Fue un amanecer trágico. Un bebé de tres meses murió ayer durante un incendio en una casa ubicada en el pasaje Primera Junta al 1.100. El fuego comenzó antes de las 7 y en pocos minutos consumió las maderas de la casilla prefabricada donde vivía el matrimonio Ibarra junto con sus dos hijos.
Los vecinos intentaron combatir las llamas pero no pudieron hacer nada. Y, según dijeron los familiares de la víctima, cuando llegaron los bomberos la casilla ya se había convertido en cenizas.
"Vivo al frente de la casa donde se produjo el incendio. Estaba durmiendo y me desperté por los gritos de la abuela del niño que murió. Salí a la vereda para ver lo que pasaba, cuando vi a la señora pensé que la habían asaltado, pero ella me dijo que se estaba quemando la casa de su hija y que su nieto había quedado atrapado", dijo Oscar Albornoz, familiar de los padres del niño que murió.
"Junto con mi sobrino fuimos a la casilla, que estaba en el fondo de la casa de la señora, y quisimos entrar para sacar al niño pero fue imposible. Como no se podía entrar por la puerta de la prefabricada, empujé una de las ventanas para ver si podía pasar, pero al conseguir abrirla me topé con una enorme llamarada", detalló.
Según su testimonio, su sobrino se tapó con una tela y quiso entrar a la casa pero los demás vecinos que también estaban en el lugar se lo impidieron porque la casilla ya se estaba derrumbando. "El fuego se extendió muy rápido y, a pesar de que lo intentamos apagar arrojándole baldazos con agua, no pudimos hacer nada para detener el avance de las llamas. Incluso los techos de las casas de los vecinos también fueron alcanzados por el fuego", concluyó Albornoz.
Fueron a trabajar
Karina Platero y Ezequiel Ibarra son los padres de Paulo Ibarra, el niño que murió calcinado. Los padres trabajan en una panadería y se habían despedido de sus hijos minutos antes de que comenzara el incendio.
"El marido de mi hermana se dedica a hacer el reparto del pan y entra a trabajar a las 6. Mi hermana entra a las 7. Mi sobrina, que tiene cuatro años, ayer no fue al jardín porque no tenía clases, por eso estaba en la casa cuando ocurrió el accidente. Al bebé lo dejaban siempre con mi mamá, que lo cuida todas las mañanas. Pero justo ayer no lo dejaron y sucedió esta desgracia", señaló Adrián Platero, hermano de la madre del bebé.
El matrimonio Ibarra quedó destruido por el dolor. Según Platero, la pareja vivía hace tres años en el fondo de la casa de su madre. "La prefabricada era nueva, en marzo habían tirado abajo la anterior casilla. Al parecer antes de que comenzara el fuego se escuchó una explosión que hizo despertar a mi sobrina y a mi mamá. La niña salió corriendo de la casilla hacia la casa del frente, cuando mi mamá se acercó hasta el fondo el fuego ya estaba encendido y no pudo entrar para sacar a mi otro sobrino. Luego salió a pedir ayuda", detalló.
Fuente: La Gaceta
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