Se recordó a los “25 bomberitos” madrynenses y se instaló una vez más el reclamo de justicia

[CREADOR DE LA RED]

 

Se cumplieron ayer 17 años de la mayor tragedia bomberil de la Argentina. Los 25 “bomberitos” fueron recordados por sus camaradas, familiares y autoridades municipales y provinciales en un emotivo acto. El reclamo de Justicia por parte de los padres sigue vigente como desde el año 1994.

 

El acto en conmemoración del Día del Mártir Bombero culminó en el panteón de bomberos en el cementerio.

El viento –tan presente como aquella trágica tarde del 21 de enero de 1994- también dijo presente en el sentido y emotivo acto de reconocimiento para los 25 jóvenes que fallecieran hace 17 años en un incendio de campo, hecho que significó una de las mayores tragedias no sólo para la ciudad y la región, sino para todo un país que los lloró incluso, a la distancia.

Es que a través del viento, que gira una y otra vez las aspas de cada uno de los 25 molinos que los recuerda los trajo una vez más a la ciudad, ciudad que defendieron desde sus valores y vocación de bomberos voluntarios.

Ayer se conmemoró el 17 aniversario de la muerte de los “bomberitos” tal cual se los recuerda en la ciudad por sus cortas edades, y una vez más el Día del Mártir Bombero Voluntario.

La Plaza San Martín convocó no sólo a miembros de la comunidad bomberil de la provincia, sino también autoridades locales y provinciales y, especialmente, a los padres y familiares de los héroes de la ciudad.

El dolor diario de esos familiares se puso aún más en evidencia en el día de ayer, aunque si bien se los recordó y se recordó su vocación de servicio, fue propicio el momento para continuar reclamando justicia, esa que no les dijo nada a 25 familias sobre las causas reales si hubo o no falla humana, si fue negligencia, en definitiva, si alguien fue responsable de estas 25 muertes.

María Ofelia Moccio, mamá de Juan y en sus dichos fue contundente: “hace 17 años la tragedia había golpeado nuestras puertas, nuestros hogares. El estupor y el horror ganaron las calles. Para 25 familias fue el comienzo de un largo transitar inmersos en el dolor. Hoy no recordamos al bombero, sino al niño que vimos nacer, dar sus primeros pasos, ir a la escuela y por quienes soñábamos un futuro mejor. Así vivimos el día a día, con un reclamo que muchos cuestionan pero cuando las conciencias se duermen y el olvido se instalan en los corazones de aquellos que debieron y aún deben darnos una respuesta que esperamos hace 17 años para explicar lo inexplicable. Alguien deberá reconocer tanto sacrificio y dolor, tantas vidas perdidas en el servicio a la ciudad. Necesitamos el reconocimiento pleno de su valor y este viento patagónico que truncó sus vidas será el que lleve el grito de justicia que tanto esperamos”.

El recuerdo permanente

En el acto también estuvo presente Juan Arce, jefe de la Regional 1 de Bomberos Voluntarios, quien destacó como la tragedia cambió el rumbo de la actividad voluntaria de los bomberos. “Desde aquel día nada ya es igual. A partir de ese momento, quienes dirigíamos a los cuerpos activos tomamos real dimensión que de esa manera no se podía seguir trabajando y fue así como se comenzó una nueva etapa de profundos cambios. El acompañamiento provincial fue importante pero a más de quinientos bomberos hay que dotarlos de las máximas medidas de seguridad en protección personal y de equipos tecnológicos para desarrollar su tarea de la mejor manera, por eso es necesaria la participación de todos. Hay municipios de la provincia que se muestran reticentes en colaborar con los bomberos de su ciudades por lo que es necesario lograr ese apoyo en lo inmediato”, destacó en sus palabras.

Alberto Alecio, secretario de la Asociación de Bomberos Voluntarios, protagonizó uno de los más emotivos discursos en los últimos años en el acto que recordó a los 25 jóvenes que perdieron su vida el 21 de enero de 1994.

“Es cada vez más difícil, casi imposible no extrañarlos, angustiarnos y preguntarnos mil veces por qué. Otras son imprescindibles como recordarlos a cada momento, honrarlos y sentirlos presente en cada acción. Cada uno de los 17 años, en este día, el tiempo parece detenerse y vuelve tantos años atrás. Recordarlos hoy es posible a través de los buenos momentos, esos que nos permiten soportar lo insoportable”, señaló Alecio

 

Fuente: http://diariojornada.com.ar/Noticia/Default.aspx?id=7146