COMISARIO INSPECTOR HERNÁN ZELMAR NUÑEZ
ESTUDIO DE LA ATF (TRADUCIDO): LOS NIVELES DE COHb (CARBOXIHEMOGLOBINA) EN VÍCTIMAS DE INCENDIOS Y ANÁLISIS DEL ORIGEN
*A CONTINUACIÓN HAY IMÁGENES QUE PUEDEN HERIR LA SUSCEPTIBILIDAD DE LAS PERSONAS SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.
Un estudio de caso de ATF
Derek J. Hill
derek.hill@atf.gov
Agente Especial / Certificado Investigador de Incendios (TPI)
Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF)
- EXPRESIONES DE GRATITUD:
Las contribuciones técnicas y editoriales de:
Paul Claflin, el agente especial / CFI - ATF
Michael Marquardt, agente especial / CFI - ATF
James Olson, el agente especial / CFI - ATF
Daniel Heenan, agente especial / CFI - ATF
James Lord, Ingeniero de Investigación de Incendios - ATF
Juan Golder, agente especial / CFI – ATF
- Resumen
La determinación del origen y la causa de un incendio es una tarea difícil que requiere de los investigadores seguir el método científico para llegar a hipótesis comprobables en cuanto a cómo se inició un incendio. Como parte de este proceso, deben tener en cuenta toda la información disponible durante el desarrollo y análisis de sus hipótesis.
En los últimos años se ha producido un argumento presentado en la comunidad de la investigación de incendios referido a que en un incendio con víctimas, la carboxihemoglobina (COHb) y su concentración es un factor importante a tener en cuenta al determinar el origen de un incendio. Este argumento ha sido sostenido en Cortes de Indiana y Texas, y fue reconocido por los tribunales para ser recién descubiertos como prueba por el Tribunal. Aunque en el examen de la autopsia, los datos de las víctimas son importantes en cualquier investigación de la muerte, el uso de las concentraciones de COHb en la identificación del origen de un incendio, es una tarea arriesgada con el nivel actual de los conocimientos científicos en el campo de la COHb.
Los datos obtenidos y compilados a partir de una encuesta realizada por Investigadores certificados de Incendios (TPI), con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) revela posibles dificultades significativas, permitiendo que las concentraciones de COHb de las víctimas del incendio tengan una influencia importante en la hipótesis de la zona de origen del fuego para el investigador, y la correlación con su determinación.
Introducción
Condado de Laramie homicidio-suicidio
El 3 de febrero de 2012, se produjo un incendio en una casa móvil en el condado de Laramie, Wyoming. Durante la búsqueda en la construcción, se encontraron en el interior de la residencia a una mujer de 35 años y su hija de 11 años fallecidas. La madre se halló en la sala de estar de la finca, tendida en el suelo entre el sofá y una mesa de café. La hija se encontró en el dormitorio adyacente.
Un TPI de la ATF fue contactado por la policía local para ayudar en el examen del lugar del incendio. La residencia se encuentra en un parque de casas móviles y el incendio fue descubierto aproximadamente a las 4:45 hs. por un transeúnte que observó el fuego que salía por la puerta norte de la construcción. Cuando llegaron los bomberos, el humo y el fuego estaban emanando de la ventana de la sala en el lado norte del edificio, adyacente a la puerta mencionada. Los bomberos lograron entrar al inmueble al forzar la apertura de la puerta sur. Buscaron en la residencia y hallaron a la víctima menor, a quien sacaron del lugar. La mujer adulta se encontró en la sala de estar, pero no se retiró inmediatamente, ya que era evidente que estaba fallecida.
Después de un examen sistemático del lugar del incendio, los investigadores determinaron que hubo gasolina asperjada en tres áreas separadas; que incluye la sala de estar, dormitorio principal y el segundo dormitorio. El fuego fue el resultado de la aplicación de una fuente de ignición de llama libre sobre los vapores del hidrocarburo.
En la sala de estar, donde se descubrió el cuerpo de la mujer adulta, no había un patrón irregular ni marcas de fuego asociadas en el sector del piso que rodeaba a la víctima. Un recipiente de gasolina de dos galones vacío fue ubicado en el solado de la sala, cerca de la víctima (Figura 1, Figura 2). En el suelo, cerca del cuerpo, había un encendedor. En la mesa del centro, cerca del cuerpo de la occisa, se hallaron dos encendedores más y una caja de fósforos. Dos muestras de alfombra y el acolchado de la alfombra fueron recogidas en la sala de estar, cerca del cadáver. Los análisis de laboratorio confirmaron que la gasolina estaba presente en cada una de estas muestras.
Fuente: ATF SA / CFI Paul Claflin
La cocina se encontraba en forma contigua a la sala de estar y un recipiente de gasolina vacío se halló en el piso de ese ambiente. En los residuos, se pudieron observar dos boquillas de contenedores de gasolina, y una tapa de dicho recipiente. La puerta del horno estaba abierta y las perillas estaban en posición de "asar" y "Horneado programado, de precalentamiento." Los cuatro controles de los quemadores se observaron en posición "alto".
