Símbolos y Tradiciones
El Cuerpo de Bomberos de Costa Rica posee su propia identidad fomentada por sus valores y sustentada por los símbolos y tradiciones que a lo largo de los años mantiene.
Cada uno de estos elementos ocupa un lugar especial en el sentir de sus colaboradores, que lo motiva a ser parte de esta noble institución.
Escudo
A lo largo de la existencia del Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, los emblemas y tradiciones han pasado a formar parte de su historia. La cruz de malta es reconocida mundialmente en el servicio de bomberos como una insignia de coraje y honor.
Este escudo de los Bomberos costarricenses es un emblema de abnegación, honor y disciplina, quienes lo portan están dispuestos al sacrificio a costo de sus propias vidas para la protección de personas y propiedades sin distingo de ninguna índole, en contra de las garras del fuego.
Está formado por las siguientes partes, las cuales poseen su propio significado.
1. Escalera: Marca el camino recto hacia la perfección, se eleva a lo alto (superación), en posición totalmente vertical. Sus lados rectos y sus peldaños invitan a subir buscando mayor conocimiento, logros, éxitos y ante todo, colaborando en la construcción de un mundo mejor.
2. Flor de Fuego: Es el símbolo de la vigilancia. El estar siempre alerta, preparados. No hay descanso. Esta herramienta fue utilizada por los serenos para mantener por las noches los faroles encendidos.
3. Gancho de escombrar: Simboliza el arrojo, la valentía, la decisión de abrir brecha. No importa cual barrera o peligro amenace, el bombero siempre tomará la decisión de ir adelante y luchar por pasar.
4. Bocina de Mando: Simboliza la disciplina, la cadena de mando. Cada bombero debe estar preparado para lo que tiene que hacer. Lo que yo no haga, ningún otro lo podrá hacer. No es posible aceptar ningún error, pérdida de tiempo, descoordinación, informaciones erróneas
Lema
Abnegación, Honor y Disciplina
Para que los Bomberos pudieran cumplir con su responsabilidad, se les dieron tres regalos que no pueden perder, pues de ellos dependen la fortaleza, valentía, la tranquilidad y la decisión. Estos dones se llevan grabados indeleblemente con fuego en el corazón de cada bombero, por esto no existen los exbomberos, bombero se es hasta en la Estación del Cielo.
Abnegación: Por decisión propia, el bombero motivado por sus convicciones está dispuesto a dar tiempo, esfuerzo, energía, coraje, dolor y alegría y aún hasta su vida con tal de llevar seguridad y tranquilidad a los demás, sin distinción de color, edad, riqueza material o género.
Honor: Al estar esta cualidad moral sellada en cada bombero, esto lo lleva al estricto cumplimiento de sus deberes. La gloria, la dignidad de ser bombero es un vaso frágil que necesita ser resguardado ante toda prueba con honradez, dedicación, amistad y disposición.
Disciplina: Más que las reglas y órdenes que cumplir, es un método de vida. Es un proceso que se lleva a la obediencia y el orden pero no como imposición, sino como una manera de ser más eficientes y eficaces en sus labores.
Tradiciones
La tradición más importante para el Cuerpo de Bomberos de Costa Rica data de 1940, y consiste en la celebración de la Semana del Bombero. Esta se lleva a cabo cada año durante la primera semana de diciembre, de manera coincidente con el Día del Bombero Costarricense el 4 de diciembre, fecha en que además se celebra el Día de Santa Bárbara, patrona de los Bomberos de Costa Rica.
Durante esta semana se realizan actividades como El desfile de Antorchas, el Rosario a Santa Bárbara, la Carrera del Bombero, la Misa de Tropa, entre otros.
Esta semana está dedicada a la reflexión sobre la importancia de Bomberos dentro de la sociedad costarricense, en ella además de las actividades tradicionales, se efectúan actividades para promover la integración entre bomberos permanentes y voluntarios mediante la convivencia en competencias como el Torneo de Montaña y el Convivio o Lunada (antes Baile de Gala).
En esta semana muchas comunidades son testigos del regocijo de los Bomberos por poseer esta profesión.
Bomberos Voluntarios
En este departamento están integradas todas las personas que brindan sus servicios de manera voluntaria a nuestra organización.
Compuesto por más de 850 funcionarios, el departamento cuenta con unidades de trabajo de índole administrativo y una estructura organizacional que brinda apoyo y servicios al personal voluntario.
Sin embargo, las personas que se destacan como Bomberos Voluntarios se ubican en las estaciones de bomberos, donde brindan una cantidad mínima de 40 horas al mes y realizan funciones similares a los Bomberos asalariados o permanentes, en especial cuando se trata de atención de emergencias.
Los Bomberos Voluntarios reciben, al igual que los permanentes, cursos de capacitación, inducción, realizan pruebas físicas y de idoneidad, cuentan con un sistema de ascensos a nivel interno, entre otros.
