“Tenía como 10 minutos de haberme ido a las compras cuando me avisaron que el departamento se estaba incendiando. Nunca los dejo, pero la mamá de los niños me mandó a comprarles comida, no me tardé mucho”, contó la niñera de los menores.
Una mujer escuchó que Xóchitl desde una ventana pedía ayuda porque su departamento se incendiaba y estaban solos.
“Ya estoy grande y no pude abrir la puerta, lo que hice fue pedir ayuda, grité para que sacaran a los niños porque estaban a grite y grite que se quemaba, que los sacáramos pronto”, dijo. Cinco jóvenes, entre ellos un policía municipal en su día franco, derribaron la puerta a empujones y llegaron hasta la habitación de los hermanitos.
“Al más chiquito lo sacamos cargado y la grande estaba llorando porque su casa se estaba quemando. En la tienda que tenemos cuento con un extintor y con ése apagamos las flamas del patio y otras cosas que se estaban quemando en la sala-comedor, por lo regular ropa y material plástico”, platicó el elemento de seguridad.
Elementos de Bomberos terminaron de apagar el fuego.
Paramédicos de la Cruz Roja atendieron a los niños para descartar una intoxicación y a la vecina la atendieron por crisis nerviosa.
De acuerdo a la versión de la niña, en el patio de servicio su hermano jugaba con unos cerillos y ella se los quitó, en cuanto se metieron el fuego empezó a extenderse.
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