El primer dormitorio, adyacente a la sala de estar, fue la segunda zona de origen, siendo el ambiente en el que se encontraban las víctimas menores de edad. No hubo un patrón de quemadura irregular y daños por incendio asociado, que se inició en la puerta de la habitación y continuó hasta el pie de la cama, donde fueron víctimas los menores. Un recipiente de gasolina vacío se encontró dentro del área identificada como de origen (Figura 3). Se secuestraron una muestra de alfombra y su capa de relleno desde el pie de la cama. El análisis de laboratorio confirmó que la gasolina estaba presente en esta muestra.
El segundo dormitorio se encuentra al este de la primera habitación, en el pasillo de la sala de estar. Ahí existía un patrón de quema irregular y daños por incendio asociados, en el lado sur de la cama. Se halló sobre el solado otro recipiente vacío de gasolina. Una muestra de alfombra y relleno se recogió de los pies de la cama. Los análisis de laboratorio confirmaron que la gasolina estaba presente en esta muestra.
Los investigadores de incendios obtuvieron imágenes de video de las cámaras de vigilancia de una estación de servicio, donde se visualizó a una persona adulta de sexo femenino llenando un recipiente de gasolina antes del incendio. Los investigadores de incendios llegaron a la conclusión de que la misma, al parecer estaba angustiada antes del incidente, e inició el fuego en tres áreas separadas dentro de la residencia determinándose que se trató de un homicidio y posterior suicidio.
El condado de Decatur, incendio (Caso Bunch)
En 1995, se produjo un incendio en una residencia en el condado de Decatur, Indiana en el que un niño de 4 años murió en un incendio. La autopsia realizada determinó que el menor murió por inhalación de humo. El nivel de carboxihemoglobina (COHb) se determinó que era 80% y la causa de la muerte fue catalogado como inhalación de humo
Después de una investigación, la madre del niño fue acusada y condenada por incendio y homicidio. En 2006, se solicitó un nuevo juicio, en parte, sobre la base de una reclamación de la "evidencia recientemente descubierta." El argumento presentado por los expertos en defensa del caso, fue que los niveles de COHb de las víctimas de incendios tienen que ser tomados en cuenta a la hora de determinar el origen y la causa de un incendio y que en este caso el nivel de COHb de la víctima no fue considerado. El experto de la defensa afirmó que en un incendio, que comenzó en un espacio abierto (el dormitorio de la víctima), no puede producir suficiente monóxido de carbono, que haya elevado el nivel de COHb de la víctima a 80% en menos de una hora, ya que antes se hubiera muerto como resultado de lesiones por temperatura. El tribunal rechazó este argumento, en parte, basándose en el hecho que el experto de la defensa no presentó ninguna evidencia de los principios científicos o estudios que justificaran o correlacionaran el nivel de monóxido de carbono de una persona muerta en un incendio en el lugar de origen del fuego. Tampoco este tipo de estudios se incorporó a la prueba.
La corte, después que la condena fue anulada por el Tribunal de Apelación de Indiana, ordenó un nuevo juicio, basado en parte en el estudio toxicológico de la víctima del incendio.
Debido a las similitudes entre el condado de Decatur, en el incendio y el homicidio-suicidio del condado de Laramie, los resultados de la autopsia del condado de Laramie también se estudiaron, centrándose específicamente en los niveles de la COHb de cada víctima. El investigador de incendios anticipó que encontró niveles bajos de COHb en la madre y la hija, que se hallaban en proximidad a la combustión de mezclas de gasolina; y que, en base a la teoría, presumiblemente habían sucumbido por lesiones térmicas antes de la inhalación de suficiente monóxido de carbono. El patólogo determinó que la víctima menor murió de una combinación de la inhalación de humo y lesiones térmicas y tenía un nivel de COHb del 67,6%. En cuanto a la mujer adulta, falleció por inhalación de humo y lesiones térmicas y tenía un nivel de COHb de 72,8%. Estos datos parecen contradecir la teoría planteada por los expertos de la defensa en el caso Bunch.
Las muertes por incendios
Durante 2007 - 2011, EE.UU. fallecieron en incendios estructurales, un promedio estimado de 2.570 personas y causaron lesiones a 13.210 civiles por año. En general, el 51% de las víctimas mortales y el 60% de las personas heridas se encontraron en la zona de origen en el momento en que comenzó el incidente. (Ahrens, 2014)
Las llamas, el calor, el humo, el hollín y la exposición directa son ejemplos de formas en que un incendio puede resultar en una fatalidad.