Historia de las Estaciones
Historia
1.1 Reseña histórica
Desde 1543 se tiene conocimiento de incendios en Costa Rica. En esa ocasión los aborígenes quemaron dos poblados como protesta por los vejámenes hechos a sus Caciques. A través de los años los incendios han seguido presentes en nuestro país, muchos de estos provocados intencionalmente como los que se presentaron en Nicoya en 1681 y en Esparza en 1687 causados por los piratas. El estado de la cosas continuó y aún en el siglo XIX, todavía Costa Rica no contaba con un grupo organizado para combatir los incendios.
La historia registra que los sucesos ocurridos en San José, el 26 de enero de 1864, a raíz de un voraz incendio en la casa propiedad de don Francisco María Iglesias, indujeron a los costarricenses para formar un cuerpo de bomberos debidamente organizado.
Con la enorme preocupación que dejó entre los vecinos ese siniestro, el 15 de febrero de ese mismo año la Municipalidad de San José acordó iniciar gestiones, incluso recoger una contribución voluntaria entre los ciudadanos, para traer de los Estados Unidos una "bomba para incendios" la cual llegó a la capital el 20 de junio de 1865. Simultáneamente, el Ayuntamiento de San José preparó y presentó al Poder Ejecutivo, el primer Reglamento Oficial del Cuerpo de Bomberos, el cual fue aprobado con fecha 27 de julio de 1865, la cual marca el inicio en Costa Rica de las actividades de una organización de esa índole.
Se constituyó así el primer dicho cuerpo de respuesta, a cargo de la Municipalidad de San José, cuya operación continuó en sus primeros años matizada con bastantes penalidades. Algunos de los primeros miembros de la Directiva de esa naciente organización fueron Don Alfredo García, Capitán; Don Fernando Estreber, Secretario y Don Guillermo Nanne, Primer Teniente.
Por serias dificultades económicas de la Corporación Municipal, en 1914 los bomberos dejaron de pertenecer a ella y de funcionar como tal. Entonces pasaron a ser dependencia del Gobierno y los miembros de la Policía de Orden y Seguridad asumieron la responsabilidad de operar la bomba para incendios, junto con la ayuda espontánea de ciudadanos que acudían en los momentos que cada siniestro ocurría. Sin embargo, debido a la impericia y falta de conocimientos sobre técnicas de extinción, los improvisados apagafuegos no brindaban un servicio adecuado en los momentos que más se les requería.
Posteriormente, como consecuencia de la proliferación en el país de Agencias de Seguros de compañías extranjeras, así como la falta de legislación apropiada en materia de seguros, se traspasaba la barrera de la moral y surgen los primeros indicios de lo que algunos llamaron "plaga de incendiarismo" que llegó a su clímax a principios del siglo XX. Con el ánimo de obtener ganancias fáciles, las propiedades se aseguraban contra incendio con doble seguro y luego las quemaban intencionalmente para cobrar la respectiva indemnización.
A pesar de los efectos perniciosos que significaba el incendiarismo, el Cuerpo de Bomberos seguía manejándose por medio del Gobierno. En 1912 cuando las preocupaciones de la ciudadanía se acrecentaban, surgió la idea de modernizar el equipo de extinción existente, con dos bombas de vapor y adquirir una bomba "sistema automóvil". De la misma forma, resurgió la necesidad de que la Municipalidad capitalina se preocupara por el restablecimiento de los bomberos, por cuanto la Policía no soportaba más el cumplimiento de su doble función de apagar incendios y mantener el orden público.
En junio de 1913 llegó a San José una bomba construida por la fábrica Knox, de Springfield, Massachussets en Estados Unidos, primera de sistema automotor en el país. Ese mismo año se implantó un sistema de corte militar en la organización formal de los bomberos. Sin embargo, ambos objetivos no dieron los resultados que se esperaban producto de la politiquería.
En 1924 se presentó un cambio radical en la concepción del seguro en Costa Rica que culminó con la promulgación de la Ley de Monopolio de Seguros en favor del Estado, el 30 de octubre. Entre los factores que mediaron para su aprobación se encontraba el acabar definitivamente con el problema del incendiarismo.
Los gobernantes de la época observaron la necesidad de una mejor prevención, protección y combate de incendios y poco después de la creación del Banco Nacional de Seguros, el 29 de mayo de 1925, por medio del Decreto Ejecutivo N° 4 del entonces presidente de la República el Lic. Ricardo Jiménez Oreamuno, se dispuso que el Cuerpo de Bomberos pasara a ser una dependencia del citado Banco, hoy el Instituto Nacional de Seguros y que éste fuera el encargado de su administración y dotación.
Dicho decreto indicaba que:
“Artíc*** 1°.- El Cuerpo de Bomberos estará, desde el primero de junio próximo, bajo la inmediata dependencia del Banco Nacional de Seguros, con las dotaciones que marca el Presupuesto.
