Situación actual del mercado latinoamericano de sistemas de detección contra incendios
Por Yosti Mendez
Primera de dos partes sobre el panorama del mercado de detección basado en un estudio de mercado de la firma Frost & Sullivan.
Descripción del mercado
El mercado de detección de humo y fuego en Latinoamérica estuvo en una etapa incipiente —en términos de número empresas presentes— hasta 1991, cuando la primera empresa multinacional comenzó sus operaciones regionales abriendo una oficina local. Desde ese entonces, muchas marcas extranjeras han entrado al mercado.
El mercado continuó creciendo irregularmente en varios países. En algunos de ellos este crecimiento fue impulsado por tratados de libre comercio con países en desarrollo, como México con el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Por otra parte, en otros países, más allá de la influencia externa, fue debido a la entrada de empresas multinacionales durante el inicio del proceso de globalización, lo cual dio como resultado la regulación de muchas normas internas, incluyendo aquellas relacionadas a la seguridad contra incendios. Sus culturas fueron incorporadas desde el exterior y principios como los de proteger vidas humanas y el patrimonio de la empresa, condujeron al desarrollo de normas locales específicas, además de estimular el mejoramiento de los reglamentos existentes y la gradual adopción —aunque en muchos países sólo en la práctica— de normas internacionales reconocidas como las de la NFPA.
Actualmente, Latinoamérica es un mercado completo—en términos de marcas presentes por segmento de mercado (alto, medio y bajo). En relación al uso de sistemas de detección de humo y fuego en mercados verticales, este mercado aún no ha madurado. Por lo tanto, Latinoamérica se encuentra un paso atrás de otras regiones como Norte América, Europa o Asia respecto del uso de estos sistemas, pero no precisamente debido a las restricciones económicas.
A pesar de los recientes incendios desastrosos (Ycuá Bolaños, Paraguay; Cromagnon, Argentina; Torre Este, Venezuela y el Windsor, España) en términos generales y en comparación con otros países la región posee muy pocos accidentes de incendios significantes en el pasado, que es lo que comúnmente crea la concienciación en la sociedad y el gobierno, y consecuentemente produce un resultado más tangible en lo que refiere al incremento de la regulación local en este aspecto. Por lo tanto, de alguna manera no han sido los gobiernos los que han obligado a usuarios finales a instalar dichos sistemas. Desafortunadamente, aparte de los gobiernos los usuarios finales como empresas de construcción, grupos inmobiliarios, ingenieros, arquitectos, y dueños de edificios no consideran la instalación de dispositivos de detección de humo y fuego como una inversión, sino como un gasto.
Pronósticos del mercado y tendencias
Estado actual del mercado
El mercado de detección de humo y fuego en Latinoamérica generó $78.1 millones de dólares en ingresos durante el 2005.
En países como Brasil y Venezuela, donde los usuarios finales están obligados oficialmente a instalar dichos sistemas, estos segmentos de mercado tienden a comprar sistemas precarios. Es difícil para algunos fabricantes competir en estos segmentos de mercado, ya que muchas veces sus precios son mucho mayores.
México es el mercado más maduro en Latinoamérica, seguido de Panamá, Costa Rica, Colombia y Chile. Excepto Chile y Colombia, el resto de los países han, o están adoptando oficialmente normas como las de NFPA, dirigiéndose hacia una sofisticación del mercado con modernos sistemas de detección de humo y fuego e incrementando su participación en el mercado. Sin embargo, Chile, que no cuenta con una regulación local, se convirtió en el mercado más sofisticado, conducido por la madurez de sus usuarios finales y por incentivos de las firmas aseguradoras hacia segmentos de mercado clave, como las empresas mineras.
Regionalmente los mercados del Caribe y Centro América no han evolucionado al mismo ritmo, aunque la región es conducida por sus mayores negocios que están creciendo debido a su progreso económico. La región Andina está compuesta por mercados en auge, aunque no cuenta con regulaciones locales, o sus regulaciones contienen estándares mínimos. El Cono Sur no ha madurado de igual manera; a pesar de los desafíos de sus principales economías estos países están adquiriendo más conciencia, pero los gobiernos necesitan tomar acciones más concretas para acrecentar esta cultura de protección en los usuarios finales. Brasil es un mercado de altibajos. Aún cuando tiene una industria nacional de detectores de humo y fuego, no cuenta con un marco legal unificado para normalizar los requisitos de protección contra incendios a lo largo de todos sus estados.
