis Briones, su hija, yerno y dos nietos, quienes perdieron todas sus pertenencias.
Hasta el sitio arribaron alrededor de 45 carros motobombas y más de 200 bomberos, según el mayor Jorge Harb, del Cuerpo de Bomberos.
Harb dijo que tres tanques de gas explotaron durante el siniestro. El fuego también consumió la casa de Miriam Coello, quien vivía con dos niños, así como la de los Llaguna, en la que habitaban cuatro familias.
Un bombero, identificado como Ricardo Jairala, fue llevado hasta la clínica Guayaquil, después de que se electrocutó al pisar un cable de alta tensión.
Moradores se quejaron porque los hidrantes ubicados en el cerro no fueron habilitados a tiempo. A los bomberos se le hizo difícil acceder a la zona.