Tras una investigación en la que se tomó declaración a más de 20 posibles testigos, la policía en función judicial de General Alvear logró identificar al conductor de la camioneta Toyota Hilux color azul que el sábado en la madrugada atropelló a Mauricio Hidalgo (20) en La Escandinava, provocándole la muerte en forma casi instantánea. Era el supuesto vecino que había llamado al 911.
El hombre fue identificado como Pablo Buhajrzuk de 32 años, vecino de la zona. Después del accidente, aproximadamente una hora más tarde según se pudo establecer, decidió volver al lugar de la colisión y, fingiendo estar de paso, se comunicó con la policía para dar aviso de la presencia de una persona sin vida a la orilla de la calle 22, a 1.500 metros al norte de la ruta nacional 188.
Lo que en un comienzo fue destacado por los investigadores como muy buena predisposición para colaborar por parte del individuo, con el paso de las horas se fue trocando en sospechas cuando los relatos del presunto testigo no coincidían, sobre todo por la diferencia de los tiempos en los que habría estado en un sitio y luego en otro, lo que llevó a profundizar las averiguaciones.
Tras indagar a una veintena de personas y de incautar tres vehículos, dos camionetas y un auto para realizarles peritajes, se determinó que Buhajrzuk era el responsable, y aunque en principio lo negó rotundamente, luego terminó aceptando lo sucedido y puso a disposición su Toyota.
Lo reconoció
"Una vez que pusimos las pruebas sobre la mesa no le quedó más que reconocer que él manejaba, pero nos dijo que nunca pretendió abandonar a la persona", comentó el oficial Darío Coria de la delegación de Investigaciones.
De acuerdo con lo que confesó ante los efectivos, Buhajrzuk volvía de una reunión con amigos; nunca se dio cuenta de que había una persona en la calle por la oscuridad del lugar y sólo sintió un golpe, deteniendo la marcha 50 metros después. Siempre siguiendo su relato, retrocedió creyendo que se trataba de un perro y allí se impactó cuando notó que se trataba del joven, por lo que decidió escapar.
Sin embargo, la conciencia no lo dejó tranquilo y una hora después volvió al lugar del accidente y se comunicó con la Policía para informar de la presencia del cuerpo de Hidalgo. Con la esperanza de no ser descubierto, se mantuvo apegado a su historia durante cuatro días, pero fue descubierto e imputado por el delito de homicidio culposo, que es excarcelable.
Por parte judicial, hasta el momento sólo se dispondría de un adelanto de la necropsia emitido por el Cuerpo Médico Forense de San Rafael vía telefónica, en el que se confirmaría el deceso instantáneo del joven por una severa lesión en el cráneo, pero todavía no se cuenta con el informe final ni con los resultados de las pericias científicas efectuadas por la Policía.
Como estos, muchos otros detalles aún restan esclarecerse en la causa en la que entiende la Fiscal Correccional subrogante de Alvear María Edith Borgna, como la hora aproximada de la muerte y las lesiones que la provocaron, lo que puede implicar que se impute también el delito de abandono de persona o se incluyan algunos atenuantes en favor del imputado.
Fuente: Diario Los Andes
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