Algunos de los principales agentes letales en los incendios son el calor, la producción de humo y la inhalación de humo y otros gases tóxicos. La supervivencia en este entorno se refiere como posible. Sobre la base de los resultados de las pruebas de incendio a gran escala, incluso en un escenario del peor caso, de un rápido crecimiento, se anticipa en muchos casos que habrá un período de tiempo antes de que las condiciones se vuelvan insostenibles. En el conocimiento de la toxicidad de los productos derivados del incendio, se estima que una persona consciente, sana, y de movilidad normal, en muchos casos tendrá la oportunidad de escapar de tales situaciones. Bajo el mismo escenario, o bajo una combustión sin llama o una relativamente lenta en desarrollo del fuego, una víctima durmiendo o incapacitada puede ser superada por los productos nocivos del fuego antes que intente escapar. (Manual SFPE de Ingeniería de Protección contra Incendios, 2008, pp. 2-152)
Los incendios en compartimentos cerrados, tales como dormitorios, presentan una situación peligrosa, en la que el fuego consume rápidamente el oxígeno disponible y su concentración decrece después de un minuto más o menos de iniciada la quema. Por tanto, la combustión se vuelve ineficiente, produciendo un humo denso, rico en monóxido de carbono y otros productos tóxicos. Éstos, junto con la concentración de oxígeno baja dentro de una habitación, puede producir rápidamente un ambiente letal y baja a cero la posibilidad de supervivencia. (Manual SFPE de Ingeniería de Protección contra Incendios, 2008, pp. 2-152)
Además, el Manual SFPE establece que, en general, aunque el fuego y el calor pueden llegar a matar a las personas, esto suele ir precedido de un humo denso, altamente tóxico, que puede propagarse rápidamente a través de un espacio o de un edificio, y que suele ser responsable de la incapacidad inicial de los ocupantes, además de ser la causa de muchas muertes.
El monóxido de carbono (CO) y cianuro de hidrógeno (HCN)
Dos de los principales gases asfixiantes en los incendios son el monóxido de carbono (CO) y el cianuro de hidrógeno (HCN). El CO se produce en casi todos los incendios por la combustión incompleta de cualquier combustible que contiene carbono.
La tasa de producción de monóxido de carbono en los incendios, especialmente dentro de los compartimientos, es dependiente de varios factores, incluyendo si el incendio está bien ventilado o poco ventilado. Dicho gas actúa como un depresor sobre el sistema nervioso central. Cuando se inhala, el CO se une con la hemoglobina de la sangre, formando la carboxihemoglobina (COHb). La afinidad de monóxido de carbono con la hemoglobina es de aproximadamente 240-250 veces más que la afinidad del oxígeno para la hemoglobina. Por lo tanto, suele acumularse en la sangre a niveles peligrosos. (NFPA 921 - Guía para la investigación de Incendios y Explosiones, Ed. 2014)
A pesar que un nivel de COHb 50% es ampliamente considerado como el punto de referencia para que sea una concentración fatal, los niveles de COHb considerablemente inferiores al 50% pueden ocasionar la muerte. La COHb en el orden del 30% al 40% se cree que produce la incapacitación. (DeHaan y Icove, 2012, p. 637) En el caso de Ed Graf, que se discute más adelante, los expertos de la defensa argumentaron con éxito que el uso de concentraciones de COHb en la determinación de la zona de origen, eran de de hecho, "evidencia recién descubierta". En el caso Graf, los peritos de la defensa establecieron que las víctimas del incendio que habían estado expuestas a un líquido inflamable, habrían muerto como consecuencia de las lesiones térmicas antes de obtener una concentración letal de monóxido de carbono. Los expertos de la defensa en el caso Graf afirmaron además que un nivel de COHb de 40% se consideró que era un nivel fatal. Porque este argumento aceptado durante la apelación en el caso Graf, y para los fines de este análisis, el nivel de COHb de 40% se consideró como el nivel fatal. (Carpenter, 2011) pues la COHb es relativamente estable y debido a esto, se puede medir en la sangre de las víctimas del incendio, mucho tiempo después de la muerte.
El cianuro de hidrógeno (HCN), además de monóxido de carbono es otro agente tóxico importante que se produce en los incendios. Se genera durante la combustión de los materiales a base de nitrógeno tales como lana, nylon, y plásticos, que se encuentran comúnmente en los muebles de la casa y acabados interiores. Cuando se inhala HCN durante la respiración, se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo. Las capacidades de difusión de HCN son más significativas que las de CO, lo que explica sus efectos letales rápidos. Mientras que el monóxido de carbono afecta la unión de oxígeno a la hemoglobina, el HCN afecta a la utilización de oxígeno. Estos efectos resultan en parálisis del centro respiratorio en el cerebro que puede conducir a la muerte. A diferencia de la COHb, el HCN no posee la misma estabilidad en la sangre y, naturalmente, se disipa incluso en muertes por incendios, y los resultados suelen ser engañosos a menos que la muestra de sangre se tome y analice en estrecha proximidad a la hora de la muerte.
En la dinámica de cualquier incendio dado, influyen en la producción el CO y HCN, que surgen de la desintegración térmica de los materiales presentes en el sitio. Por otra parte, la producción de HCN y la inhalación de los incendios parece jugar un papel importante, y todavía no se conocen a fondo respecto a las muertes por incendios, pero los niveles de HCN son rara vez solicitados como parte de un examen post-mortem. El papel desconocido que una combinación de HCN y CO en una muerte por incendio, junto con las diferentes dinámicas de los incendios individuales plantean un verdadero problema.
