Buzos y Bomberos: Rescates acuáticos
El GRAE (Grup de Recolzament d’Accions Especials) subacuático es una rama cuerpo de los bomberos de la Generalitat de Cataluña, especializados en rescates en medios marinos. Pere Tussell, el responsable de esta rama, nos ha concedido una entrevista para que podamos conocer un poco más de cerca este apasionante y arriesgado mundo.
Para empezar, hoy hablaremos de la formación y competencias específicas de los miembros del GRAE subacuático, así como sus principales tareas a desarrollar en su día a día. Durante los siguientes días también explicaremos en profundidad los riesgos implícitos de la profesión y la protección que deben llevar los bomberos en sus intervenciones, así como las medidas de prevención que deben tomarse, basadas en leyes y normativas específicas.
“La mayoría de los compañeros que trabajamos en el subacuático tenemos pasión por el buceo. No te haces buzo para acceder al GRAE subacuático, sino que más bien es al revés. Tienes pasión por el mar y siendo bombero de rescate marítimo ves la oportunidad de hacer de tu pasión, tu profesión”
Para empezar, aquél que quiera formar parte de este equipo tiene que pasar las oposiciones que la Generalitat convoca, y acceder al cuerpo de bomberos, sin especialidad. Posteriormente, hay otro examen concreto para entrar en el subacuático. Este examen consiste en unas pruebas, tanto teóricas como prácticas, sobre rescate en el mar y técnicas de buceo en condiciones específicas, además de ser requisito indispensable disponer del título de submarinista profesional. Por último, deben pasarse unas pruebas médicas y un examen práctico como el de la escuela náutico-pesquera
GRAE SUBAQUÀTICS De todas maneras, una vez pasadas estas pruebas es cuando verdaderamente preparan a los nuevos aspirantes. Se ofrece un curso de cien horas de formación, donde se tratan los temas técnicos de rescate, y prácticas de buceo en espacios confinados, técnicas de búsqueda de desaparecidos, buceo con corrientes marítimas y un largo etcétera. En definitiva, se familiariza al aspirante con las técnicas de trabajo y las rutinas del cuerpo, así como las formas de búsqueda específicas, prioridades, protocolos de emergencia etc. En los próximos días detallaremos también las medidas de seguridad que deben tomarse cuando trabajas en espacios confinados.
“A veces solo puede bajar uno. En los pozos, por ejemplo, no puedes ir acompañado. Aunque por seguridad siempre se recomienda trabajar en pareja, a veces no es posible”.
Los bomberos de la Generalitat tienen competencias específicas de rescate en aguas continentales(ríos, lagos, pantanos, pozos, cuevas…) pero no en el mar. La competencia sobre las aguas territoriales es del estado, y por tanto, es el equipo especializado en rescate acuático de la Guardia Civil quién tiene competencia.
“Aún así, más de una vez colaboramos juntos. Cuatro manos trabajan más que dos”
Aunque la Generalitat establece una normativa específica para el buceo profesional, los bomberos estamos exentos de ella. Eso no significa que no debamos conocerla, pero cuando hay alguna emergencia, no tenemos tiempo para protocolos.
El próximo día profundizaremos en las tareas de estos profesionales en condiciones extremas, veremos que equipo de protección utilizan y que implicaciones emocionales y psicológicas tiene este trabajo. Probablemente sea difícil no implicarse emocionalmente. El mar es muy traicionero, y el porcentaje de supervivientes en este tipo de accidentes, desgraciadamente es muy bajo.
Siguiendo con la entrevista a Pere Tussell, jefe de bomberos del GRAE Subaqüàtics, hoy trataremos un nuevo tema: La prevención y los riesgos a los que se exponen durante su jornada laboral estos héroes acuáticos.
Para empezar, su cometido es actuar para el rescate y salvamento de personas, animales y/o bienes en medios acuáticos. La vertiente profesional del buceo, y en concreto la de rescate (hay otras que ya hemos tratado hace algunas semanas) comporta riesgos añadidos además de los que ya conocemos. Es evidente que lo primero que hay que proteger cuando se empieza un operativo de rescate es la vida de los mismos bomberos, aunque a veces las circunstancias los ponen en riesgo.
