Más de un centenar de personas participan en las labores de rescate de
34 mineros atrapados desde el jueves en el interior del yacimiento de
San José, de la minera San Esteban, en Copiapó, a unos 850 kilómetros de
esta capital.
Los mineros fueron sorprendidos por un derrumbe en las galerías de la
mina alrededor de las 14:00 (18:00 GMT) del jueves, y hasta el momento
se ignora su situación al no haberse podido establecer comunicación con
ellos.
Tampoco se ha podido precisar si lograron accede a un refugio de
seguridad existente en el interior de la mina, donde ejecutivos de la
empresa dijeron que hay oxígeno, víveres y frazadas, pero que sólo
alcanzarían para 48 horas, según el senador Baldo Prokurica.
Reportes procedentes de la zona informaron este viernes que el derrumbe
se produjo a unos tres kilómetros de la boca del túnel y a unos 350 a
450 metros de profundidad.
Un periodista de radio Cooperativa dijo que efectivos del Grupo de
Operaciones Policiales Especiales (GOPE) de la policía militarizada de
Carabineros sólo lograron descender 64 metros por ductos de ventilación.
Los equipos de rescate están a la espera de la llegada de maquinaria y
equipos especiales que serán trasladados desde Santiago por aviones de
la Fuerza Aérea de Chile, que lleva además un hospital de campaña,
mientras efectivos del Ejército se sumaron a las tareas.
En las labores de rescate participan también mineros de ese y otros
yacimientos de la zona, bomberos, y personal de la Oficina Nacional de
Emergencia del Ministerio del Interior.
“Estamos con todas nuestras esperanzas en que se encuentren en el
refugio”, señaló hoy la intendenta de Atacama, Ximena Matas, quien
reconoció que aún no se ha podido establecer contacto con los
trabajadores.
La falta de información y de precisión sobre el lugar en que se
encuentran los mineros ha despertado la inquietud e ira de los
familiares que han llegado al lugar.
Entre los atrapados se encuentra el ex futbolista Franklin Lobos, quien
militó en varios equipos profesionales chilenos.
Una primera evaluación señala que el percance se debió a un evento
geológico, un derrumbe de roca que afectó la rampa principal de acceso
al yacimiento, que produce oro y cobre.
El yacimiento se encuentra a 45 kilómetros al noroeste de la ciudad de
Copiapó.
Familiares de los mineros que permanecen atrapados dijeron que la
información del accidente se dio pasadas cuatro horas del percance y
denunciaron la existencia de precarias condiciones de seguridad.
“Siempre hay derrumbes. Es una mina muy peligrosa. Todos los años hay
muertos, porque la mina tiene muchas grietas”, señaló Lilian Ramírez,
esposa de Mario Gómez, uno de los trabajadores atrapados.
sacado del diario cronicas de hoy
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