Fenómeno. Una persona declarada muerta recupera el pulso y su ritmo cardiaco. Esta “resucitación” puede producirse luego de varios minutos después de los fallidos intentos de reanimación cardiopulmonar. Hay 38 casos en el mundo.
Milagros Laura S.
Muchos se indignaron al oír la noticia de que un bebé de 4 meses fue llevado vivo a la morgue. Muchos se preguntaron si se trató de una negligencia, pero para Analí Manuelo y Dany Benito, padres del menor, sí lo fue. Y han denunciado a los médicos del hospital Uldarico Roca, de Villa El Salvador, por no atender a tiempo a su niño.
El bebé ingresó por emergencia a dicho nosocomio tras sufrir un atropello. En el lugar, el pediatra y el médico de turno lo dieron por muerto y lo enviaron al mortuorio del hospital. Dos horas después, un vigilante y una empleada de limpieza se percataron de que el bebé aún respiraba, por lo que avisaron a los médicos de turno, y lo llevaron nuevamente a la sala de emergencia, donde falleció.
Essalud investiga. Sin embargo, allí aseguraron que se trató de un caso de síndrome de Lázaro, extraño fenómeno que habría causado que el pequeño volviera a respirar, tras perder la frecuencia cardiaca y no tener presión arterial.
Pero ¿qué tan cierta resulta esta explicación? ¿Es posible que se pueda volver a la vida, luego de ser certificado clínicamente muerto? Para despejar estas dudas consultamos al cardiólogo César Conde Vela, de la clínica Javier Prado.
Él explica que este caso es muy poco frecuente, y que se caracteriza por el retorno espontáneo de circulación tras los esfuerzos fallidos de resucitación médica.
La teoría más próxima
“No se conoce bien por qué se produce este evento, pero según las hipótesis estaría relacionado a que durante la reanimación se realiza una ventilación pulmonar muy intensa causando que el pulmón esté lleno de aire y la presión dentro del tórax aumente.
Cuando se declara muerto al paciente, se deja de ventilar el aire en sus pulmones, entonces expulsa todo ese aire que se depositó en los pulmones, bajando la presión dentro del tórax, y dejando que la sangre regrese al corazón y produciendo repentinos latidos”, explica el doctor. Esa sería una hipótesis o teoría que manejan, como referencia, los investigadores médicos a nivel internacional.
Se han registrado 38 casos comprobados en el mundo sobre este fenómeno. En el 2010, en Colombia, la noticia de que el cadáver de una mujer de 45 años cobró vida cuando estaba siendo preparada por la funeraria cruzó fronteras. Noevia Serna, así se llama, fue declarada legalmente muerta y ahora está viva. El doctor y la enfermera que la atendían firmaron su acta de defunción luego de no encontrarle pulso ni funciones vitales.
Luego de 5 horas y cuando le iban aplicar formol, la mujer comenzó a respirar y moverse. Ella fue ingresada nuevamente al hospital y hoy está en estado de coma. Otro caso conocido fue el de Michael Wilkinson, de 23 años, quien volvió a la vida media hora después de que los médicos dijeran a su familia que había muerto.
Estuvo muerto y hasta le dieron los santos óleos, pero 30 minutos después dio señales de vida, por lo que de inmediato lo llevaron a la unidad de cuidados intensivos del Royal Preston Hospital en Lancashire. Finalmente falleció a los dos días. Su historia fue llevada a los tribunales ingleses.
Diferencia
¿Y la catalepsia? No se debe confundir catalepsia con el síndrome de Lázaro. La primera, lo único que hace es mantener inmóvil y fijos los músculos, el resto se mantiene vivo. Es decir, la persona aunque se mantenga rígida, tiene emociones (llora, aumenta el ritmo cardiaco, tiembla, etc.).
Síndrome de Lázaro. Es cuando la persona se encuentra como si realmente estuviera muerta, sin presión arterial y sin ritmo cardiaco, y vuelve a la vida.
Más indicios sobre este extraño síndrome
En otros países, como los de Europa, se recomienda que luego de la reanimación se espere un lapso de 10 minutos de vigilancia para descartar un caso de síndrome de Lázaro, llamado así por el personaje bíblico.
Cuando ocurre este síndrome a las personas se les da por muertas clínicamente. Por lo general se siguen los pasos normales como con cualquier fallecido. Primero son dados por muertos, y realmente lo están. Después, en algunos casos, pasan a las neveras del hospital hasta que el personal de la funeraria se los lleva para prepararlos. Muchos llegan a ser preparados, pero resucitan antes de enterrarlos.
Otros indicios son cuando, en las exhumaciones de huesos humanos para traslados o cambios de tumbas, se ha comprobado cómo algunos cadáveres presentaban signos de haber sobrevivido dentro de las tumbas, porque estas aparecen arañadas o la posición de las manos del difunto se encontraban en una posición de haber querido empujar o salir de alguna manera del ataúd.
Fuente: http://www.larepublica.pe/08-05-2011/el-extrano-caso-del-sindrome-d...