12 de Septiembre de 2010, 12:10am ET
NUEVA YORK (AP) - El noveno aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre se realizó en medio de tensiones por la posible construcción de una mezquita cerca de la zona cero.
Los familiares de las víctimas del atentado leyeron en voz alta los nombres de sus seres queridos en aniversario de los ataques, sin aludir directamente a la controversia política centrada a dos cuadras del lugar.
Después de la ceremonia oficial unos 2.000 activistas marcharon cinco calles, desde el lugar donde se erguían las torres gemelas del Centro Mundial de Comercio al lugar donde se tiene planeado construir el centro comunitario islámico, para apoyar el proyecto. Por su parte unos 1.500 oponentes a la mezquita se reunieron cerca y gritaban "USA, USA" o "No queremos una mezquita aquí".
El presidente Barack Obama y la primera dama Michelle Obama asistieron a servicios separados en Washington y Shanksville, Pensilvania, en honor de las víctimas de los aviones de pasajeros secuestrados que fueron estrellados contra el Pentágono y un maizal en el 2001.
Al hablar en "tierra sagrada" en el Pentágono, Obama mencionó la polémica de la mezquita y la amenaza de un pastor protestante de la Florida, luego retirada, de quemas ejemplares del Corán. El mandatario insistió que Estados Unidos no está en guerra con el islam y tildó a los atacantes de al-Qaida "una patética banda de hombres" que ha pervertido su religión.
"No cederemos a su odio", insistió Obama. "Como estadounidenses, no estamos ni estaremos nunca en guerra con el islam".
Antes, en su alocución radial semanal Obama reconoció que "es un momento difícil para el país", y agregó que con frecuencia en dichos momentos algunos tratan de azuzar la amargura, de dividirnos aprovechando nuestras diferencias, cegarnos ante lo que tenemos en común.
"No toleramos que nos defina el miedo, sino la esperanza que tenemos para nuestras familias, para nuestra nación, y para un futuro mejor",
Por su parte, Michelle Obama rogó que "el recuerdo de quienes entregaron su vida aquí siga inspirando a Estados Unidos".
Los familiares reunidos con motivo del aniversario en Nueva York y Pensilvania trajeron flores, fotos de sus seres queridos y banderas estadounidenses. Al leer los nombres de las víctimas junto con obreros de la construcción en Nueva York, pidieron reflexionar sobre la fecha.
"No permitamos hoy que este día sea un feriado nacional. Que no sea un festejo", dijo Karen Carroll, que perdió a su hermano, el bombero Thomas Kuveikis. "Es un día sombrío; un día de reflexión sobre esos miles de personas que murieron por nosotros en Estados Unidos".
Poco después del servicio conmemorativo, grupos de manifestantes de ambos bandos se reunieron a pocas calles de distancia. El acalorado debate sobre la mezquita enfrenta a los defensores de la libertad de culto con quienes consideran que edificar un centro islámico tan cerca del lugar de los atentados es una afrenta a las víctimas.
Cerca del ayuntamiento los simpatizantes de la mezquita colocaron letreros que decían "El ataque al Islam es racismo" y los oponentes tenían pancartas que decían "Detengan la mezquita de Obama" o "Nunca olvidaremos, nunca perdonaremos, no a la mezquita".
La policía informó que no hubo arrestos en Nueva York. Hubo algunas discusiones en las calles, incluyendo una en la que un hombre le arrebató su pancarta a un manifestante que apoyaba la libertad de culto y luego este le pegó con el palo del letrero.
En la ceremonia el aniversario, parados frente a los micrófonos los familiares de las víctimas, algunos con lágrimas en los ojos, leyeron los nombres y en algunos casos reflejaron el sentir de ambos bandos en la polémica de la mezquita.
Nadine DeGrange cuyo tío Frank Wisniewski, de 54 años, murió en el atentado insistió que el lugar es sagrado.
"Vengo aquí cada año porque es el único cementerio que conozco. Y pido a Dios que siga siendo sagrado", agregó.
Otros intentaron mostrar un frente unido y abierto, como sostienen los impulsores del centro islámico.
"Ojalá podamos compartir su valor mientras tendemos puentes con otras personas para evitar que esto vuelva a ocurrir y preservar la dignidad humana para todos", dijo Robert Ferris, quién perdió a su padre en el atentado, al saludar a las decenas de obreros que trabajan en la reconstrucción de la zona cero y se unieron a los familiares de las víctimas en la lectura de sus nombres.
El alcalde Michael Bloomberg dirigió unas palabras a los asistentes al comienzo de la ceremonia.
"Una vez más nos reunimos para conmemorar el día que llamamos 9/11. Hemos vuelto a este lugar sagrado para unir nuestros corazones, los nombres de nuestros seres queridos que hemos perdido", agregó Bloomberg. "Ninguna otra tragedia pública ha lesionado nuestra ciudad tan profundamente. Ningún otro lugar ha sido colmado con nuestra compasión, nuestro amor y nuestra solidaridad".
Se realizó luego un silencio para observar el momento en que los aviones civiles embistieron contra las torres gemelas del Centro de Comercio Mundial, y el momento en que se desplomaron.
Jim Riches perdió a su hijo bombero Jimmy y pensaba participar en la marcha de protesta.
"Mi hijo no puede hablar ya. Ha sido asesinado por musulmanes. Pienso airear mi opinión contra el emplazamiento de la mezquita", afirmó Riches. "Si alguien quiere marcharse a su casa, está en su derecho. Yo tengo el derecho de acudir" a la manifestación.
El pastor Terry Jones, que amenazó con la quema del Corán, en declaraciones a la cadena NBC en Nueva York, dijo que el objetivo de su iglesia en Gainesville, Florida, era "denunciar que existe un elemento del islam que es muy peligroso y muy extremista".
"Sin duda hemos cumplido esa misión", aseguró.
Dijo que si bien no tiene prevista una reunión con el imán que dirige el centro, espera que ésta efectivamente tenga lugar.
Mientras tanto, diversos grupos de manifestantes incendiaron neumáticos en las calles de Afganistán gritando por segundo día "muerte a Estados Unidos", a pesar de que Jones decidiera cancelar la quema. La protesta más grande, en la provincia de Logar cerca de Kabul, reunió a unas 10.000 personas.
___
Los periodistas de The Associated Press Larry Neumeister en Nueva York, Jennifer C. Yates en Shanksville y Erica Werner en Washington contribuyeron con este despacho.
Fuente: http://www.univision.com/contentroot/wirefeeds/noticias/8289339.shtml
¡Tienes que ser miembro de LA HERMANDAD DE BOMBEROS para agregar comentarios!
Únete a LA HERMANDAD DE BOMBEROS