A corto plazo
El mercado de detección de humo y fuego en Latinoamérica generó $78.1 millones de dólares en ingresos durante el 2005. Una de las razones principales para este resultado es la enmienda legislativa hecha en muchos países para la adopción de normas internacionales, como las de la NFPA. Otro impulsor importante son las empresas de educación llevadas a cabo por las asociaciones y empresas en conjunto o de forma separada, a través de seminarios, congresos y exposiciones. Un tercer conductor en este resultado es el requerimiento estricto y condiciones relacionadas a la prevención y protección impuestas por inversionistas extranjeros en sectores diversos de la economía.
En el 2006, se pronosticó un crecimiento de un 6,5 por ciento en el mercado de detección de humo y fuego en Latinoamérica, equivalente a $78.1 millones de dólares. Para el 2007, el porcentaje de crecimiento se espera que sea de un 8,3% lo cual implicaría un resultado de $84.6 millones de dólares en ingresos.
El país con el más alto crecimiento en el mercado en el corto plazo es probablemente Brasil y como región se destacan los conos Andinos y Sur, aunque el crecimiento en México se espera que sea muy agudo en el 2007, después de los efectos de algunas enmiendas legislativas que seguramente afectarán el mercado.
Dentro de los detectores de humo, los fotoeléctricos son los que continuarán su tendencia creciente, concentrando más del 70 por ciento del total de ingresos en este segmento. Dos tendencias importantes en el corto plazo son una disminución gradual en el consumo de detectores mecánicos de temperatura y de detectores de humo iónicos; por una sustitución tecnológica y por una razón ambiental, respectivamente.
Mediano y largo plazo
En el mediano plazo, el crecimiento del mercado de dispositivos de detección de humo y fuego será sostenido. En el largo plazo, probablemente tendrá una disminución, dirigiéndose a un crecimiento en porcentaje más bajo y estable, como reflejo de un ciclo del mercado y el nivel de madurez de las economías más importantes de la región. Sin embargo, se espera que el mercado crezca a una tasa compuesta de crecimiento anual (CAGR, por sus siglas en inglés) del 8,6 por ciento. En el 2012, se calcula que el mercado genere $130.9 millones de dólares en ingresos.
La región del Cono Sur, Brasil y México son primordialmente los que mostrarán los crecimientos más altos en el mediano y largo plazo.
Países de rango mayor
México
Casi todos los participantes globales tienen sus oficinas en México, para administrar más de cerca otros países Latinoamericanos. Como México es el mayor mercado en la región, y el más desarrollado y organizado, el país es un objetivo primordial para la mayoría de los fabricantes y distribuidores. El segmento de proyectos grandes (High-End) es, por mucho, el más importante en términos de ingresos, con solo unas cuantas firmas presentes. El segmento de mercado mediano o bajo (medium- to low-end) es más competitivo, ya que diversas firmas tratan de ganar y consolidar su penetración en el mercado, haciendo a las empresas más agresivas en términos de estrategias de precios. Empresas pequeñas y medianas compiten en este segmento por clientes que primordialmente se enfocan en precio.
Brasil
Brasil representó el 17,9 por ciento del total del mercado en el 2005, generando $13.1 millones de dólares. Debido al tamaño del mercado brasileño, tanto en términos de ingresos como en volumen, los competidores globales escogieron el país como otro foco regional para monitorear sus negocios regionales, por lo tanto muchas de estas empresas también tienen oficinas locales establecidas en este país. Sin embargo, este mercado, en oposición a lo que ocurre que en México, no tiene la misma madurez ya que sus consumidores están más orientados por el precio.
Similar al total del mercado, el segmento de proyectos grandes está compuesto por las empresas globales de mayor capacidad. Muchas de las empresas, de todos los tamaños, están presentes en el segmento de mercado mediano o bajo compitiendo en precio. Esto explica por que este mercado es el más atomizado de todos.