Los investigadores intentan utilizar los niveles de toxicidad en la sangre de la víctima como apoyo para determinación del origen y la causa de un incendio.
El papel de la NFPA 921
La edición de la NFPA 921 2014, Guía para Investigaciones de incendios y explosiones fue lanzada en diciembre de 2013. Capítulo 25 – “Muertes y lesiones por Incendios y explosiones”, contiene varias secciones relacionadas con las víctimas de incendios y las concentraciones de COHb. Se añadió la edición de la norma NFPA 921 2014 Sección 25.2.1.7 y se ocupa de la correlación entre los niveles de COHb en víctimas de incendios y su relación con la zona de origen del fuego. Las ediciones de 2008 y 2011 (23.8.3) también contenían vocabulario relacionado a este tema y las propuestas que se han hecho están encausadas a hacer que sea más convincente, pero hasta ahora han sido rechazadas por el voto de la comisión.
Los argumentos de la Corte
El uso de datos toxicológicos de la víctima y su relación con el origen y la causa de un incendio se convirtió en un argumento que pronto fue utilizado en los tribunales de apelación, en un intento de modificar la condena penal basado en la teoría de que estos datos se "descubrieron en pruebas recientes", constituyendo avances en el campo de la ciencia del fuego. El primer argumento basado en estos datos parece haber tenido lugar en el caso anteriormente mencionado fuera del condado de Decatur, Illinois. Una corte posterior a la condena recibió el testimonio de un perito de la defensa que testificó que el incendio que mató al niño en Indiana tenía que haber ocurrido en un espacio confinado al producir los niveles de COHb que presentaba el menor fallecido. El experto sostuvo que si el fuego se había producido de la forma que la Fiscalía estimó, el niño habría muerto a causa de las lesiones térmicas antes de alcanzar un nivel de COHb de 80%. La Corte que entendió posteriormente a la condena negó la demanda de "nuevas pruebas", en parte basada en el hecho de que no se realizaron estudios admitidos que apoyaban la teoría propuesta por el perito de la defensa. En última instancia, una Corte de Apelaciones de Indiana revocó la condena de la madre del niño, y fue puesta en libertad. El autor es consciente de que otras cuestiones han surgido en el caso y que han desempeñado un papel en su desestimación. El propósito de este trabajo no es cuestionar la culpabilidad o inocencia de la madre acusada en el caso, sino más bien para establecer la validez científica de este tema, haciendo especial énfasis en las víctimas con concentraciones de COHb en sangre para la determinación del origen de un incendio. Tras el caso de Indiana, se propusieron argumentos adicionales sobre el mismo tema en los tribunales penales del estado de Texas vs. Ed Graf, y el Estado de Alabama vs Christie Scott. En cada uno de estos casos, el argumento que ha habido altas concentraciones de COHb no eran indicativos de que la víctima estuviera situada en la zona de origen, y en el caso de Graf, el uso de una sustancia en función acelerante, tampoco era indicativo de una alta concentración de COHb. En otras palabras, los niveles de toxicidad de la víctima estaban siendo utilizados para argumentar que en el incendio el investigador identificó el área de origen en forma errónea. En el caso Graf, se argumentó, además, que si en el incendio hubo un combustible líquido tal como gasolina, las víctimas habrían muerto a causa de las lesiones térmicas antes de alcanzar los niveles letales de COHb. Cada uno de los casos se describe brevemente a continuación, y si bien este documento se centra en el uso de los datos toxicológicos, otras cuestiones también cuentan en las decisiones de cada uno de los tribunales respectivos.
Estado de Texas vs. Ed Graf
El 26 de agosto, 1986, un incendio ocurrió en Waco, Texas, en la residencia de Ed Graf. Los bomberos llegaron y encontraron un galpón de la propiedad con fuego generalizado. Después de extinguir el fuego, los bomberos se enteraron que dos hijastros de Graf se hallaban desaparecidos. El cuerpo de Joby Graf (9 años de edad) fue encontrado cerca de dos puertas delanteras del cobertizo, mientras que el cuerpo de Jason Graf (8 años de edad) se halló en una esquina trasera de la misma construcción. La autopsia reveló que el nivel de monóxido de carbono de Joby Graf fue del 86% en el momento de su muerte y el de Jason Graf se determinó que era del 76%. Los investigadores de incendios estatales establecieron que el fuego se originó en la esquina frontal izquierda de la nave y que algún tipo de acelerante se utilizó para incrementar la combustión. Además, el experto del estado declaró que la puerta del cobertizo estaba cerrada en el momento del incendio. Basado en esto y en otros factores del caso, Ed Graf fue acusado de homicidio y condenado a prisión de por vida. Apeló su condena y en 2013 la Corte de Apelaciones de Texas ordenó un nuevo juicio para Graf. Parte del argumento del condenado en la Corte de Apelaciones, giraba en torno a los niveles de monóxido de carbono que se encontraron en ambos menores. Expertos de la defensa argumentaron que el incendio no pudo tener una sustancia acelerante, pues entonces los menores habrían muerto a causa de las lesiones térmicas antes que sus niveles de monóxido de carbono llegaran tan alto como lo hicieron.
