Es una de las preguntas que muchas personas se han hecho al comprobar cómo avanza la colada de la lava y saber que su temperatura ronda los 1.100 °C. Cabría suponer que toda la vegetación que está a su alrededor puede salir ardiendo. Sin embargo, esto no ha sucedido hasta ahora ¿por qué?
Dídac Díaz Fababú, ingeniero forestal y director de extinción de incendios del Cabildo de Gran Canaria, nos ayuda a comprenderlo.
Explosión del volcán y pinos canarios junto al cráter.Imagen Instituto Volcánico de Canarias
“Tenemos una fuente de ignición, el volcán, pero se tienen que dar otra serie de condiciones para que se produzca un incendio forestal a partir de esa fuente de calor”.
Esas otras variables son meteorológicas, es decir temperatura, humedad relativa y vientos. Hasta el momento estas variables no son las más favorables para que se propague un incendio forestal.
“En el momento de estallar el volcán la humedad relativa era muy alta, próxima al 80 %. Con esta humedad la vegetación no está disponible para arder, es decir, es muy difícil que la vegetación se queme. Es algo que sabemos perfectamente de las numerosas quemas prescritas que hemos hecho en Gran Canaria, con esa humedad el sotobosque y la pinocha del pinar canario no arde, el incendio se apaga solo”.
Pero hay otra cuestión que tiene que ver con la dirección que toma el humo que se desprende de la lava. En las imágenes puede verse continuamente cómo asciende hacia el centro de la propia colada. Es lo que los expertos denominan núcleo de convección. Para Dídac, “En este caso es un núcleo muy estable y potente que modifica los vientos topográficos, los más pegados a la superficie, y los dirige hacia el cono volcánico y la colada”.
Se produciría así lo que se denomina “comportamiento de cola”, es decir el comportamiento que tiene un incendio forestal en su cola, porque el aire es succionado por el volcán.
“Con estas humedades y con estos vientos y comportamientos de cola es muy difícil que se produzca un incendio alrededor de la colada, y más si esta es muy espesa y tiene una costra o superficie que no es lava líquida”.
Otra cuestión es que disminuya la humedad relativa del aire y, en ese caso, “se podría producir un foco de incendio forestal pero es el más fácil de apagar. Los medios de extinción están cerca, vigilando, por si fuese necesario”.
De hecho, las previsiones para la próxima semana es que descienda la humedad relativa, lo que obligaría a “estar más pendientes por si acaso”.
Otra cuestión son las pavesas que puedan provocar focos de incendios a quilómetros de distancia del foco principal. “Ese puede ser un problema si los piroclastos, que en realidad actúan como pavesas, se encuentran con ambiente más seco, de baja humedad. Los que contienen más calor en su interior son los que tiene más tamaño y caen relativamente cerca de la zona de la colada o de la boca del volcán ya calcinada. Las cenizas vuelan a más distancia pero, si solo son cenizas, no deben suponer un problema porque no contienen brasas en su interior”.
Dídac insiste en el aspecto que considera fundamental: la humedad ambiental. “El viento y la temperatura son factores importantes pero, al menos en las Islas Canarias, la humedad es el factor principal”.
Y explica de forma muy didáctica el concepto de tiempo de retardo, es decir, “el tiempo que tarda la vegetación en igualar la humedad ambiental”.
Una vegetación verde, que está viva, regula su humedad por lo que tiene más dificultad para arder. La vegetación muerta, con menor humedad, es el combustible ideal para el fuego. Dentro de la vegetación muerta la más fina tiene más facilidad para arder.
“Cuando decimos que la vegetación tiene una hora de retardo decimos que tarda una hora en igualar la humedad ambiental. Es el caso, normalmente, del pasto. Si decimos que tiene mil horas de tiempo de retardo, por mucho que la caliente el sol, no va a alcanzar nunca esa humedad ambiental y, por tanto, no va a ser vegetación disponible para arder”.
¿Qué sucede con los pinos canarios que se encuentran al este de la boca del volcán?
Si observamos algunas imágenes podremos ver que una masa de pinos canarios que se encuentra al este del volcán cambian de color negro a marrón y después a verde a medida que se alejan de la fuente de calor.
Para Dídac esos pinos, a pesar de que la humedad ambiente es muy alta, pueden haberse quemado (los de color negro), o simplemente estar afectados (los de color marrón) bien por el efecto de la convección o de la radiación por calor.
“Por encima de 400 °C se puede producir un efecto de autocombustión. Muy cerca del cono del volcán la temperatura supera esos 400 °C y a medida que hay más distancia disminuye el calor. Mientras que la radiación es un movimiento por ondas y su efecto está condicionado por la distancia, la convección genera un movimiento de partículas de aire caliente que puede llegar más lejos y desecar las hojas de los pinos”.
Pero el pino canario es una especie muy particular, capaz de rebrotar de cepa, de tronco o incluso de una rama quemada. «Gracias a esa capacidad, aquellos pinos canarios menos afectados, volverán a rebrotar, fruto de una convivencia de millones de años con el fuego y con los volcanes», comenta Dídac Díaz.
FUENTE: https://osbodigital.es/2021/09/24/por-que-el-volcan-de-la-palma-no-...
¡Tienes que ser miembro de LA HERMANDAD DE BOMBEROS para agregar comentarios!
Únete a LA HERMANDAD DE BOMBEROS