Se estima que el mercado brasileño crecerá considerablemente en un plazo mediano y largo, si los cambios regulatorios se llevan a cabo como se espera. Está pronosticado que crezca a un porcentaje promedio de 10,2 por ciento, del 2005 al 2012.
Por Región
El Caribe y Centro América CCA (Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala y todos los países del Caribe)
Como los mercados principales, Panamá y Costa Rica han adoptado ya sus regulaciones locales a las normas NFPA, y Puerto Rico adoptó esas normas en la práctica. El mercado de CCA está concentrado en los cuatro líderes regionales, con casi un 86,1 por ciento de participación del mercado, lo que refleja la importancia dada al segmento de mercado ‘High-end’, por los usuarios finales locales. Estos usuarios finales, son principalmente hoteles y centros comerciales en el Caribe y edificios industriales en Centro América.
Se espera que esta región crezca a un porcentaje promedio de 6,6 por ciento hasta el 2012, lo que la deja en el quinto lugar, como la región más pequeña.
Región Andina (Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia)
Venezuela es el principal país de la región en términos de ingresos, aunque es menos maduro que Colombia, el segundo país mas importante. Venezuela fue unos de los primeros países en la región en poner regulaciones locales relativas a los sistemas de protección de incendios, como los de detección. Esto fue en gran medida por su considerable y vasta industria de petróleo y gas, potencialmente peligrosa en términos de incendios. Estas regulaciones pusieron estándares mínimos y muy básicos. Venezuela es el segundo mercado más atomizado en América Latina, después de Brasil.
Colombia es el mercado más maduro en la región, siguiendo las normas NFPA. Su mercado es dominado por las cuatro firmas líderes regionales y, en promedio sus usuarios finales están ganando conocimiento en relación a la importancia de instalar sistemas de protección de humo y fuego, procurando sólo marcas que sean listadas UL o aprobadas FM. Más aún, este mercado ha sido dirigido por su crecimiento económico de los años 2003 al 2005.
Esta región se espera que crezca más que las demás en el mediano término. También tiene la posibilidad de continuar creciendo en el mediano y largo plazo, después de que los Tratados de Libre Comercio de Colombia, Perú y Ecuador con Estados Unidos sean aprobados. Esto es probable que pase, debido a que estos tratados facilitarían la importación de dispositivos de detección de humo y fuego, bajando sus precios.
Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay)
En el 2005, esta región generó $15.1 millones de dólares en ingresos, equivalente al 21,0 por ciento del total del mercado, por lo que ha adquirido el segundo lugar. Argentina y Chile son sus mayores mercados.
Aunque Argentina es mayor que Chile considerando sus ingresos anuales, el mercado Chileno es más maduro y sofisticado. La madurez Chilena es una consecuencia de su prosperidad económica, por la cual muchas empresas multinacionales eligieron establecer sus oficinas en este país. Estas empresas se extendieron a lo largo de Chile, a través de sus inversiones, su conocimiento y cultura inherente en relación la aplicación de sistemas de detección de humo y fuego. Como resultado, Chile es un mercado muy concentrado con los cuatro líderes regionales ocupando un 95 por ciento de penetración en el mercado. El resto del mercado es mayormente compuesto por productos genéricos e inestables.
Por el contrario el mercado de detección de humo y fuego en Argentina no está tan concentrado, con los cuatro fabricantes líderes ocupando un 54,9 por ciento del mercado. Aún con esos desafíos, el mercado en Argentina es maduro en términos generales, especialmente en el segmento de mercado ‘High-end’, al cual pertenecen la mayoría de las empresas multinacionales. Este mercado ha sido dirigido por su recuperación económica lo cual ha logrado que se ejecuten muchos proyectos de construcción, animando inversiones en sistemas de detección de humo y fuego.
La industria minera Chilena crecerá significativamente hasta el 2009, debido a precios favorables del cobre en el mercado global. La región seguramente quedará en el segundo lugar en el mercado latinoamericano, con 21,4 por ciento de participación en el 2012.
Fuente: NFPA Journal Latino