Los expertos argumentaron que la incapacitación se produce con un nivel de monóxido de carbono de 30% - 40% y niveles letales entre 40% - 80%.
Fue ordenado un nuevo juicio para Ed Graf y el 6 de octubre de 2014, la reapertura del proceso comenzó en Waco, Texas.
Durante el nuevo juicio, se expusieron una vez má los argumentos que debido al nivel alto de monóxido de carbono en sangre de los niños, el fuego no fue un acto de incendio intencional, y que en realidad fue el resultado de niños jugando con fuego y que les causó la muerte. El argumento era que se inició un incendio de esta manera, y creó las condiciones tóxicas que llevaron a los menores a alcanzar los altos niveles de COHb que tenían en su sistema. Mientras que un incendio donde existiera la injerencia de líquidos inflamables, podría causar la muerte debido a lesiones térmicas. Otra explicación dada para los altos niveles de COHb de los chicos era que el incendio se produjo en una zona oculta dentro del cobertizo. Esta área oculta o "compartimento dentro de un compartimiento" permitió supuestamente que el fuego produjese altos niveles de monóxido de carbono alcanzando los niveles letales. Había también desacuerdo sobre si las puertas del cobertizo estaban abiertas o cerradas en el momento del incendio.
Después de un juicio de dos semanas que terminó el 20 de octubre de 2014, el jurado inició sus deliberaciones. Antes de llegar al veredicto, el 21 de octubre de 2014, Ed Graf se declaró culpable de matar a sus dos hijastros. Como parte del acuerdo de culpabilidad, Graf se le dio crédito por el tiempo cumplido privado de su libertad, y poco después de que concluyó el juicio, fue liberado de prisión.
Estado de Alabama vs Christie de Scott
En las primeras horas de la mañana del 16 de agosto de 2008, se produjo un incendio en una residencia ubicada en Russellville, Alabama. A su llegada, los servicios de emergencia fueron contactados por Christie Scott, que estaba gritando que su hijo estaba todavía en la casa. Scott informó inicialmente a la policía que llegó a la escena, que su hijo desaparecido se encontraba en el dormitorio donde se desarrolló el fuego. El oficial de policía intentó entrar por la puerta principal, pero fue repelido por el calor y las llamas que emanaban del edificio. Entonces corrió a la parte trasera de la estructura e intentó ingresar, pero de nuevo le fue imposible por las circunstancias apuntadas. Entonces se quedó afuera y esperó la llegada de los bomberos.
Después que el incendio fue extinguido, el cuerpo de Mason Scott fue encontrado en su dormitorio. Más específicamente, el cuerpo se halló en una zona entre la cama y el armario.
Normalmente esta habitación era compartida con su hermano menor, pero en la noche del incendio, éste estaba durmiendo en otro dormitorio con Christie Scott. Un patólogo forense de Alabama llevó a cabo la autopsia de Mason Scott y determinó que murió por inhalación de humo y quemaduras térmicas. Su nivel de carboxihemoglobina era de un 90%.
Un Investigador de Incendios certificado (TPI) de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) se puso en contacto y se le pidió que ayudara a determinar el origen y la causa del fuego. Se llevó a cabo un examen sistemático con la participación de la ATF, la Oficina Estatal de Bomberos de Alabama, el Departamento de Policía de Russelville y el Departamento de Bomberos de Russellville. Un ingeniero eléctrico también fue contratado para examinar el sistema de energía. Después de examinar la escena, los investigadores determinaron que el incendio fue iniciado intencionalmente mediante la ignición de una cama situada en la habitación donde se encontraba Mason Scott.
La información adicional obtenida durante la investigación condujo a la detención de Christie Scott. Fue acusada de homicidio. Durante el juicio, la defensa presentó argumentos referentes a que el fuego era accidental e iniciado en el interior de un armario de televisión, ubicado en la habitación de los niños. Esta opinión se basó en parte, en el alto nivel de COHb de Mason Scott. La defensa argumentó, además, que un incendio iniciado en la cama del niño no produciría altos niveles de monóxido de carbono como los hallados en la víctima. Sin embargo, se alegó que un fuego originado en el gabinete de la televisión produciría los niveles extremadamente altos de monóxido de carbono encontrados en la sangre de la víctima. Scott fue declarado culpable de todos los cargos y el jurado se dividió 7-5 en la determinación de si a Scott debería recibir la pena de muerte. Debido a la división, Scott fue condenada a cadena perpetua, sin perjuicio de ello, el juez condenó a Scott a la pena de muerte.
