Puntarenense es testigo clave del dantesco incendio ocurrido en febrero en Valparaíso: “¡Fue como estar en el infierno!” / sector de Rodelillo, Valparaíso en Chile
- Su testimonio permitió esclarecer que el fuego habría sido originado por el error de un trabajador de la empresa RVC y no por niños, como se pensó en un primer momento.
Aunque no es nacida en Magallanes, Adriana Cartagena Moraga ha forjado en los últimos 32 años su familia en nuestra región. La vecina puntarenense, casada y madre de dos hijos, nunca pensó que las vacaciones que se diera junto a su esposo en la V Región serían tan cercanas a lo que ella describió como “un infierno”.
El pasado 14 de febrero un dantesco incendio ocurrido en el sector de Rodelillo en Valparaíso dejó más de 280 viviendas destruidas y alrededor de 990 personas damnificadas, según informó el Minvu. Las primeras investigaciones del hecho apuntaban los dardos a un grupo de niños quienes habrían iniciado el siniestro, sin embargo, las indagaciones llevaron la zona focal de la tragedia hasta las instalaciones de una empresa constructora, donde se habría originado el fuego, producto de trabajos realizados con una galletera fuera del recinto.
Testimonio de aquello fue el que tuvo que dar Adriana al Laboratorio de Criminalística de Carabineros y a la Fiscalía Local de Valparaíso, quien al momento de desatarse el desastre tuvo palco preferencial para ver la génesis de lo ocurrido.
Cómo todo comenzó
“Estábamos en el departamento de una sobrina con mi esposo, íbamos a preparar una parrillada en la piscina y, mientras ellos preparaban todo, yo salí a caminar en los alrededores. Mi sobrina tiene su departamento en el octavo piso de un edificio ubicado en el sector alto de Rodelillo, frente a él, una calle, y del otro lado hay una zona llena de árboles enormes con una vista preciosa, así que fui a mirar por ese lado. Caminé un poco quedando a unos 100 metros de la constructora”, inició su relato la vecina puntarenense.
“Ahí vi que había un trabajador haciendo algunos trabajos, por fuera de la reja del recinto. De pronto, hubo como una explosión de fuego, como en las películas cuando lanzan una bomba, esa misma forma de hongo pero más pequeña. Me quedé mirando qué ocurría; el hombre corrió a buscar un extintor y trató de apagar el fuego que alcanzó una malla que estaba en el lugar, pero ya se le había escapado de las manos. Al poco tiempo llegó Carabineros, que tienen un retén no muy lejos del lugar y entre todos trataban de apagar el fuego. Lo malo fue que Bomberos se demoró mucho en acudir, fácilmente más de 30 minutos. Cuando ellos llegaron ya había avanzado bastante hacia el cerro, pero lograron controlarlo, al menos eso parecía. El problema fue que el incendio se había propagado por debajo de la tierra, rápidamente rebrotando, y el viento como de la nada pareció cambiar, y ahí ya no hubo nada que pudiera hacerse.
Empezó a avanzar y avanzar al punto de llegar a las casas y consumirlas. Tal fuerza tenía el incendio, que no importó camino o barrera que encontrara. No sé cómo, seguía avanzando. ¡Fue terrible, fue como estar en el infierno!”, relató la mujer.
Escenas de dolor y miedo
Recordó Adriana que por minutos y, si bien el incendio había comenzado a unos 500 metros del edificio que los albergaba, sintieron temor de que nuevamente el viento o las condiciones variaran y las llamas atacaran el recinto donde estaban. Los vecinos de otros edificios colindantes baldeaban los autos y los propios edificios a fin de mantener frío el entorno y evitar que se desatara la tragedia en sus hogares.
Recordó con tristeza cómo las personas veían desde las riberas de las quebradas como el fuego envolvía no una ni dos casas, sino que bloques completos de inmuebles, ante la mirada atónita de los equipos de emergencia, que poco podían hacer ante tal destrucción.
“Cuando veía esas imágenes, debo reconocer que me dio mucha pena, por las personas que perdieron todo, pero fue inevitable recordar el desastre que afectó al parque Torres del Paine, que fue mucho mayor, con mucha más área destruida, y con mucho mayor perjuicio para la naturaleza y, al igual que en esta ocasión, por culpa del descuido de una persona. Terribles hechos que pudieron haberse evitado”, añadió sobrecogida.
Investigación
La carpeta investigativa es conducida por el fiscal de Valparaíso, Víctor Ávila, quien formalizó a Carlos Rivas, trabajador de la empresa RVC como presunto autor del cuasi delito de incendio; la misma persona que Adriana vio momentos antes que se desatara el dantesco panorama, intentando apagar un pequeño foco inicial.
De aquello tuvo que declarar la puntarenense que estaba de vacaciones, quien, luego de que la emergencia fue controlada, escuchó a un oficial de Carabineros que daba una entrevista a los medios de comunicación local en el mismo lugar de los hechos. “Oí lo que decía y me pareció que no era como había ocurrido, así que me acerqué a ofrecer mi testimonio. Sentí que era necesario decir la verdad y que alguien le responda a las familias que perdieron todo el esfuerzo de una vida en la tragedia”.
Ahora, la vecina magallánica quedó citada a comparecer por videoconferencia a la Fiscalía Local de Punta Arenas si fuese necesario, e hizo entrega al Ministerio Público de las imágenes que captó con su cámara de lo ocurrido.
Fuente: http://www.laprensaaustral.cl/cronica/puntarenense-es-testigo-clave...
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