Este hallazgo ayudará en el futuro a una mejor localización de cuerpos en proceso de descomposición.
Más de 400 compuestos orgánicos volátiles distintos son los que se liberan durante el proceso de descomposición del cuerpo humano, según el reciente estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Lovaina (Bélgica). La investigación ha sido publicada en la revista Plos One.
¿A qué huele la muerte? Para dar respuesta a esta pregunta, los investigadores utilizaron 6 cadáveres humanos y 26 restos animales (cerdos, aves, conejos y tortugas) sobre los que trabajaron durante un periodo de 6 meses. A lo largo de este tiempo, tomaron muestras tanto de tejidos como de órganos y los fueron ubicando en distintos recipientes sellados herméticamente. De la misma forma, tomaron muestras de los gases emitidos por cada una de estas muestras y analizaron los compuestos químicos a medida que los restos se descomponían.
Los resultados revelaron que el cuerpo humano al entrar en proceso de descomposición libera una mezcla química muy particular, que podríamos llamar “olor a cadáver” formada por 452 compuestos orgánicos volátiles (con solo 5 compuestos de diferencia respecto al cerdo y solo 8 del resto de animales).
“El siguiente paso será ver si se pueden encontrar los mismos compuestos en cuerpos completos, enterrados, que se están descomponiendo en el terreno. Y ver si perros entrenados pueden responder a la búsqueda de los compuestos que son específicos de los cuerpos humanos en descomposición”, explica Eva Cuypers, líder del estudio.