BARCELONA- La tranquilidad del barrio barcelonés de Sarrià se vio ayer alterada por un incendio y posteriormente una explosión que tuvo lugar en una coqueta tienda de ropa de mujer de segunda mano ubicada en el número 24 de la calle Santa Amèlia. Ocho personas resultaron heridas, cinco de ellos bomberos y tres vecinos de la zona, debido a una fuerte explosión que les sorprendió diez minutos después de declararse el fuego.

Sobre las 17.45 horas, el fuego alertó a la dependienta de la tienda «Temyma» que salió a la calle en busca de ayuda. «Vimos salir un humo muy negro, cogimos los extintores y fuimos a ayudar a la señora a apagarlo», explicó Josep, que trabaja en la pollería Susana, justo enfrente de la tienda afectada. «Llegaron los bomberos y diez minutos después hubo una explosión muy fuerte. Los cristales y el marco del escaparate de la tienda salieron disparados e incluso un maniquí chocó contra mi cristal», relató aún asustado. «Todos los vecinos que estábamos mirando lo que sucedía nos tiramos suelo», dijo otro vecino, Javier Sunyer, mientras señalaba los cristales esparcidos por la acera.

Según el jefe de guardia de los Bomberos de Barcelona, Esteve Angelats, «los efectivos ya habían casi extinguido el fuego cuando abrieron una puerta y se detonó la fuerte explosión». Aunque los Mossos d' Esquadra han abierto una investigación sobre lo ocurrido, se descarta el gas como causa del incendio, que podría haberse originado por un problema eléctrico o sustancias químicas.

Entre los heridos más graves se encuentra uno de los bomberos que estaba trabajando en el interior de la tienda cuando le sorprendió la explosión. «Salieron dos bomberos disparados», recordaron algunos vecinos. Aunque no se teme por sus vidas, están ingresados en el Hospital Clínic de Barcelona. El más grave presenta quemaduras en la cara, una contusión cerebral y diversos cortes en el cuerpo. El resto de heridos son un hombre de 33 años y su hijo de ocho años que en ese momento observaban el suceso y sufrieron diversas contusiones. Además, una mujer a la que un cristal cortó el rostro fue dada de alta esa misma tarde.

El concejal de Sarrià- Sant Gervasi, Xavier Puigdollers, que se desplazó al lugar de los hechos, confirmó que «el fuego no provocó daños estructurales en el edificio». Por ello, los vecinos de la tienda, que abrió en 2010, no fueron desalojados. La calle Santa Amèlia permaneció cerrada al tráfico hasta las 20.00 horas.