19 Ago 2011 | La institución se encuentra en jaque y mantiene suspendidos los servicios no calificados como de emergencia. Tres de sus referentes nos explican en detalle la delicada situación.
Cerca de un mes y medio atrás, la Asociación Bomberos Voluntarios de San Martín de los Andes anunció en conferencia de prensa que por razones presupuestarias debía suspender los servicios no calificados como de emergencia.
Nos acercamos al cuartel central para hablar con tres referentes de la asociación y descubrir que nada ha mejorado desde entonces.
“Bomberos necesita un piso de 80 mil pesos mensuales para funcionar. Aunque la recaudación ha mejorado circunstancialmente el mes pasado, seguimos en déficit. Nuestra asociación tiene unos 50 efectivos, todos voluntarios, y además emplea a seis cuarteleros -personal de guardia que atiende las emergencias- y una secretaria administrativa. Todos están en blanco, como corresponde. Más del 80 por ciento de nuestros recursos se gastan en sueldos y aportes. También pagamos los seguros de todos los bomberos y vehículos. Realmente nos preguntamos cuánto le costaría al Estado prestar este servicio”. Quien habla es Pablo Chatruc, presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios de San Martín de los Andes.
“Estamos brindando la menor cantidad posible de servicios. Seguiremos cubriendo la emergencia, porque es esencial, pero por ejemplo ya no rescatamos mascotas ni hacemos viajes de agua en las obras que lo necesitan. En general la gente comprende nuestra negativa”, explica Ricardo Rivera, jefe del cuartel central.
Chatruc agrega que, más allá de los servicios hoy restringidos, la preocupación se centra en el futuro cercano. “Una herramienta como la que usamos en el último accidente cuesta entre 15 mil y 25 mil dólares y no hay modo de reponerla si se rompe. Por eso estamos trabajando en un límite que es muy peligroso, cuidando todo el máximo y no exponiendo nuestros materiales a menos que sea imprescindible. Si vemos que puede haber desgaste o pérdida de equipos, decidimos no acceder a los pedidos que nos hacen. Esto nos frustra, pero debemos reguardar todo para cuando realmente hay una emergencia. Y suena injusto que a la gente voluntaria, la que arriesga el cuero, no le puedas dar un buen par de guantes”.
Según nos explica a modo de ejemplo, los equipos de altura se deterioran con el uso y además tienen vencimiento. “Reponer lo que alguna vez tuvimos nos costaría 50 mil pesos. Lo que tenemos hoy no es funcional y por eso no podemos hacer rescates en altura. De hacerlos, correrían riesgo tanto los bomberos como los rescatados. En Estados Unidos, las cuerdas de rescate son descartables porque no es posible medir cuánto sufren en un servicio. Las nuestras ya tienen cinco años de uso”.
Martín Comesaña, segundo jefe del cuartel, pide incluir un tema que considera importante. “Quiero decir que esta situación económica genera algunas tensiones entre nosotros. Hablo de una tensión interna que es horizontal y vertical. Somos una familia, y como en cualquier otra familia empiezan los despelotes cuando falta plata. Bomberos no escapa a esto porque estamos realmente complicados”.
Sin embargo, existe una posible solución que Chatruc detalla: “Después de la conferencia de prensa mantuvimos una reunión con el Concejo Deliberante. Pedimos que Bomberos fuera incluido dentro del presupuesto municipal. Es decir, que no dependa del porcentaje de lo recaudado cada mes. Eso nos daría otra seguridad financiera. Hasta donde sabemos no hay antecedentes de algo así en el país, pero nuestra ciudad supo ser pionera en esto de contribuir al funcionamiento de Bomberos por medio de una tasa municipal. Estamos esperando una respuesta de los actuales concejales, que tienen todavía trabajo por hacer. Si nuestra propuesta prospera, ellos deberán aprobar la ordenanza que nos permita entrar en el presupuesto 2012. Estamos esperando una respuesta”.
Fuente: La Voz de los Andes.
¡Tienes que ser miembro de LA HERMANDAD DE BOMBEROS para agregar comentarios!
Únete a LA HERMANDAD DE BOMBEROS