Para empezar es bueno recordar los riesgos propios del buceo, así como algunas recomendaciones básicas y protección indispensable para poner en marcha los protocolos de rescate.
Como ya mencionamos en una entrada anterior, el buceo comporta riesgos para la salud. El hecho de desarrollar tareas de rescate aumenta las probabilidades de sufrir estos potenciales riesgos, porque este caso, muchas veces se trabaja a contrarreloj.
Así pues, las enfermedades propias de trabajar bajo el agua son:
1. Barotraumatismo: varía el volumen de aire que contiene el cuerpo a raíz de los cambios de presión. Pueden producirse lesiones en el oído o pulmones, con síntomas como ruidos extraños, vértigos, sordera o náuseas. En casos graves, puede ser mortal. Para evitarlo, hay que evitar ascensos y descensos rápidos, así como realizar la maniobra de compensación cuando sea necesario.
2. Hipoacusia del buzo: Al exponer el oído a una presión elevada se puede dañar el oído. Para evitarlo, hay que fijar el número y duración máxima de inmersiones e ir con cuidado.
3. Enfermedad descompresora: Ya la explicamos hace unos días, recordemos que se ocasiona por la formación de burbujas de nitrógeno en los tejidos a consecuencia de un cambio brusco de presión. Los síntomas varían en función de la gravedad, y puede llegar a ser mortal. Para evitarlo, hay que tomar las medidas de seguridad establecidas en las tablas de descompresión.
4.Hiperoxia: Se trata de una intoxicación por respirar mezclas de gases, provocada por la presión parcial del oxígeno (cuando se respira una mezcla demasiado rica en oxígeno). Los síntomas son taquicardias, temblores, vértigos o náuseas.
5. Hipercapnia: Se trata de una intoxicación con exceso de dióxido de carbono, con unos síntomas variables en función de la gravedad, como el dolor de cabeza, pérdida de consciencia y parada cardio-respiratoria. Para evitarlo, no se debe disminuir la frecuencia de gas respirable, ni efectuar un ejercicio intenso durante la inmersión.
6. Narcosis nitrogenada: Intoxicación por nitrógeno, también conocida como “borrachera de las profundidades”. Síntomas como pérdida de razonamiento, euforia o pérdida de consciencia. Hay que respetar los límites máximos de profundidad. Para poder sumergirse más metros, se investiga por parte de los bomberos algunas mezclas alternativas de gases que lo permitan y eviten este síndrome, como por ejemplo aumentar la cantidad de helio.
7. Exposición a bajas temperaturas: hipotermia. Hay que utilizar trajes isotérmicos adecuados. Los bomberos usan los trajes secos Northen Diver, complementados con escarpines y guantes Cressi cuando proceda.
8. Por último, seres vivos, que pueden producir lesiones al profesional por contacto con sustancias tóxicas o venenosas.
¿En qué consiste un equipo de buceo profesional? Los bomberos, en sus tareas de rescate, usan generalmente la misma indumentaria que lleva un buzo profesional. Aún así, como mencionamos anteriormente, no están sujetos a la obligatoriedad que la ley impone en cuanto al uso obligatorio de este material, por cuestiones prácticas. Aún así, no dejan de usarlo. Recordemos que la seguridad de los trabajadores es un factor básico
Para empezar, es indispensable el uso de un manómetro, que indica la disponibilidad de aire o mezcla respirable disponible en todo momento, y el profundímetro, que avisa de los límites de profundidad a los que se debe permanecer, así como un reloj y ordenadores de buceo.
Como EPI, es imprescindible utilizar un casco o máscara, un chaleco de flotablilidad, reguladores independientes (por si uno falla), botellas de gas respirable de emergencia, cables umbilicales, plomos (como sistema básico de lastre), trajes de aislamiento (normalmente trajes secos), guantes y aletas y un arnés de seguridad.