Estudio ATF
En 2014, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) llevó a cabo una o revisión histórica que implica la recopilación de datos de incendios fatales en donde ATF y sus Investigadores de Incendios Certificados (TPI) han llevado a cabo un examen de la escena de los incendios. El propósito del estudio fue evaluar si o no, puede haber alguna correlación significativa entre la ubicación del hallazgo de una víctima, el nivel de la COHb de la víctima del incendio y la zona de origen del fuego. Se preguntó a los ATF TPI y participaron en una encuesta que requirió preguntas específicas sobre escenas de incendios fatales donde habían trabajado. Las siguientes categorías se identificaron en la encuesta: Fecha; Número de caso; Género; DOB víctima; Nivel COHb; Lugar de Origen; Planta de origen; Ubicación de la víctima; Localización de la planta donde fue hallada la víctima; Causa; Líquido inflamable que se trate; y otros factores. Se solicitaron además que sólo el origen y la causa (O & C) sólo se presentaran los informes preparados por la ATF- CFI. Esto hizo que el autor pudiera revisar los distintos informes e identificar cada uno de los casos individualmente
Identificador de casos ATF
Se recibieron respuestas y antes de la identificación de los datos numéricos, los casos fueron examinados y evaluados y, como resultado, algunos fueron excluidos debido a que no cumplían con los criterios que se habían establecido.
Los ejemplos de los criterios establecidos que impedirían un caso pudiera ser utilizado en el estudio, incluyó investigaciones de incendios en los que un ATF TPI no hubiera participado en la elaboración del informe y determinación del origen y la causa, los casos donde la evidencia estableció que la víctima o las víctimas habían fallecido antes del incendio y las muertes eran consecuencia de los incendios de vehículos. Tras la revisión de los casos presentados, 53 casos fueron identificados como que cumplían con los criterios. En algunos casos, el nivel de COHb fue incluido en el hallazgo de autopsia sólo como mayor o menor de cincuenta por ciento (es decir, -> 50% se le dio un nivel de COHb de 50%). También en algunos casos, las edades de las víctimas aparecen como menor de un año. Para el propósito de este estudio, en estos casos, el valor utilizado para <1 era dada una edad de 1 año. Además, en algunos casos en los que había múltiples víctimas, que pudieran estar ubicados tanto dentro como fuera de la superficie determinada de origen en el mismo incidente.
Las víctimas de incendios
En los 53 casos de incendio que fueron analizados, ocurrieron 85 muertes por incendios. La víctima más joven en el estudio fue de 3 meses de edad, mientras que la víctima de mayor edad tenía 84 años. La tabla a continuación ofrece una vista de las edades de víctimas y la COHb media para el grupo de edad identificado (Figura 5).
Figura 5 - Desglose por Víctima
Edad de las víctimas (años) Número de víctimas Avg. COHb(%)
5 años y menos 17 60.5
6 a 10 10 34,5
10 a 11 18 60,4
19 a 30 10 58,8
31 a 40 7 60,7
41 a 50 9 60.7
51 a 60 6 59.2
61 a 70 7 45,0
71 y más 9 38.0
Total: 85
Fuente: Encuesta ATF víctimas fatales por incendios
De las 85 víctimas que fueron identificadas, 28 fueron encontradas en la zona de origen mientras que 57 de las víctimas fueron identificadas como fuera de la zona de origen en base a la evidencia establecida por la investigación original de la escena del incendio. Al revisar los niveles de COHb de todas la víctimas, la COHb media se determinó que era 53,8%. Por debajo se obtuvo un nivel promedio de COHb de 46,1% para las víctimas localizadas en la zona de origen. Se estableció una COHb promedio de 57,9% para víctimas localizadas fuera de la zona de origen. Los niveles de COHb de las víctimas, cuando era un líquido inflamable confirmado mediante análisis de laboratorio, también se examinó. El nivel medio de COHb a estas víctimas era de 43,9% (Figura 6).
Figura 6 - Los niveles promedio de COHb
Fuente: Encuesta ATF de víctimas fatales de incendio
Incendios con víctimas en la zona de origen
En 15 de los 53 incendios examinados, las víctimas fueron identificadas como halladas en la zona de origen. Estos 15 incendios representaron 28 de las víctimas de muertes relacionadas con los incendios. La COHb media de estas víctimas fue del 46,1%. Los niveles más altos de COHb documentada fue del 88% para una víctima situada en la zona de origen, mientras que <5% fue el menor porcentaje documentado (Figura 7). Con base en el porcentaje más bajo de COHb documentado, se desconoce si la víctima estaba con vida en el momento del incendio o había fallecido antes del inicio del fuego.
Figura 7 - Los niveles de COHb para todas las víctimas, situado en la zona de origen
Fuente: Encuesta ATF de víctimas fatales de incendio
En algunos de los incendios, fueron descubiertas múltiples víctimas en la zona de origen hipotética y, aunque se encontraron en la misma zona, sus niveles de COHb registrados variaron significativamente. En algunos casos, diferentes víctimas que se encontraron en el mismo lugar, y razonablemente se cree que han sufrido exposiciones al fuego similares, se estableció que tenían diferentes niveles de toxicidad COHb, que oscilaban entre lo que se considera letal y menos de niveles letales. La investigación científica disponible sugiere que estas variaciones pueden ser atribuidas en parte a que cada una posee una individualidad biológica. Cada víctima tiene particularidades de edad, masa, historia clínica, si recibe medicación, si consume drogas, alcohol, que son factores a considerar como influyentes en los niveles de COHb de una persona cuando se expone a las mismas condiciones del incendio.
