Un vecino de Liérganes, de 50 años de edad, murió ayer en Suesa (Ribamontán al Mar) tras sufrir un violento accidente contra una hormigonera, que acabó aplastando el coche con el que circulaba por la carretera que une Galizano y Hoznayo.
Ocurrió sobre las dos y media de la tarde, cuando Miguel T. G. se dirigía a la cercana localidad de Carriazo a buscar a un amigo suyo con el que había quedado a comer. En la misma recta de Suesa, en el Barrio de La Isleta, y en dirección contraria (dirección a Hoznayo), circulaba el camión hormigonera que, por causas que se desconocen, invadió el carril contrario, chocó frontalmente con el Audi A3 de Miguel y acabó volcado sobre el turismo.
El estruendo del impacto sacó de casa a numerosos vecinos que, al principio, sólo vieron a la hormigonera tumbada en el asfalto. Una mujer que reside frente al lugar del accidente (kilómetro 6,500 de la CA-146) escuchó «un gran ruido de hierros arrastrándose» y enseguida salió a ver qué ocurría. Vio ante su casa las marcas de la frenada de la hormigonera, de cuatro ejes, y a este vehíc*** tumbado a varios metros de distancia. Al instante, el conductor salió por la ventanilla de la cabina. «Estaba muy afectado, desesperado, gritaba», cuenta esta vecina, que al acercarse vio que debajo había un coche que, además, comenzaba a arder. «Se incendió por la zona de las ruedas, no se veía cuántas personas podía haber dentro, pero al poco tiempo se apagaron las llamas», explica la mujer.
Pero Miguel viajaba solo. El siniestro dejó su coche sobre el cierre de un vivero de plantas de este Barrio de La Isleta. En el recinto había dos jóvenes, que llamaron a los servicios de emergencia. «No sé si sería por los nervios que pasamos, pero se me hizo eterna la espera. Quizás media hora, tardaron en llegar, muchísimo en una situación semejante», se quejó una chica. Primero llegaron las ambulancias, después los bomberos de Santander y la Guardia Civil.
El equipo de Atestados de la Guardia Civil de Tráfico practicó la prueba de alcoholemia al conductor de la hormigonera, que ofreció un resultado negativo. Al parecer, tampoco circulaba a gran velocidad, pues el camión acababa de realizar un stop para incorporarse a esta recta. «Dio un volantazo no se sabe por qué», razonó un vecino de la zona, que también señaló que es frecuente que los conductores circulen a mayor velocidad de la permitida en esa recta, limitada a 50 por hora.
Aunque la hormigonera sólo llevaba en esos momentos un metro cúbico de carga, la grúa de los bomberos era insuficiente para levantarla. Hubo que esperar a la llegada de otra grúa pesada para levantar el camión y proceder al rescate de la víctima y certificar su muerte.
Un amasijo de hierros
Después de erigir la hormigonera, quedó al descubierto el amasijo de hierros en el que se había convertido el Audi. Ni siquiera se apreciaba el habitác*** del conductor. Durante las labores de excarcelación, los sanitarios del 061 esperaban para poder certificar la muerte de Miguel que, finalmente, fue trasladado al tanatorio del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla
dejo el link para ver fotos y video..
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