Artíc*** 2.- El Banco proveerá a dicho Cuerpo de los útiles necesarios, para su mayor eficiencia, corriendo de su cuenta los gastos, superiores al Presupuesto, que demande la reorganización y la compra de elementos.
Artíc*** 3.- Queda facultado el Banco para organizar Cuerpos de Bomberos voluntarios, en la capital y en la demás ciudades que juzgare conveniente.
Articulo 4°.- El Banco presentará a la aprobación de la Secretaría de Seguridad Pública el reglamento de esas organizaciones.
Artíc*** 5°.- El personal del Cuerpo o Cuerpos de Bomberos tendrá carácter militar y estará bajo la superior vigilancia de la Secretaría de Seguridad Pública.” (Citado por Instituto Nacional de Seguros, 1973, p.269)
Los dos últimos artículos fueron eliminados mediante el Decreto Ejecutivo N° 6 del primero de setiembre de 1925 con el fin de que el Banco pudiera administrar a los bomberos sin ninguna interferencia.
De ahí en adelante se inició una nueva era para los bomberos cuya organización se transformó totalmente. El Banco Nacional de Seguros se preocupó por dotarlos de equipos modernos, con un número de miembros acorde a las circunstancias; se comenzó a construir edificios especialmente para Estaciones de Bomberos y se extendió el servicio por distintas partes del país. El Banco autorizó al Cuerpo de Bomberos para crear un servicio voluntario de bomberos, el primero de los cuales se organizó en 1927, constituyéndose formalmente el 25 de julio.
Al cumplir los cien años de su fundación en 1965, con veinte estaciones de bomberos operando en el país, el Cuerpo de Bomberos de Costa Rica recibió el Benemeritazgo.
Historia Reciente
En marzo del 2002 se promulgó la Ley 8228, Ley del Cuerpo de Bomberos del Instituto Nacional de Seguros, con el propósito de dotar al referido Cuerpo de un marco jurídico que lo respaldara como organización para la atención de situaciones específicas de emergencia y a la vez establecer un sistema de financiamiento.
En el artíc*** 40, se estableció el Fondo del Cuerpo de Bomberos, con el fin de financiar las actividades de este órgano. Dicho fondo estará constituido por:
a) El cuatro por ciento (4%) de las primas de todos los seguros que se vendan en el país.
b) Las multas, los cobros o resarcimientos producto de esta Ley.
c) Los intereses y réditos que genere el propio Fondo.
d) Las donaciones de entes nacionales o internacionales.
Con base en esa Ley la estructura organizacional y funcional del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica siguió siendo dependiente del Instituto Nacional de Seguros.
Sin embargo, como parte de la agenda complementaria ligada al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Centro América y República Dominicana, se conoció por la Comisión Permanente de Asuntos Económicos de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, el expediente N°16305 Ley Reguladora del Mercado de Seguros, proyecto orientado a regular la apertura del mercado de los seguros en nuestro país, iniciativa que finalmente se aprobó en la Asamblea Legislativa y adquirió vigencia a partir del 7 de agosto de 2008 como la Ley N° 8653 Ley Reguladora del Mercado de Seguros, la cual reformó parcialmente la Ley N° 8228.
De acuerdo con la modificación, la Ley N° 8228, Ley del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, se crea el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, como un órgano de desconcentración máxima adscrito al Instituto Nacional de Seguros (INS), con domicilio en San José y competencia en todo el territorio nacional, para cumplir con las funciones y las competencias, que en forma exclusiva las leyes y los reglamentos le otorgan, lo cual significa especializar sus funciones y competencias, así como también que alcance independencia financiera, administrativa, patrimonial, técnica y operativa.
En concordancia con lo anterior esa Ley dispone que el Cuerpo de Bomberos funcionará bajo la dirección superior de un Consejo Directivo del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, el cual estará integrado por cinco miembros de reconocida solvencia moral, quienes elegirán de su seno, anualmente, un Presidente. Tres miembros serán designados por la Junta Directiva del Instituto Nacional de Seguros y los dos restantes serán elegidos por los funcionarios del Cuerpo de Bomberos, de conformidad con el Reglamento de esta ley. Durarán en sus cargos cinco años y podrán ser reelegidos.
La administración y representación del Cuerpo de Bomberos recaerá en la persona del Director General del Cuerpo de Bomberos, quien asumirá las funciones gerenciales de ese órgano.
De cara a este cambio de la figura jurídica del Cuerpo de Bomberos se hace necesario y fundamental diseñar una reforma integral a su organización de tal manera que pueda implementarse la reestructuración acorde con las obligaciones que le exige la nueva situación legal. Esta propuesta de innovación representa un reto y una oportunidad para optimizar su estructura organizativa y funcional hacia el futuro.
REGLAMENTO:
Reglamento_Bomberos_Voluntarios Costa Rica.pdf
Fuente: http://www.bomberos.go.cr
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