Figura 8 – Incendios con víctimas situadas en la zona de origen con un niveles fatales de COHb
Fuente: ATF Encuesta de víctimas fatales por incendio
Incendios con víctimas en la zona de origen con un nivel límite de COHb
En Tres (3) incendios en los cuales las víctimas fueron localizadas en el área de origen con un nivel de COHb un poco por debajo del 40 % es el umbral utilizado en este estudio. Las 3 víctimas en estos incendios tuvieron niveles de COHb de 38%, 39% y 38%.
Incendios con víctimas en la zona de origen con un bajo nivel de COHb
En Cuatro (4) incendios participaron 9 víctimas que se encontraban en la zona de origen niveles de COHb inferiores al 30%. El promedio de COHb de las 9 víctimas identificadas en estos incendios fue de 12,8%. El más alto nivel de COHb fue del 27% y el más bajo nivel de COHb documentado fue <5%.
Incendios en que se hallaba involucrado un líquido inflamable
Como se dijo anteriormente, se ha argumentado con relación a que si una víctima de incendio se encuentra que tiene un alto nivel de COHb, que una víctima en particular podría no haber sido localizada en la zona de origen y por lo tanto debe ser re-examinada ya que potencialmente pudo ser identificada erróneamente. Dando un paso más allá, el argumento incluye ahora que si una víctima de incendio se expone a una combustión donde existe un líquido inflamable, perecería a lesiones térmicas antes de obtener un nivel letal de COHb.
Debido a este argumento en particular, el análisis estaba particularmente interesado en los niveles de COHb que fueron documentados en los casos en los que se identificó un líquido inflamable que se han verificado por un examen forense creíble y análisis de laboratorio, o fue reconocido durante los procesos judiciales. Esta pregunta en particular se le hizo a los ATF TPI como parte de la encuesta. De los 53 incendios que se examinaron, 8 de ellos implicaban la presencia o uso de un líquido inflamable. Estos 8 incendios representaron 20 de las muertes relacionadas con los incendios. El promedio genera del nivel de COHb de estas 20 víctimas fue del 43,9%. El más alto de COHb documentado fue del 86,4%, mientras que el más bajo nivel era <5% (Figura 9).
Figura 9 - fuegos en que se halla involucrado un líquido inflamable y la víctima fue localizada en el área de origen
Ejemplos de casos
El 19 de septiembre de 2011, a las 14:00 aproximadamente, fue hallada una víctima de sexo masculino, de 57 años de edad, con gasolina derramada en un banco de trabajo y sobre sí mismo, mientras se trabajaba en una carpintería de madera de una de 10 'x 18' en un galpón de mantenimiento. Los vapores de gasolina se encendieron, y se produjo una pequeña explosión e incendio. En el área en que el operario se encontraba de pie, se halló el origen. Un testigo escuchó y observó el evento desde una corta distancia y describió haber visto a la víctima de pie y gritando durante un breve período, mientras que estaba envuelta en llamas aproximadamente desde las rodillas hacia arriba. La víctima cayó hacia atrás y la combustión continuó y murió. El cuerpo de la víctima sufrió quemaduras graves y el galpón de mantenimiento sufrió daños importantes por el incendio. La escena fue examinada y se tomaron muestras alrededor del cuerpo, así como de la ropa de la víctima. Un laboratorio forense confiable, determinó que las muestras recogidas de todo el cuerpo de la víctima, así como las muestras de ropa dieron positivo con respecto a la presencia de la gasolina. Se hallaron múltiples contenedores de gasolina en el interior de la caseta de mantenimiento. Se realizó una autopsia y la concentración de COHb de la víctima se determinó que era del 60%. Un encendedor de gas se encontró fundido / incrustado en un lateral de los restos de un recipiente de gasolina de plástico de color rojo, cerca de la víctima. No se pudo determinar si el encendedor era la fuente de ignición o que estaba haciendo la víctima con el encendedor, ya que no era un fumador de cigarrillos en base al testimonio de la viuda.
La Figura 10 representa el cobertizo con la víctima en el centro de los restos combustos en el suelo. El torso de la víctima se encuentra a la derecha de los botes de basura de metal; el objeto blanco justo debajo de la zona del torso son restos de la pierna derecha de la víctima. La Figura 11 y la Figura 12 muestran el cobertizo después del examen del lugar.