Por suerte, no todos los días hay que ponerse el traje de buzo. El caso de los rescates subacuáticoses, habitualmente, diferente del resto de cuerpos especiales.
Cuando hay una emergencia, el ciudadano sabe que tiene que llamar al 112 para explicar qué es lo que ha sucedido. Desde este centro de atención primaria se deriva la llamada, en función del aviso o tipo de accidente. Cuando la extensión de los subacuáticos suena, pocas veces es una emergencia, en el sentido literal. Normalmente se trata de llamadas de civiles que pasean cerca de pantanos y avistan un cuerpo en el mar o situaciones similares.
“Una emergencia es cuando la vida de alguien depende de tu intervención, y por desgracia, el medio marino es muy traicionero y hace que el estado de “emergencia” dure pocos minutos. Entonces, muy a nuestro pesar, en la mayoría de nuestros rescates, hablamos de víctimas”
Pere, jefe del GRAE subaqüàtics de los Bombers de la Generalitat, declara que es muy difícil encontrar a alguien con vida en el medio marino. Además del frío, no podemos aguantar la respiración más de pocos minutos. Sólo el hecho del tiempo que pasa entre que los bomberos reciben el aviso y llegan al lugar es suficiente para que el accidentado haya perdido la vida. Las corrientes marítimas o la profundidad del pantano son otra de las grandes dificultades.
A veces pueden tardar meses en encontrar un cuerpo, que aparece a muchísimos kilómetros del lugar donde se hizo el último avistamiento. Aún así, la satisfacción de sacar a alguien con vida de un pozo o un lago es indescriptible, dice Pere.
“Entonces, los días que no hay avisos, no descansamos. Trabajamos para mejorar las comunicaciones, la logística, los materiales o ponemos en práctica nuevas técnicas de rescate en zonas del territorio que presentan dificultades concretas”.
Es decir, un día de lluvia, van a hacer un simulacro en un pantano, o intentan reproducir un rescate en un río con corrientes. Prueban los nuevos materiales y actualizan su propia normativa, basándose en la experiencia.
Aún así, el lugar donde se desarrollan los simulacros no es siempre aleatorio. Como antes se menciona, no es fácil encontrar cuerpos desaparecidos, a causa de las condiciones meteorológicas, profundidades o corrientes marinas. Entonces, si en un período de más o menos una semana el cuerpo no aparece, se da por finalizada la búsqueda intensiva. Pero ellos siguen rondando por la zona. Durante una temporada más, eligen el lugar de desaparición de dicha víctima como punto de partida para hacer sus pruebas y simulacros diarios.
“Nos ha pasado varias veces. Buscar un cuerpo en un pantano con un despliegue intensivo y con todos los recursos y que éste no aparezca. Aparece un día cualquiera, al cabo de un tiempo, y lo encontramos durante un simulacro o una prueba de material”.
En los rescates, no solo está en peligro la víctima, sino también el profesional. Es por eso que siempre hay que primar su seguridad. Es decir, hay que evitar cualquier daño o peligro añadido.
“Es evidente que siempre hay momentos de tensión, sobre todo en situaciones de riesgo como son las que se presentan en nuestro trabajo. Recuerdo una vez que tuve que ayudar a un compañero que se había quedado sin aire. Compartimos la botella de oxígeno y fueron momentos de tensión, pero lo más importante es mantener la calma. El primer minuto es crucial, porque una vez tienes la situación controlada, todo fluye.
” Dejo un reportaje que hizo TV3 sobre un rescate de los bomberos del GRAE Subaqüàtics, muy recomendable:
https://www.youtube.com/watch?v=qhMfj9biXGI
Queremos agradecer desde Protección Laboral la participación del cuerpo de bomberos del GRAE Subaqüàtic, en concreto a Pere Tussell por su tiempo, y les animamos a que continúen desarrollando con tanta profesionalidad esta gran labor social.
FUENTE: file:///C:/Users/Usuario/Pictures/1.pdf
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