El verano pasado, la ciudad formoseña de Las Lomitas se convirtió en el lugar más caliente del país cuando sus termómetros alcanzaron los cincuenta grados centígrados. Hoy es el cabo final de uno de los mayores interrogantes de la Argentina: la ciudad era, según la hoja de ruta presentada en el aeropuerto de San Fernando, el destino final del avión Mitsubishi tripulado por el empresario ganadero Matías Aristi y los pilotos Matías Ronzano y Emanuel Vega que desapareció hace tres días.

Fuentes en la municipalidad formoseña confirmaron a Infobae que los Aristi, agrupados bajo la empresa agropecuaria familiar Aibal –Matías es su vicepresidente de acuerdo al Boletín Oficial-, poseen un campo ganadero a 20 kilómetros al sur de la ciudad con su propio hangar y pista de aterrizaje. "El padre, que es el dueño, viene siempre. A Matías nunca se lo vio", apunta una voz en el gobierno de Las Lomitas.

Habría sido el primer viaje formoseño para el avión Mitsubishi. Ricardo Oviedo, jefe de operaciones del aeropuerto provincial El Pucú, confirmó a Radio Uno en Formosa que la pista de los Aristi estaba aprobada por las autoridades aeronáuticas y que el Mitsubishi nunca había entrado en el espacio aéreo provincial.

El campo de los Aristi queda a aproximadamente 60 kilómetros de la frontera con Paraguay. Las sospechas narco, en el rosario de rumores y fantasías alrededor de la desaparición de la aeronave, se volvieron inmediatas: voces en la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que es parte de la búsqueda con una causa judicial instruida por la jueza Sandra Arroyo Salgado, descartan por ahora cualquier indicio de tráfico de drogas.

Aristi, Ronzano y las firmas del grupo Aibal, por su parte, no tienen ninguna causa registrada, al menos en la base de datos de la Cámara federal en los tribunales de Comodoro Py. Las cuentas del grupo Aibal, de acuerdo a registros comerciales, no evidencian rojos financieros ni signos de crisis o cheques sin fondo. Por lo pronto, fuerzas de seguridad como la PSA, la Policía Federal y la Prefectura Naval no recibieron ninguna orden de Sandra Arroyo Salgado de allanar la estancia en Formosa.

Mientras tanto, el operativo de rescate continúa en el delta del Paraná, en un arco de 90 millas hacia el norte de San Fernando, en la ruta que debería haber seguido el avión, según informó la Administración Nacional de Aviación Civil.  La PSA encabeza el rastrillajecon esfuerzos unificados de Prefectura, Gendarmería y Fuerza Aérea, en un comité de crisis conformado que pidió colaboración a la Fuerza Aérea uruguaya: los aviones militares del país vecino buscan en la zona entre Carmelo y el norte de Nueva Palmira.

Hay tres helicópteros de fuerzas públicas, más un avión del ANAC y 10 aviones civiles de amigos de los desaparecidos. Gendarmería y Prefectura buscan por tierra y por agua. La Fuerza Aérea nacional aportó su escuadrón de búsqueda y rescate en combate. Cuenta, por ejemplo, con un helicóptero dotado con un sensor infrarrojo capaz de detectar cambios de temperatura entre el barro y el anegamiento de la densa vegetación del Delta.

Lo cierto es que, según confirman fuentes que participan directamente en la búsqueda, no hay ningún indicio de dónde pueda estar el Mitsubishi a 72 horas de su última transmisión. El operativo comandado por la ANAC trabaja desde, básicamente, suposiciones lógicas: no hay testigos que lo hayan visto, no hay paisanos o baqueanos que hayan oído algo caer. El rastreo, que comenzó en el radio cercano del aeropuerto de San Fernando, hoy llega hasta la costa charrúa. Sin embargo, puede estar donde sea: su autonomía de vuelo de cuatro horas y media podría permitirle cubrir más de 2400 mil kilómetros. La ruta hacia Formosa, sin embargo, no está descartada.

FUENTE: http://www.infobae.com/sociedad/2017/07/27/misterio-del-avion-desap...