

"JUNTOS EMPODERANDO A LAS COMUNIDADES EN LA GESTIÓN DE RIESGOS Y LA SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL, HACIA UNA RESILIENCIA SOSTENIBLE."
Por: El Coronel C. B. Prof. Jorge Reyes
Especialista en Gestión Integral de Riesgos
Experto en Búsqueda, Rescate y Salvamento (SAR)
En un mundo cada vez más vulnerable a desastres naturales y crisis humanitarias, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) se han convertido en actores clave para la gestión de riesgos a desastres. Su capacidad para movilizar recursos, fomentar la participación comunitaria y abogar por políticas públicas centradas en la resiliencia las coloca en el centro de las estrategias de prevención y respuesta ante emergencias.
Las OSC actúan como un puente entre las comunidades y los gobiernos. A menudo, tienen un entendimiento más profundo de las necesidades locales y cuentan con la confianza de las comunidades afectadas. Esto les permite implementar iniciativas efectivas en áreas como:
- Educación sobre riesgos: Mediante campañas de sensibilización, las OSC capacitan a las comunidades sobre cómo reducir su vulnerabilidad y estar preparadas para los desastres.
- Desarrollo de capacidades locales: Organizan talleres, simulacros y entrenamientos que fortalecen la respuesta ante emergencias.
- Proyectos de mitigación ambiental: Impulsan actividades como reforestación o construcción de barreras naturales para prevenir inundaciones y otros riesgos.
- Estrategias de colaboración
La colaboración es un aspecto fundamental para maximizar el impacto de las OSC. Estas organizaciones trabajan en conjunto con:
- Gobiernos locales: Establecen alianzas para garantizar que las políticas y recursos lleguen a quienes más los necesitan.
- Sector privado: Atraen financiación y apoyo logístico para sus proyectos
- Organismos internacionales: Participan en redes globales que comparten conocimientos y mejores prácticas.
A lo largo de la historia, las OSC han demostrado ser decisivas en situaciones de crisis. Por ejemplo:
- En América Latina, organizaciones como la Cruz Roja han liderado iniciativas de prevención en comunidades vulnerables a terremotos y huracanes.
- En África, ONG locales han desarrollado sistemas de alerta temprana para combatir sequías y hambrunas.
A pesar de su importancia, las OSC enfrentan desafíos significativos, como la falta de recursos financieros, barreras burocráticas y la necesidad de una mayor coordinación con entidades gubernamentales. Sin embargo, su compromiso y creatividad siguen siendo pilares fundamentales para construir comunidades más seguras y resiliente.

