Niña prodigio
Es la historia de un niño prodigio o una broma a costa del mundo del arte? En el caso curioso de Aelita Andre, podría ser uno u otro
Nikka Kalashnikova Jamieson mostró algunas pinturas abstractas de un artista llamado Aelita André; a Jamieson le gustaba lo que veia y acordó incluirlo en una exposición colectiva, junto a obras de Kalashnikova y Palenov Julia en su galería.
Luego comenzó a promover el show, impresión de invitacionesy la colocación de anuncios en las revistas de arte y coleccionista de arte Almanaques, presentando el trabajo abstracto. Sólo entonces se descubre un hecho fundamental sobre el artista nuevo: Aelita Andre es la hija de Kalashnikova, y luego se sabe que ella tenía apenas 22 meses de edad. She turns two tomorrow. Ella se da vuelta de mañana.
"I was shocked and, to be honest, a little embarrassed," Jamieson said, but he decided to proceed with the exhibition. "Me sorprendió y, para ser honesto, un poco de vergüenza", dijo Jamieson, pero decidió seguir adelante con la exposición.
La australiana Aelita Andre sólo tiene dos años y sus obras ya cotizan en una galería de Melbourne. Hoy se prepara para su primera exposición individual. ¿Estamos ante un nuevo prodigio del arte o simplemente se trata de una broma para vender cuadros a 2.000 euros?
Es de noche en Melbourne (Australia) y Aelita Andre no está para entrevistas. Sólo tiene dos años y es incapaz de articular una frase con sentido. Ya es hora de que se vaya a la cama. Sus padres aún tardarán un rato en conseguir que se duerma. Después volverán con nosotros para ejercer de portavoces. Mientras tanto, queremos proponerle un juego: aparte por un momento los ojos de esa foto de la derecha, donde aparece una niña vestida con su pijama rosa y las manos embadurnadas de pintura al óleo y acrílicos. Enfoque su mirada únicamente hacia las imágenes que ilustran esta página. Repare en sus formas abstractas, en las combinaciones de color. Tómese su tiempo. Piense sólo en estos cuadros. Intente valorarlos con independencia de su autoría.
Todo es de color
Aelita Andre, la niña pintora-
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
Se acabó el juego. Usted está ahora ante la misma situación en la que se encontró Mark Jamieson, director comercial de la galería Brunswick Street de Melbourne, a finales de octubre del año pasado. Fue entonces cuando la fotógrafa australiana Nikka Kalashnikova, madre de la protagonista de esta historia, llevó a su oficina los trabajos de una supuesta artista emergente llamada Aelita Andre. Él se interesó por aquellas pinturas hasta el punto de aventurarse a montar una exposición colectiva con algunas obras de aquella desconocida para principios de 2009. Mandó imprimir las invitaciones, organizó los preparativos del cóctel inaugural y se puso en contacto con los medios de comunicación locales. Días más tarde, la señora Kalashnikova le confesó que aquellos 15 lienzos cuyos vivos colores tanto le cautivaron habían sido concebidos por su hija de dos años.
Mark decidió seguir adelante con todo. Dejó colgadas las obras en su galería hasta finales de enero con el mismo nombre de la autora, pero desvelando su verdadera edad. Las medidas rondaban una media de 90×50 centímetros, con precios que oscilaban entre 180 y 2.000 euros. Algunas llegaron a venderse antes de la inauguración de la exposición y han levantado un formidable revuelo. ¿Estamos ante un nuevo prodigio del arte o se trata de una nueva broma a expensas del mercado?.
¡Tienes que ser miembro de LA HERMANDAD DE BOMBEROS para agregar comentarios!
Únete a LA HERMANDAD DE BOMBEROS