Figura 11
Figura 12
El uso de datos incoherentes
El libro de Protocolos científicos de Investigación de Incendios cita siete categorías generales de errores en la investigación de incendio. Una de las categorías identificadas es hacer caso omiso de los datos inconsistentes. El autor declaró "Ignorando datos inconsistentes es uno de los errores más insidiosos y un síntoma clásico de una mente cerrada. Los datos inconsistente deben ser evidentes para cualquiera que siga el método científico y lleve a cabo la prueba de la hipótesis utilizando el razonamiento deductivo". (Lentini, 2006)
Del análisis de los resultados de la encuesta realizada de los casos de muertes relacionadas con incendios de la ATF, es evidente que el intento de correlacionar directamente la concentración de COHb de la víctima con el área de origen y el extraer conclusiones definitivas es especulativa, a lo mejor, basado en el conocimiento científico actual. Como mínimo, se podría argumentar que un investigador de incendios que defienda esta teoría está ignorando significativamente datos inconsistentes tal como lo entendemos hoy en día. El estudio sugiere claramente que las víctimas que se encuentran en el área identificada de origen, con y sin un líquido inflamable presente, de hecho, puede alcanzar una concentración letal de COHb antes de sucumbir a lesiones térmicas.
Conclusiones
La investigación de incendios es una ciencia forense que continúa evolucionando y cambiando a través de una base científica, investigación y entrenamiento. Ya se trate de un investigador público o privado, se requiere que los investigadores de incendios deban mantenerse al día con la última formación y evolución. Los investigadores de incendios tienen el deber de examinar, evaluar y debatir los méritos de las diversas teorías que se hallan en el campo de la investigación de incendios y especialmente aquellas que se alegaron ante diversos tribunales.
Un breve examen de la historia de la investigación de incendios revela que "mitos y leyendas" se generan fácilmente y se propagan sin base científica. Los investigadores de incendios no necesitan ir a ahondar demasiado para los casos anteriores en los que indicadores como el agrietamiento de vidrio, desconchado, cuarteado y otros indicadores compatibles no científicos se utilizaron para confirmar el uso de un líquido inflamable, o el calor de una chimenea encendida. Estos indicadores se han desacreditado y ahora se denomina en la comunidad de investigación de incendios y los medios de comunicación como "ciencia basura".
Un análisis de los datos proporcionados en cuanto a la correlación entre las concentraciones de COHb de las víctimas y la zona de origen, se podría argumentar que algunos de los datos de la encuesta apoyan la teoría de que las víctimas de la zona de origen no pudieron alcanzar un nivel letal de COHb debido a las lesiones térmicas. Sin embargo, los datos adicionales obtenidos en esta encuesta contradicen claramente su constatación. Analizar específicamente incluso una pequeña porción de los datos revelan que, de los 53 casos, en 10 de ellos, las víctimas en la zona de origen tenían concentraciones fatales de COHb .
Ahrens, M. (2014). Inicio características de las víctimas de incendios. Quincy, MA: NFPA.
Carpenter, D. J. (2011). Análisis del Fuego en el Graf Residencia.
DeHaan, J. D., y Icove, D. J. (2012). Investigación de Incendios de Kirk (Séptimo adición). Pearson.
Icove, D. J., y DeHaan, J. D. (2009). Reconstrucción de la escena del fuego Forense (segunda adición).
Lentini, J. J. (2006). Los protocolos científicos para la Investigación de Incendios. Taylor & Francis.
NFPA 921 - Guía para Investigaciones de incendio y explosión. (2014 Edition). NFPA.
Robb, C. J. (2012). Corte Suprema de Indiana, Corte de Apelaciones.
Manual SFPE
HERNÁN ZELMAR NUÑEZ
COMISARIO INSPECTOR, JEFE DEL DEPARTAMENTO TÉCNICO INVESTIGATIVO – SUPERINTENDENCIA FEDERAL DE BOMBEROS – POLICÍA FEDERAL ARGENTINA.
Perito Mercantil. Instituto Ramón Falcón - Abogado, egresado de la Universidad del Salvador. Facultad de Ciencias Jurídicas (1997).
-Ingresó a la Institución en 1982, egresando como Oficial Ayudante en 1984.
-En 1986 revistó en el Cuartel VI “Villa Crespo” de la S.F.B.
-En 1987 fue destinado a la División SINIESTROS desempeñándose como Oficial de Guardia (perito).
-En 1996 fue ordenado su pase al Cuartel IX “VERSALLES” de la S.F.B.
-En 1998 pase a la Secretaría Académica del Instituto Universitario de la P.F.A.
-En 2002 fue trasladado a la División Siniestros, desempeñándose como Oficial de Servicio (perito).
-En 2003 fue destinado al Cuartel II “Patricios” de la S.F.B.
-En 2004, con el grado de Subcomisario, fue nombrado Segundo Jefe de la División SINIESTROS.
-En 2010 fue nombrado Jefe a cargo de la División COORDINACION JUDICIAL.
-En 2011 ascendió a Comisario, siendo nombrado Jefe de la División SINIESTROS.
-En 2014 fue designado Jefe a cargo del Departamento TECNICO INVESTIGATIVO, ascendiendo a Comisario Inspector en abril de 2015 y confirmado en la misma Dependencia hasta el presente.
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