La NFPA (National Fire Protection Association) estima que en el 2001 hubo
14.900 accidentes que involucraban carros de bomberos que estaban
respondiendo o regresando de alguna emergencia. Estos accidentes – los
cuales incluían hechos relacionados con la visibilidad, involucrando
carros rojos – usualmente resultaban en serias lesiones de bomberos y
otros conductores participantes.
Imagine un carro de bomberos y
pensará en él de color rojo. Pero cuando hablamos de seguridad, factores
humanos e investigación ergonómica se nos aparece una diferente imagen.
La mayoría de los factores humanos y de investigación ergonómica se
basan en la investigación psicológica hecha sobre la percepción visual y
auditiva humana. Esta investigación muestra que a causa de los conos
que transmiten la recepción del “color” en nuestros ojos, estos no
trabajan bien en la oscuridad y sólo algunos colores son más fáciles de
observar en la penumbra.
Recientemente, el investigador de la
empresa DuPont el físico David H. Alman midió valores cromáticos y de
reflectancia (definida como el cuociente de un flujo de luz incidente
sobre una muestra de prueba, y el flujo de luz reflejada sobre la misma)
de pinturas DuPont típicamente usadas en la industria del transporte.
Sus estudios fueron conducidos bajos condiciones de luminosidad
controladas representando condiciones típicas de luz de día y noche. El
color verde/limón (con un reflectancia cercana a los 550 nm. de longitud
de onda) resultó ser aquel que presentó la mejor adaptación a la curva
sensitiva fotópica (con luz de día) del ojo humano, seguido de cerca por
el color naranja con una reflectancia de 620 nm. De longitud de onda.
De esta manera, la respuesta del ojo humano, adaptado a luz de día o
noche, hacia colores como el verde/limón y naranjo son más fuertes,
permitiendo así reacciones más rápidas. Al ser estos colores también más
intensos, son por eso fácilmente distinguidos del fondo ya sea en
ambientes rurales o urbanos. Estos factores, combinados con la
reflectancia próxima del blanco, hacen al verde/limón y al naranja los
candidatos ideales para ser identificados como
el color más seguro en
vehículos de emergencias.
Ya se ha demostrado
recientemente que la probabilidad que carros rojos y rojo/blanco se vean
envueltos en un accidente, es mayor que para una unidad pintada de
naranjo o verde/limón. Esa investigación se enfocó en una sola ciudad
(Dallas, Texas, E.E.U.U), para reducir el efecto de variables tales como
entrenamiento, densidad del tránsito, condiciones climáticas, operación
de las máquinas, mantenimiento de los vehículos y distancias recorridas
hasta el lugar de la emergencia. Para esta investigación se eligió
Dallas, porque tanto vehículos verde-limón/blanco, rojos y rojo/blanco
estaban simultáneamente en servicio y geográficamente distribuidos de
manera uniforme durante el período comprendido entre 1984 y 1988.
Aplicando
los hallazgos de los factores humanos y la investigación ergonómica, la
FAA de Estados Unidos (Federal Aviation Administration) ha convertido
toda su flota de vehículos en los aeropuertos a colores del tipo
verde-limón. Muchos cuerpos de bomberos están también cambiando a este
tipo de colores, resultando así en menores accidentes y más vidas
salvadas.
En un mundo moderno que avanza de manera vertiginosa,
se hace complicado para una institución centenaria, creada con nada más
que ímpetu y vocación por hombres de bien, el adaptar, modificar o
simplemente olvidar tradiciones. Pero es esta propia inspiración de
“servir bien”, la que debe impulsarnos a prosperar y entender que
debemos adaptarnos y movernos al ritmo actual. Es aún posible recorrer
los Cuerpos de Bomberos del país y encontrarnos con piezas de material
mayor pintadas de colores azul, verde, y rojo en tonalidades que se
desplazan incluso hacia el negro. No debemos ser ajenos a nuestros
orígenes y dejar de entender porque en algún momento se prefirió esta
elección hace muchos años atrás y se adoptó como el “color de la
Compañía”, pero debemos ser capaces de entender también que, basándonos
en las estadísticas y estudios científicos a los que se hace mención
(los cuales de más está decir son sólo algunos entre muchos), es nuestro
deber poner en la balanza nuestra propia seguridad y la de nuestros
compañeros, versus la usanza pasada y la costumbre.
La
elección del color no debe ser conducida por un tema de costos, ya que
así la seguridad del carro puede ser aumentada sin ingerir en mayores
gastos. Desde una perspectiva de factores humanos, hay dos amplias áreas
de aplicación profesional. Primero, los Cuerpos de Bomberos deben
convencerse de cambiar el tradicional pero inseguro paradigma de carros
rojos hacia un seguro verde/limón o anaranjado. Segundo, los fabricantes
y distribuidores deben estar informados y educados acerca del potencial
del color para reducir la tasa de accidentes y la gravedad de los
mismos.
encontre este interesante articulo y lo considere muy bueno para despues elejir nuestro colora para los carros
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