El siniestro ocurrió en la casa número 135 de la calle José Clemente Orozco, en la colonia San Marcos.
Cerca de las 12 de la tarde de ayer, Karla, de 15 años y sus hermanas Marlene, de 11, y Michelle, de un año, dormían en su recámara en el segundo piso.
En la habitación de al lado estaba su mamá Gloria Sánchez, mientras que sus abuelitos Sara y Salvador, de 71 años, descansaban en la primera planta.
Sus mascotas, una perrita cocker y otra Shih Tzu llamada Tití empezaron a ladrar porque su cuarto se estaba quemando.
Los ladridos de las mascotas despertaron a Karla, quien se dirigió al tejabán que se estaba quemando.
La joven regresó a su cuarto para despertar a su hermana Marlene y cargar a la más pequeña. Después fue por su mamá.
La niña de 11 años bajó aprisa para despertar a los abuelos, quienes fueron auxiliados por los vecinos.
“Íbamos bajando la escalera cuando se escucharon mis perritas llorando, le entregué la bebé a mi mamá y me regresé por Tití y la otra perra, estaban rasgando la pared”, dijo Karla.
La entrada del cuarto del tercer piso estaba envuelta en fuego, pero la atravesó para sacar a sus perritas.
“Abracé a las perritas pero cuando salimos me lastimé el brazo, creó que me quemé un poquito. Lo bueno es que mis hermanitas y todos estamos bien, me asusté mucho y no quería dejar a las mascotas encerradas”, añadió la adolescente.
Vecinos pidieron ayuda, en minutos llegaron bomberos y agentes de Tránsito que cerraron la calle.
Tres bomberos subieron al último piso con mangueras para apagar el fuego que se dispersó aceleradamente porque había material flamable como plástico y papel.
Las causas del incendio se desconoce, pero podría haber sido consecuencia de un cortocircuito, según explicaron bomberos.
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