Mucho se ha hablado de la capacitación en el área de la respuesta a emergencias y desastres, como el proceso a través del cual se transfiere conocimientos, en ese mismo marco de ideas y complementándola, la capacitación pareciera entenderse como acciones puntuales aisladas o fraccionadas y no como parte de un todo, enfocado a construir nuevos conocimiento que permitan cubrir de forma estructurada y sistémica, las necesidades de la organización.
Así que me voy a tomar este espacio para exponer mi humilde opinión (no experta) sobre este proceso que se llama capacitación. Así que después de haber leído, preguntado y trabajado el tema, lo entiendo como un recurso didáctico que apuntala a las instituciones en su estructura como unidad político administrativa y/o económico-social, fortaleciendo sistemáticamente los conocimientos, las habilidades y las destrezas del personal que conforma una organización.
Gracias a la capacitación, entre otros factores de desarrollo institucional clave, es posible mejorar el desempeño de las y los funcionarios en cuanto a las responsabilidades que le son asignadas en los planes, protocolos, procedimientos y tareas que rigen su puesto de trabajo destinados a asegurar sus su competencias.
Como beneficios de la capacitación podemos mencionar, entre otros, los siguientes:
- Aporta a la adquisición de nuevo conocimiento.
- Desarrollo de competencias especialmente cognitivas y procedimentales personales e institucionales y una calificación en cuanto a su desempeño.
- Actualización sobre el entorno organizacional y técnico en el cual se desempeña el personal
- Preparación del personal para la ejecución de nuevas tareas.
- Incrementar los niveles productividad en los puestos de trabajo y en la institución en general.
- Promover mayor seguridad, reduciendo acciones o condiciones inseguras en los puestos de trabajo.
- Actualización de sus funciones en consonancia con los cambios generados por el desarrollo y evolución del mismo oficio y el entorno.
- Mejoras en las relaciones interpersonales al favorecerse la interpretación del trabajo que cada cual debe cumplir
- Mayor capacidad para Identificar problemas a tiempo y aportar soluciones particulares o consensuadas.
- Fortalecimiento de la imagen institucional y de su misión.
Un punto importante de este proceso, es que la capacitación como elemento aislado ó como un fin en sí misma, sin hacerla en el marco de un enfoque que afiance las capacidades institucionales, valorando los diferentes componentes y considerando los lazos y relaciones que lo conforman, se convierte en una pérdida de tiempo, de dinero y esfuerzo y especialmente, se convierte en un factor de frustración, debilitamiento del ánimo y de las motivaciones del personal.
La capacitación, debe ser parte de un proceso de formación integral y sistemática del personal, enfocada al desarrollo institucional y haciendo parte de su soporte, con continuidad y proyección en el tiempo.
De la misma forma, un programa de capacitación, debe estar basado en la misión, visión, expectativas y planificación estratégica de la organización, con respaldo de una estructura administrativa clara y adecuada a su plan estratégico.