Las organizaciones de la sociedad civil son más que simples grupos de apoyo; son motores de cambio y agentes de resiliencia. En un contexto global marcado por la incertidumbre, su papel en la gestión de riesgos a desastres es indispensable. Reconocer y fortalecer su contribución no solo es una inversión en seguridad, sino también en un futuro más sostenible y equitativo.
La articulación entre la Unidad de Gestión de Riesgos y la Unidad Municipal de Gestión Ambiental es crucial para garantizar un enfoque integral en la planificación y respuesta a emergencias, así como en la protección del medio ambiente. Esta articulación podría darse a través de:
- Coordinación en la Planificación de Emergencias: Ambas unidades pueden trabajar juntas en la formulación de políticas y planes de gestión de emergencias que consideren tanto los riesgos naturales (como inundaciones, deslizamientos, etc.) como los impactos ambientales. Esto aseguraría que las respuestas a emergencias tengan en cuenta la preservación de los recursos naturales y la gestión adecuada de los desechos generados durante situaciones de crisis.
- Desarrollo de Programas de Capacitación: Implementar programas de educación y capacitación conjunta para las comunidades sobre cómo responder a emergencias, así como sobre prácticas sostenibles que pueden reducir riesgos ambientales. Por ejemplo, la promoción de técnicas de manejo de tierra que prevengan deslizamientos puede ser parte de ambos programas.
- Evaluación de Impactos Ambientales en Situaciones de Riesgo: La unidad de gestión de riesgos y cambio climático puede solicitar a la unidad de gestión ambiental evaluaciones de impacto para proyectos que pueden incrementar la vulnerabilidad del municipio a desastres, garantizando que las decisiones en planificación urbana consideren los riesgos ambientales.
- Intercambio de Información: Establecer un sistema de información que permita el intercambio de datos sobre incidentes ambientales y situaciones de riesgo. Esto ayudará a ambas unidades a realizar análisis y a desarrollar estrategias más efectivas.
- Simulacros y Respuesta a Emergencias: Incluir a ambas unidades en simulacros de emergencia para garantizar que las acciones de respuesta no solo aborden la emergencia inmediata, sino también consideren el manejo de los recursos naturales y la gestión de residuos generados.
- Asociaciones con Otras Entidades: Trabajar con organizaciones locales, ONGs y el sector privado para crear una red de apoyo que aborde simultáneamente la gestión de riesgos y la protección ambiental.
A través de estas estrategias, se puede lograr una gestión más efectiva de los riesgos y del medio ambiente, promoviendo un desarrollo sostenible en el municipio.
La gestión de riesgos a desastres y la gestión medio ambiental son un desafío cada vez más relevante para los gobiernos locales, que, debido a su cercanía con las comunidades, son actores clave en la prevención, mitigación y respuesta a situaciones de emergencia. En República Dominicana, esta colaboración entre los gobiernos municipales y las organizaciones de la sociedad civil (OSC) se encuentra regulada por la Ley 122-05, que establece un marco legal para el funcionamiento y fortalecimiento de estas entidades.
La Ley 122-05 busca regular las OSC para garantizar su funcionamiento efectivo y su contribución al desarrollo nacional. Entre sus disposiciones clave, incluye:
- Reconocimiento legal: Facilita la formalización de las OSC para que puedan establecer alianzas con los gobiernos locales.
- Transparencia: Promueve la rendición de cuentas y el uso adecuado de los recursos en proyectos comunitarios.
- Colaboración institucional: Incentiva que las OSC trabajen de la mano con las autoridades municipales en la ejecución de proyectos sociales y ambientales.
Los ayuntamientos y autoridades municipales tienen un papel fundamental en la gestión de riesgos a desastres, ya que son los primeros en responder ante una crisis. En este contexto, la colaboración con las OSC les permite:
- Identificar riesgos locales: Las OSC ofrecen datos específicos sobre las vulnerabilidades de cada comunidad.
- Planificar proyectos preventivos: Por ejemplo, programas de reforestación, construcción de sistemas de drenaje o campañas educativas. Implementar sistemas de alerta temprana: La experiencia y el alcance de las OSC complementan las iniciativas gubernamentales.
Existen múltiples ejemplos en el país donde los gobiernos locales han trabajado junto a las OSC para reducir riesgos. Las estrategias destacadas incluyen:
- Simulacros comunitarios: Capacitan a la población sobre cómo actuar ante desastres como inundaciones o huracanes.
- Gestión de recursos naturales: Las OSC han liderado iniciativas de conservación ambiental en coordinación con ayuntamientos.
- Educación y sensibilización: Talleres y charlas en escuelas y centros comunitarios organizados conjuntamente. Desafíos y oportunidades
Aunque la colaboración entre gobiernos locales y OSC tiene un gran potencial, aún enfrenta desafíos como:
- Falta de recursos financieros: Las entidades municipales tienen limitaciones presupuestarias que afectan su capacidad de respuesta.
- Burocracia y coordinación: La armonización entre ambas partes puede ser lenta debido a procesos administrativos complejos.
- Reconocimiento del impacto: Es fundamental que los ayuntamientos comprendan el valor de trabajar estrechamente con las OSC.
La gestión de riesgos a desastres no puede ser responsabilidad de una sola entidad. Los gobiernos locales, con su conocimiento del contexto y su capacidad para actuar rápidamente, tienen en las OSC un aliado estratégico. Al trabajar bajo el marco de la Ley 122-05, esta sinergia puede convertirse en el motor de comunidades más resiliente, preparadas para enfrentar cualquier desafío.

Prof. Jorge Reyes
Especialista en Gestión de Riesgos
Encargado de la Unidad de Gestión de Riesgos y Cambios Climático de la Direccción de la Policía Municipal del Distrito Nacional.
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