Antigua Guatemala.- La joven de 26 años de edad asegura no necesita a un hombre para cuidar a su hija, cuando se conmemora el 10 de mayo el Día de Madre.
Para Lorena García, su desempeño como voluntaria del cuerpo de bomberos ASEI es una labor que no la cambia por nada y que combina muy bien con su condición de madre, a pesar de que su oficio no todas las mujeres lo llevan a cabo.
Para la joven de 26 años de edad su mayor anhelo en la vida era el desempeñarse como bombero y para ello tuvo que capacitarse y sacrificar a su familia.
“Para mí nada ha sido fácil. Al contrario, la vida me ha enseñado que para llegar a obtener algo hay que luchar, y más como mujer y en la actividad que a mí me gusta hacer”, relato Lorena quien ingreso a los bomberos en el año 2009.
“Soy madre de familia y estoy sola, me gustó la actividad de bombero y para ello me tuve que tomar cursos de capacitación y ahora soy voluntaria. Hago lo que siempre me ha gustado”, sostuvo García, quien labora en el cuerpo de bomberos ASEI en la aldea Santa Inés, Antigua Guatemala donde llega una vez por semana o cuando puede a prestar su labor ad-honorem.
“Cuando les platiqué a mis padres que quería ser bombero estuvieron de acuerdo, pero cuando se dieron cuenta que era uno de mis mayores deseos, aceptaron mi decisión y me apoyan en todo”, recordó la madre soltera quien ha demostrado su habilidad como rescatista.
“No hay mujeres débiles, sólo hay mujeres determinadas que quieren hacer las cosas. La verdad no necesito de un hombre, sólo quiero luchar por mis hijas Ariana de 4 y Sofía de 6 años y lograr mis objetivos”, dijo la entrevistada.
El progreso personal, un día a día muy difícil, son parte de la vida cotidiana de esta joven mujer, quien enfrenta al mundo realizando tareas que otras mujeres no llevan a cabo. Para ella, el presente es el cimiento de lo que pasará mañana.
“Me gusta ver hacia adelante, cuento con el apoyo de mis compañeros, mis superiores. Estoy muy contenta con lo que hago, la gente me da las gracias y eso no se compara con nada.
“Empiezo a laborar desde temprano y trato de convivir lo más posible con mi familia, sobre todo con mi hija, que es el motivo por el que lucho y trato de ser mejor para darle un patrimonio”.
“Tengo que sobrevivir para alimentar a mis hijas. Hay mucha discriminación en la Antigua Guatemala, porque cuando uno llega a una entrevista de trabajo a cualquier lugar y se enteran que uno es madre soltera lo discriminan y no le dan trabajo a uno”, recuerda la joven bombero.
Para Lorena la vida laboral es un reto constante, sin embargo, su condición de mujer joven es el motor que la guía hacia delante.
“Cuando me pongo el uniforme cambio sólo en la apariencia, pero sigo siendo la misma persona. Me siento orgullosa de portar este uniforme, pero también es mucha responsabilidad la que adquiero”, añadió la dama bombero de 3ª. Clase quien se graduó en Bomberos Municipales y ahora presta su servicio en la Asociación de Salvamento y Extinción de Incendios ASEI.
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