El tema de respuesta ante emergencias con estructuras colapsadas toma cada vez más relevancia en los países de la región latinoamericana. Es evidente el
esfuerzo que se está realizando a fin de mejorar los procesos de
preparación y capacitación, además de optimizar los métodos, técnicas, procesos,
equipamiento etc., apuntando a perfeccionar los sistemas de respuesta de
los países.
Este esfuerzo en los países de la región, se ve respaldado por el interés dado al tema en la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción de Desastres
(CMRD), realizada en Kobe, Hyogo, Japón (del 18 al 22 de enero del 2005).
El Marco de Acción de Hyogo 2005-2015, establece entre sus objetivos “La
incorporación sistemática de los enfoques para la reducción del riesgo en
el diseño e implementación de programas de preparación, respuesta y
recuperación de emergencia para la reconstrucción de las
comunidades afectadas”. Además, entre las cinco prioridades de acción,
indica “Fortalecer la Preparación en Desastres para una respuesta eficaz a
todo nivel”.
El punto de mayor relevancia del proceso de conformación de un Grupo USAR, es el esfuerzo actuando como herramienta clave e integradora para facilitar el desarrollo administrativo y financiero junto a la oficialización por parte de las instancias nacionales competentes y el organismo de adscripción (Instituciones a las cuales pertenecen los Grupos USAR). Es importante convertir ese esfuerzo en una estrategia nacional de mediano y largo plazo (5 años).
Esa estrategia incluye la capacitación del personal en diferentes disciplinas y el desarrollo de competencias especiales.. Adicionalmente, requiere por parte de la institución la integración de los grupos a los procesos administrativos y presupuestarios que rigen a la organización institucional y nacional. De esa forma, el éxito y representación del grupo, no dependerá del potencial de un individuo que lo impulse y lo destaque, sino de una gestión administrativa sostenible que puede ser evaluada, empleando estándares o indicadores administrativos y/o funcionales nacionales.
Otro tema importante es el de acreditación, que va orientado a cubrir tres vertientes. La primera consiste en que el país cuente con las condiciones administrativas, legales, logísticas y operativas para atender una emergencia de esta característica.
La segunda vertiente, se orienta al mejoramiento constante de los grupos. Esto, logrado a través del intercambio de experiencia, soporte y asistencia técnica dirigida a los organismos de adscripción. El propósito es conseguir que armonicen sus sistemas de gestión, partiendo de normas administrativas instauradas que le permitan implementar mejoras continuas a través de las-herramientas que, en materia de calidad de la gestión, se manejan internacionalmente.
La tercera va enfocada a los grupos y organizaciones de adscripción y pretende alcanzar en la región servicios consistentes y uniformes, con certeza en los resultados de su desempeño, además de reconocimiento para estos grupos en lo nacional, regional e internacional.