JENNIFER K. RINCÓN PEÑA | 22 DE MAYO DE 2013
Los estudiantes observan con cautela la proliferación de las abejas cerca las aulas escolares. (Foto Juan Pablo Cohen / La Opinión)
La clase de biología fue interrumpida. Un extraño zumbido proveniente del pasillo de la virtualteca y la sala de profesores, en el Colegio Mariano Ospina Rodríguez, puso en alerta a la comunidad estudiantil.
En cuestión de segundos, antes de que los estudiantes salieran y se percataran de lo ocurrido, un enjambre de abejas entró al aula de clase, ante la mirada impávida de los estudiantes, que dejaron sus pupitres para ponerse a salvo.
Decenas de abejas formaban su panal en un agujero de una roseta hueca por donde pasa el fluido eléctrico, en la placa del segundo piso.
El incidente, ocurrido el lunes a las 11:30 de la mañana, obligó a los directivos a evacuar alrededor de 800 estudiantes para evitar que fueran picados por la inesperada y bulliciosa visita.
Los alumnos de la jornada de la tarde no tuvieron clase. Ningún estudiante resultó atacado por las voladoras amigas de la miel.
Aunque el profesor Iván Torres reportó la emergencia a la subestación de bomberos de Atalaya de inmediato, el equipo de ayuda, conformado por tres bomberos, solo llegó hasta la noche a atender la emergencia.
Esta es la segunda vez que ocurre un incidente de este tipo en el plantel ubicado en el barrio Motilones. Hace dos años un enjambre se tomó un bafle ubicado en la parte alta del coliseo.
Las ahuyentaron, pero no las erradicaron
Evangelista Machado, sargento del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cúcuta, y comandante de la subestación explicó que la unidad bomberil se trasladó al lugar en la noche por cuestiones estratégicas.
“Es más fácil acabar con un enjambre en la noche que en el día, y más si se presenta en sitios cerrados”, indicó Machado.
Los bomberos procedieron a quemar el panal y rociar veneno envasado en extintores.
Sin embargo, ayer en la mañana las abejas, en menor cantidad, seguían merodeando las aulas de clase, lo que tenía preocupados a profesores y estudiantes, que exigieron nuevamente la presencia de los bomberos en la institución.
El comandante de la subestación aseguró que aunque la medida tomada la noche anterior acabó con gran parte del enjambre, era imposible acabarla por completo ya que las abejas, posiblemente sigan en los tubos del fluido eléctrico.
“Como la superficie donde se instalaron es hueca, ellas pueden estar en cualquier lado formando un nuevo panal. La solución definitiva sería romper la placa y buscar la raíz del problema, pero eso se nos escapa de las manos”, dijo Machado.
Una emergencia muy común
Según el bombero de uniforme rojo y amarillo al día se reportan en la ciudadela Juan Atalaya entre 4 y 6 emergencias por enjambre de abejas.
Unas veces utilizan fuego para eliminarlas, otras lo hacen mediante veneno o agua y jabón.
Machado indicó que el caso más grave del que tenga conocimiento en las comunas 7 y 8 fue hace un par de meses, cuando un enjambre atacó a una anciana picándole en todo el cuerpo. Incluso unas abejas se le introdujeron en los oídos y las fosas nasales.
“Las abejas atacan cuando se sienten atacadas o en peligro, por eso siempre le decimos a la comunidad que reporte de inmediato una situación de este tipo a los bomberos o a la Defensa Civil”, recomendó el comandante.
Fuente: http://www.laopinion.com.co/demo/index.php?option=com_content&t...
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