FUENTE: SITIO WEB DEL CUERPO DE BOMBEROS MTROPOLITANO SUR
http://www.cbms.cl/portal2/
La Real Academia Española define el término casco como. “Cobertura de metal o de otra materia, que se usa para proteger la cabeza de heridas, contusiones, etc.”.
Pero, cuándo se fundó el primer Cuerpo de Bomberos, el de Valparaíso en 1851, ¿Se podría decir que esta definición cumplía con los cascos de la época?
En términos generales sí lo hacía, ya que los cascos de bomberos cubrían la cabeza de los voluntarios, pero por lo general no protegían el cráneo, ya que los materiales de confección eran más precarios.
En un comienzo éstos eran hechos de suela y principalmente importados desde Europa, especialmente de Inglaterra. Sin embargo, los cascos propiamente de bomberos se cree que parten en Francia y hasta el día de hoy se caracterizan por ser grandes y de bronce.
Además, debido al material con que eran confeccionados, pesaban mucho, lo que los hacía difícil de maniobrar para los voluntarios.
En un principio y al igual que con las bombas a vapor, los cascos en su mayoría eran importados desde Inglaterra por la empresa “Merryweather and Sons”, y a diferencia de los galos tenían una visera más puntiaguda y una cola también más pronunciada.
Además, entre los tipos de cascos que se traen a Chile, destacan los denominados “Cascos Crestones”, los cuales en la parte alta de éste formaban una especie de cresta que servía para debilitar los golpes dirigidos a la cabeza.
La diferencia que tenían estos cascos con el resto de los “Merryweather and Sons”, fue que eran fabricados de suela y hecho exclusivamente para bomberos. En cambio los otros eran de níquel o bronce niquelado y estaban dirigidos a profesionales de otras áreas.
Entre 1913 y 1918, se dio un avance y en Valparaíso se comenzaron a confeccionar “cascos crestones”, los cuales cambiaron su composición siendo en algunos casos mezclas de fibras plásticas forrados con resinas.
Asimismo, se realizaron cascos de cartón piedra prensados, los cuales eran más livianos, pero seguían presentando problemas de seguridad para los voluntarios, que debían ingresar al siniestro con este precario elemento de protección craneana.
Con el transcurrir de los años se fue haciendo cada vez más crucial el tema de la seguridad de los bomberos, que ya no tenía que ver sólo con los cascos, sino también con el uniforme de trabajo, el cual comienza a modificarse y aparecen las cotonas de cuero en reemplazo de las de género.
Además, estos cascos que hoy se podrían traducir en una confección artesanal, ya que eran hechos a mano y cocidos por los mismos fabricantes, eran el arma de defensa de los bomberos, quienes en los incendios no contaban con ningún otro elemento para cubrirse el rostro como ahora que existen las esclavinas y antiparras por ejemplo.
Ya avanzado el siglo XX, la tecnología cambia y con ello la confección de los cascos, los cuales comienzan a fabricarse con otros compuestos, más plásticos y resistentes a golpes, agua y frío, haciendo que duren más en el tiempo y en mejores condiciones.
Es así como empiezan a verse distintos modelos, pero con el mismo estilo, los cuales se siguen usando al interior de los incendios.
Verdaderos cascos de seguridad
Con el transcurrir del tiempo y la secuela de accidentes que se producían tanto en los incendio como en distintas profesiones como la minería, se realizaron las investigaciones y pruebas para la fabricación de un casco que fuera realmente un elemento
Tanto en la minería como en los bomberos, los riesgos que corrían las personas eran extremadamente altos.
Es por eso que el ingeniero John John Thommas Ryan al ver los desastres que ocurrían en los yacimientos mineros contactó a otro ingeniero, George Herman Deike, y juntos comenzaron a realizar estudios para crear un verdadero casco de seguridad.
Así nace una de las compañías de seguridad personal más conocidas a nivel mundial, “Mine Safety Appliances Company”, MSA.
En sus investigaciones, estos dos personajes se contactaron con el inventor Thomas Edison para que redujese la batería alcalina níquel-hierro hasta un tamaño más pequeño para que los mineros la pudieran llevar enganchada en un cinturón.
Así desaparecieron las lámparas de llama abierta y fueron reemplazadas por linternas eléctricas incorporadas en los cascos, haciendo que se redujeran considerablemente las explosiones dentro de la mina y a la vez salvando muchas vidas.
Esto hizo que la idea del casco minero fuera exportada a otras actividades, entre ellas la de bomberos, produciendo una revolución tecnológica en seguridad que se vio reflejado en que de ahora en adelante estos elementos son considerados básicos para el funcionamiento bomberil.
Fuente: http://www.cbms.cl/portal2/index.php?option=com_content&view=article&id=52:evolucion-de-los-cascos-desde-el-carton-piedra-hasta-hoy-&catid=1:ultimas-noticias
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