Alguna vez fuimos "los guapos del barrio". Eran mediados del siglo XIX y el Perú obtenía colosales ingresos económicos por la extracción y comercialización del guano de las islas. Éramos una de las grandes naciones de Latinoamérica, aspirábamos a ser potencia mundial y habíamos adquirido la fragata Amazonas, el buque mas poderoso que llegó a nuestra región en esos tiempos. Había que presumir ese poderío.
El 25 de octubre de 1856, por orden del presidente Ramón Castilla, la fragata Amazonas inició en el puerto del Callao su recorrido alrededor del mundo y, desde la tripulación, el alférez José Manuel Marquina registró cada anécdota de los 19 meses de travesía en una bitácora de viaje. Durante mas de siete décadas, ese importante testimonio se dio por perdido junto a otros 100 mil documentos (entre libros y manuscritos) que se convirtieron en cenizas el 10 de mayo de 1943, en uno de los incidentes mas dolorosos para nuestro patrimonio cultural: el incendio de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP). Pero un día la bitácora volvió del fuego.
Durante 74 años, un montíc*** de paquetes de papel kraft había permanecido en los almacenes de la BNP (primero en la sede de Abancay y luego, desde el 2008, en San Borja). Eran documentos que se habían rescatado y almacenado en 1943, luego de las más de siete horas de fuego y otras tantas de agua de las mangueras de los bomberos.
Pero en diciembre del 2015, un grupo de profesionales, entre bibliotecólogos, historiadores y restauradores, procedió a descubrir las piezas con la ansiedad del explorador que encuentra un tesoro y desea descubrir su magnitud.
Entre pequeñas nubes de polvo gris comenzaron a aparecer una a una las joyas bibliográficas, 4 mil 160 en su totalidad, entre incunables, manuscritos, grabados y periódicos. En sus bordes, en mayor o menor medida, el fuego había dejado su marca.
Entre los tesoros recuperados los restauradores encontraron los manuscritos originales de un par de libros de Ricardo Palma (Verbos y Gerundios y Nieblas). De hecho, el autor de Tradiciones Peruanas dirigió la Biblioteca Nacional entre los años 1883 y 1912. A él le tocó la dura labor de levantar y recuperar nuestra biblioteca luego del saqueo que sufrió tras el ingreso de tropas chilenas a Lima, durante la Guerra del Pacífico.
La portada del manuscrito de Verbos y Gerundios permite apreciar la dedicatoria que su autor escribió con hermosa caligrafía hace 130 años ya: "Obseguio este autógrafo a la Biblioteca de Lima. Julio 1887". Sí, esa era la letra de Ricardo Palma. Y no se conoce de otros manuscritos originales del escritor.
FUENTE: http://elcomercio.pe/lima/patrimonio/biblioteca-nacional-expondra-l...
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